El terror mata al turismo en Egipto
El atentado contra un autob¨²s de viajeros surcoreanos en el Sina¨ª amenaza con hundir un sector clave que lleva tres a?os en grave crisis
El turbulento periodo pol¨ªtico que se inici¨® tras la ca¨ªda de Hosni Mubarak represent¨® una aut¨¦ntica maldici¨®n para el sector tur¨ªstico de Egipto, pues los continuos disturbios callejeros ahuyentaron a los viajeros. Con el pintoresco zoco cairota de Jan al Jalili pr¨¢cticamente desierto, los complejos hoteleros del Mar Rojo han sido las ¨²nicas zonas tur¨ªsticas que han mantenido el pulso durante los ¨²ltimos tres a?os. Sin embargo, incluso estas quedar¨¢n probablemente en el dique seco despu¨¦s del atentado contra un autobus de turistas coreanos que tuvo lugar en el Sina¨ª, y que se sald¨® con la muerte de cuatro personas.
Los turistas se dirig¨ªan a Israel despu¨¦s de haber visitado el monasterio de Santa Catalina, uno de los m¨¢s antiguos del mundo, y que est¨¢ situado en el monte Sina¨ª. Cuando se encontraban a una corta distancia de la frontera con Israel, el conductor decidi¨® realizar una parada, que aprovech¨® un terrorista suicida con un cintur¨®n de explosivos para subir al veh¨ªculo y hacerse estallar. El conductor del autob¨²s y tres de los visitantes perecieron, mientras que una quincena m¨¢s resultaron heridos.
Esta es la primera vez en cerca de una d¨¦cada que se produce un atentado terrorista de envergadura contra un objetivo tur¨ªstico, y podr¨ªa significar un punto de inflexi¨®n en la cadena de ataques perpetrados por organizaciones yihadistas desde el golpe de Estado del pasado verano. Hasta ahora, todas sus acciones hab¨ªan tenido como objetivo las fuerzas de seguridad o el Ej¨¦rcito. Aunque varios medios egipcios han atribuido la acci¨®n a Ansar Bait al-Maqdis, el grupo terrorista m¨¢s peligroso, algunos expertos dudan de la veracidad de un presunto comunicado de la banda en Twitter. ¡°Hasta ahora, ning¨²n grupo ha reivindicado el atentado¡±, sostiene David Barnett, especializado en los grupos yihadistas de Oriente Medio.
¡°Este ataque va a incidir de forma muy negativa en el sector tur¨ªstico, que lleva tres a?os en plena crisis¡±, reconoci¨® el ministro de Turismo, Hisham Zaazou. Horas despu¨¦s de la operaci¨®n terrorista, varios touroperadores retiraron de sus paquetes la visita al monasterio de Santa Catalina. Si bien la pen¨ªnsula del Sina¨ª es el epicentro de la insurgencia islamista, la parte ba?ada por el mar Rojo se habia librado de atentados terroristas desde mediados de la pasada d¨¦cada, limit¨¢ndose la violencia al territorio colindante a la franja de Gaza.
La acci¨®n llega pocos d¨ªas despu¨¦s de que el ministro Zaazou lanzara una campa?a de promoci¨®n de las playas del mar Rojo y las ciudades de Luxor y Asu¨¢n, enfatizando que eran inmunes a los estallidos de violencia callejera que sacuden El Cairo peri¨®dicamente.
Durante el a?o pasado, visitaron Egipto 9,5 millones de turistas, una cifra sensiblemente inferior a los cerca de 15 millones registrados en el a?o 2010. El punto m¨¢s bajo de ocupaci¨®n hotelera tuvo lugar en septiembre, justo despu¨¦s del brutal desalojo del campamento islamistas de Rab¨¢ al Adauiya, que se sald¨® con la muerte de unas 1.000 personas. Durante aquel mes, el descenso en la llegada de turistas respecto al a?o anterior se situ¨® alrededor del 90%.
El sector tur¨ªstico es uno de los m¨¢s importantes de la econom¨ªa egipcia, ya que representa m¨¢s de un 11% del PIB de Egipto, y emplea a un 12,5% de la mano de obra del pa¨ªs, seg¨²n los datos oficiales. Ahora bien, con la crisis, estas cifras pueden haberse reducido con el cierre de numerosos negocios tur¨ªsticos. ¡°Antes de la revoluci¨®n, trabaj¨¦ durante varios a?os en el mar Rojo. Pero al marchar los turistas, tuve que volver a El Cairo, y el ¨²nico trabajo que encontr¨¦ fue de taxista¡±, explica con tristeza Ehab, un hombre de mediana edad.
Su enorme importancia reside tambi¨¦n en el hecho de que aporta divisas a uno de los mayores importadores de productos alimenticios del mundo. Las reservas del Banco Central han ca¨ªdo a unos 17.000 millones de d¨®lares, la mitad que en 2010, algo que ni tan siquiera han podido evitar las generosas contribuciones financieras de los pa¨ªses del golfo P¨¦rsicos, hostiles a los Hermanos Munsulmanes y principal sost¨¦n internacional del nuevo r¨¦gimen.
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