Familias de las dos Coreas se reencuentran tras 60 a?os separados
Es el primer encuentro entre habitantes del Norte y del Sur desde 2010 M¨¢s de 40 son octogenarios y 25 nonagenarios
M¨¢s de un centenar de coreanos del Sur y del Norte se reunieron este jueves, tras seis d¨¦cadas de separaci¨®n, con sus seres queridos entre abrazos y l¨¢grimas en un emotivo e hist¨®rico reencuentro considerado el primer paso hacia la reconciliaci¨®n entre ambas Coreas. Es la primera vez desde 2010 que familias de las dos Coreas se re¨²nen. Unos encuentro que llegan d¨ªas despues de que la ONU publicara un informe en el que acusa a Pyongyang de cr¨ªmenes contra la humanidad.
Padres que nunca llegaron a conocer a sus hijos, hermanos separados desde la infancia, t¨ªos con sobrinos al otro lado de la frontera, casi todos ancianos, han compartido recuerdos y emociones en el simb¨®lico monte norcoreano de Kumgang, como mostraron las im¨¢genes del evento humanitario difundidas por medios surcoreanos.
Uno de los cientos de protagonistas del d¨ªa fue el surcoreano Choi Pyeong-kwan, que era un ni?o durante la Guerra de Corea (1950-53), cuando su padre fue reclutado forzosamente por Pyongyang y que form¨® una nueva familia en el pa¨ªs vecino al acabar el conflicto.
Este anciano de 85 a?os asegur¨® a los medios que desde ahora "se sentir¨¢ menos solo" tras conocer a sus hermanos del Norte, de los que hasta ahora desconoc¨ªa incluso su existencia, e intercambiar con ellos fotograf¨ªas familiares en la primera sesi¨®n del encuentro.
Igual de emotiva fue la escena en la que Lee Sun-hyang, una surcoreana de 88 a?os, no pudo contener el llanto al reunirse con su hermano Lee Yun-geun, de 72, al que no ve¨ªa desde su infancia.
Aunque casi todas las l¨¢grimas de hoy han sido de alegr¨ªa tambi¨¦n las ha habido de decepci¨®n, como en el caso de Choi Nam-soon, de 83 a?os, que vio roto su sue?o de reencontrarse con sus hermanos tras m¨¢s de seis d¨¦cadas de separaci¨®n.
Tras una breve conversaci¨®n, Choi descubri¨® consternado que a quienes hab¨ªa abrazado minutos antes y que se sentaban en su mesa no eran realmente los hijos de su padre sino personas desconocidas.
El encuentro permiti¨® a 82 surcoreanos reencontrarse con sus parientes del? otro lado de la zona desmilitarizada. De ellos, 41 son octogenarios y 25 nonagenarios. la avanzada edad hizo que una veintena de ellos tuviera que acudir en silla de ruedas al punto de encuentro y otros dos en ambulancia. Kim Seom-kyeong tuvo que recibir a sus familiares dentro de la ambulancia por su delicado estado de salud.
El primer contacto de la jornada inaugural tuvo lugar en el gran sal¨®n de reuniones del resort norcoreano de Kumgang, al que muchas de las mujeres asistieron ataviadas con el tradicional vestido coreano Hanbok, dif¨ªcil de ver en la moderna Se¨²l y otras ciudades del Sur aunque todav¨ªa popular en el Norte.
Ellos acudieron en general con traje, en el caso de los norcoreanos decorado en su solapa con la insignia de Kim Il-sung y Kim Jong-il, fallecidos dictadores de un Estado caracterizado por el extremo culto a la personalidad de sus l¨ªderes.
Tras el primer contacto de dos horas al que sigui¨® una cena, tambi¨¦n colectiva, los familiares podr¨¢n disfrutar en los pr¨®ximos dos d¨ªas de reuniones m¨¢s ¨ªntimas con sus seres queridos en salas individuales.
A partir del domingo 23 y hasta el martes 25 ser¨¢ el turno de los 88 candidatos norcoreanos, que se citar¨¢n con hasta 360 familiares del Sur en la segunda ronda de los encuentros.
Este evento humanitario, el decimonoveno en la historia y el primero desde 2010, ha llegado despu¨¦s de que las dos Coreas confirmaran su voluntad de abrir una etapa de entendimiento tras a?os de tensi¨®n, al concluir con ¨¦xito la semana pasada su primera cita de alto nivel desde 2007.
As¨ª, se espera que las reuniones de familias divididas sean un primer paso para que Norte y Sur pongan fin a las hostilidades y abran una etapa duradera de paz y entendimiento.
Tambi¨¦n es una tarea pendiente para ambos Gobiernos organizar estas reuniones de forma peri¨®dica, ya que cada a?o mueren cientos de ancianos sin poder reencontrarse con sus familiares al otro lado de la frontera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.