El Gobierno de Maduro redobla el acoso a los medios de comunicaci¨®n
El Ejecutivo venezolano revoca el permiso de trabajo a los periodistas de la CNN como corresponsales acreditados. ¡°Los medios crean desasosiego¡±, dice la Defensora del Pueblo
La obstinaci¨®n de los j¨®venes en la calle, y del d¨®lar en el mercado negro, ha erosionado en pocos d¨ªas la imagen de consolidaci¨®n que el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro logr¨® construir a partir de su triunfo en las elecciones municipales de diciembre. El viernes persist¨ªan focos de disturbios y bloqueo de calles en el este de Caracas ¡ªel tradicional baluarte opositor¡ª y tambi¨¦n en otras ciudades, en la continuaci¨®n de la campa?a de protestas iniciada el 12 de febrero y que hasta el momento, seg¨²n la versi¨®n oficial, ha producido 8 muertos, 160 heridos y 324 detenciones.
Mientras, el d¨®lar saltaba a una cotizaci¨®n de 88 bol¨ªvares en el mercado paralelo, a pesar de las medidas de ¡°equilibrio¡± anunciadas el mi¨¦rcoles por Maduro.
Ante esa realidad, el Gobierno ha desviado la atenci¨®n culpabilizando a los medios de prensa. ¡°Los medios crean desasosiego en la poblaci¨®n¡±, acusaba el viernes Gabriela Ram¨ªrez, Defensora del Pueblo y ex parlamentaria chavista. ¡°CNN podr¨ªa estar incurriendo en propaganda de guerra¡±, continu¨®, dando la raz¨®n al presidente Maduro, que la noche anterior hab¨ªa ordenado a la ministra de Comunicaci¨®n e Informaci¨®n, Delcy Rodr¨ªguez, iniciar el proceso administrativo para sacar del aire la se?al de esa cadena internacional. Por su parte, el alcalde oficialista de Caracas y hermano de la ministra, Jorge Rodr¨ªguez, opin¨® que ¡°CNN est¨¢ haciendo exactamente lo mismo que hizo la radio hutu que llamaba cucarachas a los tutsis en Ruanda¡±.
CNN en espa?ol ¡ªse recibe en Venezuela a trav¨¦s de diversos servicios de televisi¨®n por suscripci¨®n¡ª ha dedicado buena parte de su programaci¨®n a informar de las protestas en Venezuela que han sido omitidas o minimizadas por los medios locales, bajo fuerte control gubernamental. Su presentadora principal, la periodista Patricia Janiot, lleg¨® a Venezuela el martes para informar desde el terreno. Sin embargo, el viernes Janiot abandon¨® el pa¨ªs tras las acusaciones de Maduro contra CNN y apenas poco despu¨¦s de que el Gobierno anulara la acreditaci¨®n de la corresponsal permanente en Venezuela, Osmary Hern¨¢ndez. La semana pasada, el Ejecutivo suspendi¨®, ¡°por una decisi¨®n de Estado¡±, la se?al de NTN24, un canal colombiano de noticias que cubri¨® en vivo el primer d¨ªa de protestas.
Durante la crisis se registraron 50 casos de ataques contra la prensa, report¨® el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela. En una rueda de prensa, el presidente del Colegio Nacional de Periodistas Alejandro Tinedo Gu¨ªa, exigi¨® al Estado venezolano garantizar las condiciones para el ejercicio de la profesi¨®n. ¡°Respeten y protejan a los periodistas en la calle¡±, dijo, ¡°ellos son los ojos y las voces del mundo¡±.
¡°El Gobierno venezolano ha adoptado abiertamente la t¨¢ctica cl¨¢sica de un r¨¦gimen autoritario¡±, expres¨® desde Washington Jos¨¦ Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch. ¡°Encarcelando a sus oponentes, amordazando a los medios e intimidando a la sociedad civil¡±.
El Gobierno ejerce adem¨¢s la persecuci¨®n pura y dura. El martes se entreg¨® a las autoridades el l¨ªder del partido Voluntad Popular, Leopoldo L¨®pez, a quien el Gobierno se?ala como principal instigador de los des¨®rdenes. Recluido en una c¨¢rcel militar, enfrenta cargos por asociaci¨®n para delinquir y destrucci¨®n de bienes p¨²blicos. De ser encontrado culpable, podr¨ªa quedar sentenciado a 10 a?os de prisi¨®n. A la vez, el poder judicial emiti¨® ¨®rdenes de captura contra otros dirigentes de Voluntad Popular.
En respuesta, la oposici¨®n ha convocado para hoy una gran concentraci¨®n en la capital. Adem¨¢s de la liberaci¨®n de los presos y el cese de la persecuci¨®n, la oposici¨®n exige el desarme de los grupos de choque chavistas que han participado en el control de las manifestaciones.
Luego de que el presidente Maduro asomara la suspensi¨®n del servicio de metro y metrob¨²s a las zonas opositoras del este de Caracas ¡ªmedida de la que se retract¨® en 24 horas¡ª, el viernes el ministro de Petr¨®leo y Miner¨ªa, Rafael Ram¨ªrez, anunci¨® que estudia otra maniobra de control social: el corte del suministro de gasolina ¡°a las zonas bajo asedio de bandas fascistas¡±.
Con el ¨¢nimo soliviantado de las calles y una crisis econ¨®mica para la que no se avista respuesta inmediata, en Venezuela podr¨ªa estarse gestando una turbulencia de escala mayor.?
Venezuela establece un tercer tipo de cambio en el mercado
El presidente venezolano anunci¨® el mi¨¦rcoles una nueva ley de Il¨ªcitos Cambiarios que introduce la posibilidad de adquirir divisas a trav¨¦s del mecanismo de permuta o bond swap. Con este ser¨ªan ya tres los tipos de cambio oficiales en el mercado.
El mecanismo de permuta posibilita que una empresa o particular, a trav¨¦s de operadores cambiarios, comercien con bonos de la Rep¨²blica denominados en d¨®lares, y nacionalice en bol¨ªvares, la moneda nacional, el producto de la operaci¨®n, de acuerdo a un precio marcador mayor al de la tasa de cambio Cadivi, que el gobierno destina para las importaciones esenciales. En 2011, sin embargo, un ala fundamentalista del chavismo, encabezada por el actual ministro de Planificaci¨®n y mentor intelectual de Hugo Ch¨¢vez, Jorge Giordani, impuso su tesis de que esas transacciones representaban una oportunidad para el fraude y un est¨ªmulo para el capitalismo financiero.
Entonces muchos de los principales operadores burs¨¢tiles venezolanos fueron llevados a prisi¨®n y sometidos a procesos judiciales. El intercambio financiero desapareci¨® del pa¨ªs. Y si bien fue cierto que muchos operadores amasaron verdaderas fortunas al resguardo de un mecanismo de cambio con numerosas ¨¢reas grises, al cesar produjo un estrangulamiento en el acceso a las divisas para las importaciones, vitales para Venezuela.
En ese contexto, la restauraci¨®n del mecanismo de permuta representar¨ªa una derrota para el bando de Giordani. Sin embargo, esta noticia no fue registrada de forma positiva por el mercado. Los papeles de deuda venezolana se cotizaron a su nivel m¨¢s bajo en dos a?os. Al mismo tiempo el d¨®lar del mercado negro se dispar¨® al alza, seg¨²n los indicadores de los sitios en Internet que notifican informalmente al respecto.
En Venezuela est¨¢ prohibido por ley mencionar el d¨®lar negro o paralelo, y el Gobierno combate activamente los sitios que informan sobre su precio, bloqueando sus v¨ªnculos o cerrando las p¨¢ginas.
El mercado expresa as¨ª su desconfianza sobre los efectos que tendr¨ªa la medida, una vez implementada. Poco ayuda para cimentar la confianza el hecho de que, a pesar de lo anunciado por Maduro el mi¨¦rcoles, la ley correspondiente no haya salido publicada en Gaceta Oficial, un requisito en Venezuela para la vigencia de las normas. Este viernes el ministro de Petr¨®leo y Miner¨ªa, presidente de la petrolera estatal Pdvsa, y vicepresidente para el ¨¢rea econ¨®mica, Rafael Ram¨ªrez, deb¨ªa ofrecer una rueda de prensa para explicar los alcances de la nueva ley y su implementaci¨®n pr¨¢ctica. No obstante, la conferencia se suspendi¨® a ¨²ltima hora.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
