Dos sue?os de Putin
Tras los Juegos de Sochi, el Gobierno de Vladimir Putin no se va a quedar con los brazos cruzados en Ucrania
Con apenas tres d¨ªas de diferencia se extinguieron los incendios en el Maid¨¢n y los fastos ol¨ªmpicos en Sochi. De este agitado febrero a Vladimir Putin siempre le quedar¨¢n para el recuerdo unos buenos Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno. Cierto es que las redes sociales anduvieron llenas de #sochiproblems, de noticias sobre la torpe gesti¨®n de las acciones de Pussy Riot, y de v¨ªdeos de salvajadas hom¨®fobas, confirmando centenarios estereotipos occidentales sobre el atraso at¨¢vico de Rusia. Los sobrecostes llevaron la factura a 36.000 millones de euros, las olimpiadas m¨¢s caras de la historia. Un sondeo ruso se?ala que el 47% de los encuestados asume que una parte significativa de los fondos fueron desviados; el 62% cree que los culpables no ser¨¢n castigados; y el 38% considera que las oportunidades de enriquecimiento il¨ªcito fueron la principal raz¨®n para llevar los Juegos a Sochi. Pero desde la impecable ceremonia de inauguraci¨®n, de car¨¢cter netamente europeo, hasta el fin, con el primer lugar en el medallero para el pa¨ªs anfitri¨®n, no faltaron buenas impresiones ni la satisfacci¨®n ¡ªabierta entre los partidarios de Putin, encubierta para sus detractores¡ª de que Rusia vuelve a estar en disposici¨®n de organizar un evento de primer orden mundial.
A la vez que Sochi consolidaba el primer sue?o de Putin, reafirmar a Rusia como potencia respetada por sus propios ciudadanos y por el mundo entero, Ucrania frustraba su segundo sue?o, recrear una esfera rusa cementada en la Uni¨®n Euroasi¨¢tica
A la vez que Sochi consolidaba el primer sue?o de Putin, reafirmar a Rusia como potencia respetada por sus propios ciudadanos y por el mundo entero, Ucrania frustraba su segundo sue?o, recrear una esfera rusa cementada en la Uni¨®n Euroasi¨¢tica. No es que Putin, al empujar a Yanuk¨®vich a no firmar el acuerdo con la UE en noviembre, menospreciara a los ciudadanos y a la oposici¨®n ucraniana. Simplemente, jam¨¢s los incluy¨® en su c¨¢lculo. Parece que al Kremlin ni se le pas¨® por la cabeza que la reacci¨®n ciudadana a su plan euroasi¨¢tico pudiese tener un impacto real. A pesar de emplearse a fondo en destacar los peores elementos de la revuelta, en particular el importante papel de las milicias ultranacionalistas, la propaganda rusa no logr¨® movilizar a los sectores tradicionalmente pro-rusos, hastiados de la ineptidud y la corrupci¨®n de Yanuk¨®vich y su entorno.
En 2008 Putin aprovech¨® que la atenci¨®n mundial estaba centrada en los Juegos Ol¨ªmpicos de Beijing para infligir a Georgia una severa derrota militar. Esta vez, sus olimpiadas no han desviado ni por un minuto el inter¨¦s por lo ocurrido en Ucrania. Tras los Juegos, el Kremlin no se va a quedar de manos cruzadas. El 25 de mayo Ucrania vota en elecciones presidenciales a la vez que la Uni¨®n Europea elige Parlamento: un s¨ªmbolo inequ¨ªvoco de su aspiraci¨®n. Hasta entonces, no hay nada ganado en Ucrania. La UE entra en campa?a electoral al tiempo que Mosc¨² retoma la iniciativa. Y tres meses dan para mucho: el mismo tiempo transcurrido desde el niet de Yanuk¨®vich a Bruselas es el que queda hasta las elecciones.
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