El Maid¨¢n se niega a desarmarse
Los manifestantes de la c¨¦ntrica plaza de Kiev desconf¨ªan de las nuevas autoridades y temen ser traicionados como en 2004 durante la revoluci¨®n naranja
En teor¨ªa, los poderes f¨¢cticos de Ucrania se han puesto al frente del ministerio del Interior, el Servicio de Seguridad del Estado y el Ej¨¦rcito. Sin embargo, el relevo, que en la superficie se presenta como una toma de posesi¨®n normal de los servicios clave para la protecci¨®n del Estado y de los ciudadanos, es un proceso peligroso y plagado de dificultades. As¨ª lo comprob¨® este diario el lunes en visitas a responsables de los distintos grupos que combatieron por el Maid¨¢n y que hoy se niegan a entregar las armas a los autoproclamados dirigentes del pa¨ªs, de los que desconf¨ªan claramente.
Hay dos edificios contiguos en la avenida Krischatik, ambos con el n¨²mero 24 de esa calle del centro. El vest¨ªbulo de uno de ellos ¡ªel antiguo ministerio de Desarrollo Agr¨ªcola¡ª est¨¢ presidido por una enorme fotograf¨ªa en la que se ve un grupo de manifestantes con casco, apaleando a conciencia a agentes antidisturbios que se protegen de los golpes con sus escudos. Y sobre la imagen, superpuesto el lema: ¡°El d¨ªa de la c¨®lera ha llegado¡±.
En el vest¨ªbulo del edificio contiguo hay un enorme dibujo de un soldado ucranio, con los colores nacionales en el antebrazo, el escudo en posici¨®n relajada y gesto so?ador. Debajo de la imagen puede leerse: ¡°Ingresa en las filas de la autodefensa¡± y un n¨²mero de tel¨¦fono. La diferencia entre un edificio y otro es que en el primero predominan las fuerzas radicales, como Causa Com¨²n, y en el segundo, los representantes de las nuevas autoridades, los adjuntos al comandante del Maid¨¢n, el diputado Andr¨¦i Porub¨ª, del partido de la ex primera ministra Yulia Timoshenko.
La mano derecha de Porub¨ª es Jan ¡ªno quiere dar su apellido¡ª que dice responder por ¡°la vigilancia de todos los edificios administrativos de Kiev, para que nadie se pueda llevar ni documentos ni bienes materiales y para que no haya pillaje¡±.
Entre los distintos sectores armados del Maid¨¢n ha habido escaramuzas, enfrentamientos e incluso disparos. Varios heridos se produjeron en la sede del ministerio de Agricultura cuando Libertad, el partido nacionalista parlamentario dirigido por Oleg Tiagnibok, intent¨® echar de all¨ª a los de Causa Com¨²n.
¡°Muchos saqueadores se presentan como defensores del Maid¨¢n y comienzan a ocupar edificios por su cuenta¡±, explica Jan. ¡°Quitar las armas incontroladas¡± es una de sus funciones, pero los activistas se niegan a entregarlas. ¡°No queremos que nos traicionen como hicieron en el primer Maid¨¢n en 2004, por eso mantendremos las armas hasta que estemos seguros de que no se repetir¨¢ la situaci¨®n¡±, se?ala Petro, el jefe del edificio donde cuelga la foto de manifestantes agresivos.
¡°No aceptamos a Ab¨¢kov¡±, se?ala Petro, refiri¨¦ndose al nuevo ministro del Interior. ¡°Queremos que nuestros dirigentes sean ucranios y hasta ahora los hebreos y rusos predominan sobre los ucranios en el Parlamento¡±, dice, citando unos supuestos porcentajes raciales. ¡°Necesitamos un ministerio de ucrainizaci¨®n¡±, afirma Petro, seg¨²n el cual en su edificio, aparte de representantes de la Casa Com¨²n, hay tambi¨¦n grupos de Afganos ¡ªas¨ª llamados los veteranos de la guerra de la URSS en Afganist¨¢n (1979-1989)¡ª y miembros del Tridente de Step¨¢n Bandera ¡ªun grupo nacionalista¡ª.
¡°Turchinov es un dictador y preside un ¨®rgano ileg¨ªtimo¡±, dice Igor Tkalenko, que ayuda en el servicio de prensa de Causa Com¨²n. Seg¨²n Tkalenko, Causa Com¨²n es el mayor problema para el presidente en funciones. En concreto, se refiere a Olexandr Daniliuk, el l¨ªder de Causa Com¨²n, que huy¨® a Gran Breta?a cuando los miembros del partido Libertad le obligaron a abandonar los edificios que hab¨ªa ocupado. Danililuk, dice Tkalenko, tiene ambiciones pol¨ªticas y est¨¢ deseoso de volver a Ucrania pero no quiere hacerlo antes de que sea cerrado el proceso penal que fue incoado contra ¨¦l.
Tkalenko es partidario de que Daniliuk venga de cualquier manera, porque ¨¦l es, seg¨²n dice, ¡°el Saakashvili o el Walesa¡± de Ucrania. Seg¨²n Tkalenko, encuestas realizadas en el Maid¨¢n indican que Daniliuk puede medirse con Turch¨ªnov en unas elecciones presidenciales. Tambi¨¦n Porub¨ª podr¨ªa hacerlo, pero este diputado no quiere capitalizar el prestigio que se ha ganado como dirigente del Maid¨¢n, y prefiere subordinarse a su partido, afirma.
Los miembros de Causa Com¨²n quieren que haya elecciones parlamentarias al mismo tiempo que las presidenciales y no est¨¢n dispuestos a ceder
Los miembros de Causa Com¨²n quieren que haya elecciones parlamentarias al mismo tiempo que las presidenciales y no est¨¢n dispuestos a ceder. Los l¨ªderes parlamentarios no desean arriesgarse a perder sus esca?os y est¨¢n recurriendo a la t¨¢ctica de intentar comprarnos o dividirnos, se?ala Tkalenko. Al otro lado de Kreshatik, en un tercer edificio, est¨¢n los activistas del llamado ¡°Sector de Derechas¡±, que dirige Dmitri Y¨¢rosh, otro de los nuevos l¨ªderes del Maid¨¢n, que tampoco quiere entregar las armas. Y¨¢rosh, que en el pasado fue fil¨®logo, ha sabido integrar bajo el paraguas de Sector de Derechas a organizaciones como Una-Unzo, La Sech ¡ªorganizaci¨®n caracter¨ªstica de los cosacos de los C¨¢rpatos¡ª y el Tridente, de Step¨¢n Bandera.
Una de las principales diferencias entre los dos grandes grupos del Maid¨¢n, el Sector de Derechas y la Causa Com¨²n es, a grandes rasgos, que los primeros profesan una ideolog¨ªa nacionalista a ultranza, mientras los segundos est¨¢n por la democracia asamblearia.
Entre los distintos sectores armados del Maid¨¢n ha habido escaramuzas, enfrentamientos e incluso disparos, seg¨²n cuenta Tkalenko. Varios heridos se produjeron en la sede del ministerio de Agricultura cuando Libertad, el partido nacionalista parlamentario dirigido por Oleg Tiagnibok, intent¨® echar de all¨ª a los de Causa Com¨²n.
¡°Ahora, los polic¨ªas vienen a nosotros y nos dicen que se han pasado al pueblo y que les demos las armas, pero no vamos a ser tan ingenuos¡±, se?ala un activista de Causa Com¨²n.
¡°Controlar a los activistas del Maid¨¢n y quitarles las armas es nuestro principal quebradero de cabeza¡±, afirma un funcionario subordinado a los nuevos dirigentes del Estado.
Admite, sin querer dar su nombre, que esta situaci¨®n hace muy dif¨ªcil que los colaboradores de Yanuk¨®vich o quienes defendieron su r¨¦gimen puedan relajarse o entregar las armas que ellos tambi¨¦n tienen.
¡°?A qui¨¦n las van a entregar? ?Qui¨¦n puede dar de verdad garant¨ªas de que no habr¨¢ represalias?¡±, dicen. En la avenida Kreschatik hay diversos veh¨ªculos militares e incluso un carro blindado. Est¨¢ ¡°privatizado¡± por "el Sector de Derechas". De momento, los habitantes de la capital se suben al veh¨ªculo para hacerse fotos.
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