Los negros de Brasil levantan la voz
V¨ªctimas de racismo se animan a denunciar actitudes discriminatorias. La ¨²ltima sentencia conden¨® a un supermercado a pagar 8.500 d¨®lares a un cliente al que llamaron ¡°negro ladr¨®n¡±
![Mar¨ªa Mart¨ªn](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F8acfdade-2657-47f2-94e8-d767e5d0f7bf.png?auth=2d0ef5e5d4e100fce5173f68e36da7e1792982305b830491857e0f6d56ee0649&width=100&height=100&smart=true)
![Robson en la comunidad donde vive en Carapicu¨ªba.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/IMMPHX3ESZY3TANZ2DTJISM4J4.jpg?auth=c94af1a16f6e25b55d45ba12ba0613159ccde81e6dcfdf1c24a016cb2fb1d1a5&width=414)
Cau? era solo un beb¨¦ cuando su t¨ªo Robson fue al supermercado para aprovechar la oferta de un litro de leche a 40 c¨¦ntimos de d¨®lar. Compr¨® dos cajas, se arregl¨® el delantal del bar donde trabajaba y atraves¨® la calle para volver a la cocina. Pero los gritos que se oyeron a su espalda lo detuvieron. Entre el griter¨ªo, tres palabras se repitieron: ¡°negro¡±, ¡°ladr¨®n¡± y ¡°sinverg¨¹enza¡±.
Dos empleadas agarraron a Robson por el brazo y lo acusaron de robar la leche. ?l mostr¨® el ticket y ellas se disculparon. Pero la supervisora del establecimiento, una tienda de la red Walmart, en Carapicu¨ªba, en la Grande S?o Paulo, coloc¨® la guinda del pastel en el tumulto: ¡°Disculpa, te confundimos con otro negro ladr¨®n¡±. Robson temblaba en mitad del aparcamiento, a punto de llorar.
Acostumbrado a que le sigan por los pasillos de las tiendas que frecuenta, el joven negro decidi¨® no denunciar el asunto en la comisar¨ªa, a pesar de que en Brasil el racismo es delito penado hasta con cinco a?os de c¨¢rcel. Pero un veterano abogado de la regi¨®n, que lo conoc¨ªa de vista, lo convenci¨® para acudir a la Justicia.
Cinco a?os despu¨¦s, cuando Cau? ya es capaz de acunar en sus brazos a su hermana reci¨¦n nacida y Robson, de 26 a?os, ya es conocido por los vecinos como el ¡°negro de la leche¡±, un juez conden¨® a la multinacional americana a pagar 8.500 d¨®lares a su cliente. La sentencia considera los da?os morales sufridos por la actitud il¨ªcita y discriminatoria de las empleadas. Robson, seg¨²n el Tribunal de Justicia de S?o Paulo, ¡°sufri¨® humillaci¨®n p¨²blica¡± y fue ¡°motivo de escarnio¡± por el color de su piel.
Con el dinero que le sobre tras pagar los gastos del proceso, Robson quiere terminar de construir la chabola de ladrillo que levant¨® en lo que era un campo de f¨²tbol empantanado.
El caso de Walmart, que ya hab¨ªa sido condenada en 2009 por otro caso de racismo contra una cliente negra acusada de ladrona, fue el ¨²ltimo en hacerse publico. Pero la secuencia de episodios parecidos marc¨® los ¨²ltimos meses, en un pa¨ªs donde casi el 51% de la poblaci¨®n se declara negra o mestiza.
¡°Aunque a¨²n es t¨ªmida, hay una creciente demanda de procesos laborales con solicitudes de indemnizaci¨®n por da?os morales. Hay trabajadores despedidos o a los que se les oblig¨® a marcharse por el racismo que viv¨ªan en el ambiente de trabajado¡±, dice Maria Aparecida Vargas, directora de la Secretar¨ªa del Tribunal de Trabajo de S?o Paulo que llev¨® el caso de Robson. ¡°Algunas veces se bautiza a los empleados con apodos peyorativos por parte de compa?eros o del propio jefe, como tambi¨¦n ven que se quedan fuera de los ascensos en favor de un compa?ero no m¨¢s competente que ¨¦l, pero de piel blanca¡±, completa.
Polic¨ªa poco preparada
Quando Robson estaba m¨¢s tranquilo, tras el incidente en el supermercado, llam¨® a la polic¨ªa. ¡°Tardaron m¨¢s de una hora en llegar, cuando la tienda ya estaba casi cerrando¡±, explica Robson. ¡°En vez de hablar conmigo, fueron directos a hablar con la supervisora y despu¨¦s pidieron mi identidad, pero para ver mis antecedentes!¡±, reclama.
Las personas involucradas en procesos contra racismo que hablaron con este peri¨®dico coinciden en la falta de preparaci¨®n de la polic¨ªa cuando tiene que lidiar con un caso de discriminaci¨®n. ¡°Las autoridades policiales no est¨¢n cualificadas para recibir este tipo de denuncia, lo que ya desestimula al agredido a comparecer en una comisar¨ªa¡±, lamenta Maria Aparecida Vargas la Directora de la Secretaria del Tribunal de S?o Paulo que llev¨® el caso de Robson.
¡°Uno ve que desde la polic¨ªa, pasando por el propio negro agredido hasta el guardia de seguridad est¨¢n poco instruidos. Uno de los mayores Estados del pa¨ªs no est¨¢ preparado para la cuesti¨®n racial¡±, critica Karina Chiaretti. ¡°Al llegar a la comisar¨ªa me invitaron a irme porque la se?ora ya ten¨ªa cuatro procesos y no hab¨ªan llegado a nada. El polic¨ªa no sabe que eso es racismo. Ellos no saben lidiar con la situaci¨®n. El agente que ten¨ªa que llevar a la se?ora para la comisar¨ªa acab¨® llev¨¢ndola a casa¡±.
Carmen Dora, presidente de la Comisi¨®n Racial de la Orden de Abogados de Brasil en S?o Paulo, tambi¨¦n cree que las denuncias est¨¢n aumentando. ¡°Intentamos hacer una estad¨ªstica porque recibimos muchas reclamaciones, pero no hay datos oficiales y a¨²n no conseguimos concluirla. Parece que es un asunto que no interesa. Todos, incluso la prensa, tenemos que ser m¨¢s incisivos para acabar con el falso discurso de que Brasil no es un pa¨ªs racista¡±, dice.
En febrero, la condena a una anciana obligada a pagar 6.000 d¨®lares por llamar a tres clientes de un centro comercial ¡°negros inmundos¡± y ¡°monos¡± marc¨® un precedente porque la juez orden¨® el ingreso inmediato en prisi¨®n de la se?ora. La legislaci¨®n prev¨¦ castigos severos contra este tipo de delito, calific¨¢ndolo como hediondo y el agresor no tiene derecho al pago de fianza. Pero el hecho de que la acusada tenga 72 a?os podr¨ªa haber atenuado la pena. El abogado de la anciana finalmente consigui¨® el habeas corpus para su cliente, pero una de las v¨ªctimas, Karina Chiaretti, asegura que no va a parar hasta ver a la mujer entre rejas. ¡°Yo solo creo que este episodio va a servir para algo cuando esa persona est¨¦ presa. Mientras no haya nadie que pare esas actitudes, van a continuar sucediendo¡±, dice Chiaretti.
La misma perseverancia demostr¨® la pareja blanca, Priscila Celeste y Ronald Munk, al denunciar, el a?o pasado, al empleado de un concesionario de BMW en R¨ªo de Janeiro, que mand¨® a su hijo negro, de siete a?os, salir de la tienda. La pareja, para proteger al menor, decidi¨® no denunciar el caso, pero su historia gan¨® tal repercusi¨®n que la propia Secretaria de Estado de Asistencia Social y Derechos Humanos llev¨® el caso a la Justicia. Perdieron por falta de pruebas, pero la pareja se convirti¨® en activista del respeto a la diversidad racial.
¡°Llega un momento en el que dejas de ir a un lugar porque las personas no paran de mirar a tu hijo, porque no puede dejarlo solo, porque s¨¦ que lo van a parar por creer que est¨¢ robando. Una tiene que o¨ªr en el club que ¨¦l no es socio, sino el hijo de un empleado...¡±, explic¨® la madre, por tel¨¦fono. El peque?o, adoptado por la familia de clase med¨ªa alta, es, seg¨²n la madre, el ¨²nico negro de la escuela, de la piscina, del club, de las fiestas de cumplea?os... ¡°Hoy s¨¦ que el no haber ido a la comisar¨ªa fue un error. Si no denuncio, estoy protegiendo el agresor. Pero, en aquel momento era ignorante, no conoc¨ªa la ley¡±, cuenta Celeste.
Para ella, como para las otras v¨ªctimas de discriminaci¨®n, ¡°el coraje de contar viene de la voluntad de cambiar las cosas¡± y porque la percepci¨®n de su hijo es mucho mayor de lo que ellos pensaban. El peque?o, recuerda la madre, le dijo un d¨ªa: ¡°Mam¨¢, querr¨ªa quitarme esta piel y colocar una de vuestro color¡±.
Esta semana en una emotiva entrevista, el ¨¢rbitro M¨¢rcio Chagas da Silva cont¨® p¨²blicamente que le llamaron ¡°mono salvaje¡± durante un partido entre el Esportivo y Veran¨®polis, equipos de Rio do Grande do Sul. Al llegar al aparcamiento, se encontr¨® su coche abollado y cubierto de pl¨¢tanos. Era la segunda vez que le insultaban durante un partido por ser negro y, por segunda vez, lo hizo p¨²blico. ¡°Tengo que mostrar a mi hijo la importancia que yo, como padre, tuve al denunciar una pr¨¢ctica que sucede continuamente en Brasil¡±, dijo Chagas da Silva, a la Globo News. El procurador Alberto Franco llevar¨¢ al Esportivo al Tribunal de Justicia Deportiva por discriminaci¨®n racista.
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