Brasil y Bolivia analizan los efectos de las inundaciones en dos represas

Bolivia y Brasil analizar¨¢n las causas de las peores inundaciones en el norte amaz¨®nico boliviano, que expertos locales atribuyen a las represas brasile?as de Santo Antonio y Jirau sobre el r¨ªo Madeira, que separa las dos naciones.

La Canciller¨ªa boliviana anunci¨® para este viernes la llegada del ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Luiz Antonio Figuereido, para iniciar conversaciones con el apoyo de grupos t¨¦cnicos de ambos pa¨ªses.

El presidente Evo Morales ¡ªque ha sobrevolado el territorio anegado del norte amaz¨®nico¡ª ha ordenado una investigaci¨®n que permita establecer si las graves inundaciones tienen relaci¨®n con las represas brasile?as.

El desastre ha causado la muerte de 100.000 cabezas de ganado

El canciller David Choquehuanca ha explicado, en La Paz, que ¡°primero tenemos que tener informaci¨®n cient¨ªfica concreta para saber en qu¨¦ medida la construcci¨®n de estas represas pueden afectar¡± al pa¨ªs.

Mientras que en el plano pol¨ªtico el asunto se trata con cautela, instituciones ambientalistas han recabado todas las observaciones t¨¦cnicas que se han hecho, tanto en Bolivia, Brasil y Per¨², desde 2004 hasta 2012 en torno a los graves efectos que iba a causar la ejecuci¨®n de los proyectos de las represas.

La mayor precipitaci¨®n pluvial registrada en los Andes y la cabecera amaz¨®nica de Bolivia en los ¨²ltimos meses ha aumentado el caudal de los r¨ªos de la cuenca boliviana que desembocan en los afluentes brasile?os al Amazonas. Adem¨¢s, los turbiones y las fuertes corrientes han arrastrado mucho sedimento que afecta los diques de las hidroel¨¦ctricas.

El drama se concentra en las represas de Santo Antonio y Jirau sobre el r¨ªo Madeira, que han dejado de generar energ¨ªa para concentrarse en evitar un desastre mayor: regular el caudal de las aguas tanto para evitar mayores inundaciones en Bolivia como para no dejar bajo agua a la ciudad de Porto Velho, en Rondonia ante la necesidad de abrir las compuertas de la represa para regular su capacidad de contenci¨®n.

La vicepresidenta del Foro Boliviano de Medio Ambiente (Fobomade), la ingeniero Patricia Molina, ha explicado a este peri¨®dico que los c¨¢lculos brasile?os de aumento de caudal en el r¨ªo Madeira son conservadores, en base al registro hidr¨¢ulico entre 1967 y 2008, con un m¨¢ximo hist¨®rico de 44.870 metros c¨²bicos por segundo.

¡°Los caudales actuales registran, al 21 de febrero, en Porto Velho, 51.700 metros c¨²bicos por segundo y en el r¨ªo Abun¨¢ sobrepasa los 50.000¡±, que superan con creces los c¨¢lculos realizados por los brasile?os. ¡°No tienen idea de lo que va a pasar ahora¡±, enfatiza Molina, al explicar que las crecidas m¨¢ximas est¨¢n por llegar pues se registran fundamentalmente en Abril y parte de marzo.

La ingeniero Molina coincide con muchos otros ambientalistas de Bolivia y Brasil en el hecho de considerar un grave error la construcci¨®n de dos represas, una sobre otra, ¡°en un mega r¨ªo¡± como es el Madeira, que recibe las aguas del caudaloso Mamor¨¦, del R¨ªo Ben¨ª y m¨¢s al norte, del Abun¨¢, para confluir en el Amazonas.

De otro lado, los proyectistas del pa¨ªs vecino optaron por cambiar el lugar de construcci¨®n de la represa de Jirau, unos diez kil¨®metros m¨¢s al norte, sin haber estudiado en detalle el curso del r¨ªo, que siempre es diferente. ¡°El Madeira tiene un tramo binacional que es encajonado y en el otro lado es meandrico¡±, explica Molina para hacer notar que ¡°no se puede hacer un estudio de una zona y aplicarlo en otra¡±.

Los expertos bolivianos, organizados en una comisi¨®n integrada adem¨¢s por representantes del Instituto Geogr¨¢fico Militar, la Armada y de Medio Ambiente, utilizaron toda la informaci¨®n del proyecto brasile?o para elaborar un estudio y advertir de los efectos adversos de las represas en las ¨¢reas de influencia de los r¨ªos, pero sus advertencias no fueron atendidas por las autoridades gubernamentales.

Las contratistas brasile?as aseguraron que la influencia de las dos represas hidroel¨¦ctricas iban a terminar en la frontera entre Brasil y Bolivia ¡°y de ah¨ª no iban a pasar¡±, seg¨²n explica la ambientalista Telma Monteiro, en su blog en la red.

La realidad es preocupante, pues ante el descontrol de las dos represas la opci¨®n brasile?a es, aparentemente, evitar las inundaciones en Porto Velho, en detrimento de los llanos amaz¨®nicos bolivianos comparativamente poco poblados, y dejar que los r¨ªos ¡°cambien de cauce¡±, es decir, que las aguas retrocedan e inunedn gran parte de Beni.

De momento, las p¨¦rdidas est¨¢n relacionadas con la gran disminuci¨®n de la pesca, la posible p¨¦rdida de especies que ¡°suben¡± del Atl¨¢ntico a ojos de agua del tr¨®pico boliviano para desovar, la inundaci¨®n en ¨¢reas donde crece la nuez amaz¨®nica silvestre y, hasta ahora, la muerte de m¨¢s de cien mil cabezas de reses del hato ganadero beniano y cerca de 200.000 damnificados.