Maestro, una de las profesiones peor remuneradas de Argentina
En cinco provincias argentinas los maestros cumplieron este martes el quinto d¨ªa consecutivo de huelga en demanda de un aumento de la n¨®mina en una proporci¨®n que los gobernadores no est¨¢n dispuestos a concederles
![Alejandro Rebossio](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F0fee85f4-1448-4055-a80f-6037d7476661.png?auth=58b5e7305414067a79d84cb3d59ed000dc9a54361d95abe1393e692885ea7c9d&width=100&height=100&smart=true)
![Capitanich (c) reunido con los dirigentes de sindicatos de educadores](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZH466BY2YEO7QLYML6JNWQLAWI.jpg?auth=87b8fe755d162a3e52b18046595eeb05532b56c82d196a14f1954e2c0c4ce8f7&width=414)
En cinco provincias argentinas los maestros cumplieron este martes el quinto d¨ªa consecutivo de huelga en demanda de un aumento de la n¨®mina en una proporci¨®n que los gobernadores no est¨¢n dispuestos a concederles. No hay clases en las escuelas de la provincia de Buenos Aires, donde asisten 3 millones de ni?os a la primaria y la secundaria, ni tampoco en las de Mendoza, Chaco, Jujuy y Chubut. En distritos importantes como Santa Fe, C¨®rdoba y la ciudad de Buenos Aires se acordaron alzas salariales del 30% o 31%, frente a una cifra similiar que ofrece el gobernador bonaerense, el kirchnerista moderado Daniel Scioli, pero en dos cuotas a lo largo del a?o. La de los docentes es la primera negociaci¨®n salarial despu¨¦s de la devaluaci¨®n del peso argentino de enero pasado, que ha elevado la inflaci¨®n a cerca del 30% anual y que ha deteriorado el poder adquisitivo de los trabajadores. Esta discusi¨®n ser¨¢ tomada como referente para otras de empleados p¨²blicos, aunque no para el sector privado, donde el temor al despido en tiempos de ca¨ªda del consumo puede desalentar las reclamaciones sindicales. Pero el conflicto de los maestros plantea otra cuesti¨®n: la de por qu¨¦ los maestros en Argentina no ganan lo suficiente y son de los profesionales peor pagados del pa¨ªs.
Los ¨²ltimos datos disponibles de la UNESCO, que comparan salarios anuales ajustados por el poder de compra, son de 2010. All¨ª figura que el salario de un maestro de primaria en Argentina comenzaba entonces en 13.768 d¨®lares y pod¨ªa llegar a 20.657. Estos guarismos seguramente han bajado a partir no solo de la devaluaci¨®n del peso sino de la inflaci¨®n de 2013, que super¨®, a diferencia de a?os anteriores, al alza media de salarios de toda la sociedad. La n¨®mina de Argentina es inferior a la de Chile, que va de 17.820 a 30.866 d¨®lares, y M¨¦xico, que oscila entre 14.302 y 30.602. En cambio, supera a los 6.011 de Paraguay o los 7.146 de Per¨². Si la comparaci¨®n es internacional, el salario docente argentino est¨¢ bien por debajo del de Espa?a (de 37.137 a 51.822), EE UU (de 36.858 a 52.137) o Alemania (de 46.456 a 61.209).
Si los salarios de los maestros de la provincia de Buenos Aires, donde viven casi cuatro de cada diez argentinos, se elevaran un 30% este a?o, el b¨¢sico llegar¨ªa a un nivel de 593 d¨®lares mensuales, un poco m¨¢s que los 444 del salario m¨ªnimo legal que rige para todos los trabajadores de Argentina y que este a?o tambi¨¦n deber¨¢ actualizarse. Dado que con esas remuneraciones es dif¨ªcil acceder a buen est¨¢ndar de vida, los docentes argentinos suelen acumular dos cargos, dan clases a la ma?ana en un curso y a la tarde en otro, ya sea en la misma escuela o en otra. As¨ª es que podr¨ªan acumular unos 1.186 d¨®lares. Es menos que los 2.600 que ganar¨ªan si fuesen un analista junior en el ¨¢rea de recursos humanos de una empresa o los 1.500 de un arquitecto de sistemas de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n.
Claro que los maestros argentinos estaban a¨²n peor antes de que el kirchnerismo llegara al poder en 2003. Entre ese a?o y 2012, su salario subi¨® el doble que la inflaci¨®n, al mismo tiempo que el Estado duplicaba la inversi¨®n en educaci¨®n del 3% del PIB al 6%.
¡°No creo que haya en Argentina otros profesionales peor pagados que los maestros¡±, opina la directora de la licenciatura en ciencias de la educaci¨®n de la Universidad de San Andr¨¦s, Paula Razquin. En el pasado lejano, pod¨ªan ser docentes aquellos que cursaban solo la escuela secundaria normal, pero con el tiempo solo se incorporan aquellos que hacen la carrera terciaria de magisterio, que antes se extend¨ªa por dos a?os y ahora llega a cuatro. ¡°Si se compara el salario del maestro con el promedio de la sociedad, no est¨¢ tan mal, pero ¨¦sa es una mala comparaci¨®n. Hay que compararlo con personas con otros estudios terciarios o universitarios. Quiz¨¢ el salario inicial del maestro no es tan distinto al de otros profesionales, pero su perspectiva de crecimiento salarial es m¨¢s reducida. Pero en los 80 y los 90 los docentes estaban peor¡±, recuerda Razquin.
A Patricia Alonso, docente de una escuela del suburbio bonaerense de Lan¨²s y psic¨®loga de 44 a?os, le sorprende que alguien considere profesional a un maestro porque considera que en Argentina nunca se lo valor¨®: ¡°El salario bajo es hist¨®rico. Desde el principio se plante¨® a la maestra como alguien que lo hace por vocaci¨®n, como una segunda madre. Solo los profesionales de la salud, como los psic¨®logos, ganamos tan mal en el Estado. Yo nunca so?¨¦ con vivir de la docencia¡±. Patricia gana 635 d¨®lares como orientadora educativa de una escuela especial y adem¨¢s atiende su consulta de psic¨®loga. Reconoce que su n¨®mina de docente mejor¨® en los primeros a?os del kirchnerismo, pero dej¨® de hacerlo en los ¨²ltimos a?os de alta inflaci¨®n, o sea, desde 2007. ¡°Yo no s¨¦ ad¨®nde va la inversi¨®n en educaci¨®n porque el salario dej¨® de subir y en mi escuela hay pasillos sin luz, no hay ventiladores y hay estufas que no andan¡±, lamenta la maestra, que adhiere a la huelga, como la inmensa mayor¨ªa de sus colegas Pero en casi 11 a?os de gobiernos kirchneristas se han construido 1.665 escuelas, entre las de niveles inicial, primario y secundario.
Adem¨¢s del salario, el problema de los maestros argentinos es tambi¨¦n la carga horaria de trabajo. Como suelen dar clases a la ma?ana y a la tarde, deben usar horas de su tiempo personal para planificar el curso, actualizarse, preparar las clases, corregir trabajos y reunirse con los padres de los alumnos. ¡°Lo deseable ser¨ªa que a la ma?ana diesen clases y a la tarde hicieran el resto¡±, observa la directiva de la Universidad de San Andr¨¦s.
Claro que la presidenta de Argentina, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, reproch¨® el pasado d¨ªa 1, en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, el alto nivel de ausentismo de muchos docentes: ¡°No es justo que el que va todo el a?o cobre lo mismo que el que va cada muerte de obispo". Por eso su Gobierno propuso en la negociaci¨®n salarial que los maestros cobraran un adicional por presentismo.
¡°El del ausentismo es un tema muy delicado¡±, comenta Razquin. ¡°Puede que los padres llevan a los ni?os a la escuela y no hay maestro, pero antes hab¨ªa suplentes, y ahora no porque es caro tenerlos¡±, a?ade la investigadora. En su escuela, Patricia admite que es dif¨ªcil conseguir suplentes. Cada vez menos j¨®venes quieren seguir la carrera docente. ¡°El maestro a veces elige esta profesi¨®n de bajo prestigio social, que le exige trabajar en su casa, lidiar con los padres y los alumnos, porque sabe que, a cambio, el estatuto docente les da muchos d¨ªas de licencia (excedencia) por enfermedad u otros motivos¡±, observa Razquin. ¡°Pero el ausentismo no es un fen¨®meno solo de los maestros sino de todos los empleados p¨²blicos. La diferencia es que los padres notan m¨¢s la ausencia del maestro¡±, a?ade la investigadora. Tambi¨¦n los empresarios comentan el alto nivel de faltas de los obreros en las f¨¢bricas del pa¨ªs. Pero en estos d¨ªas la agenda p¨²blica argentina se centra en las escuelas p¨²blicas cerradas en la provincia de Buenos Aires y los padres que deben arregl¨¢rselas para cuidar de sus hijos, mientras el Gobierno bonaerense, con cuentas fiscales complicadas, no cede a la reclamaci¨®n por un salario que al menos mantenga el poder de compra. Este mi¨¦rcoles continuar¨¢ la huelga.
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