Muere a los 88 a?os el exministro laborista brit¨¢nico Tony Benn
El pol¨ªtico, que desde hac¨ªa un tiempo estaba enfermo, ha fallecido en su casa del oeste de Londres, seg¨²n sus hijos
Tony Benn ha sido uno de los grandes referentes de la izquierda brit¨¢nica, un pol¨ªtico que se mantuvo aferrado a los postulados socialistas cuando el Partido Laborista se desprendi¨® de ellos y que se volc¨® en el activismo radical una vez finiquitado medio siglo de vida parlamentaria. El antiguo diputado y ministro, otrora bestia negra de los sectores conservadores y tambi¨¦n un personaje inc¨®modo para los art¨ªfices del giro al centro del Labour, acab¨® gan¨¢ndose el respeto mayoritario en los ¨²ltimos a?os por sus inquebrantables principios. A ra¨ªz de su muerte, a los 88 a?os, incluso aquellos oponentes han calificado su figura de ¡°tesoro nacional¡± (national treasure).
La ¨²ltima comparecencia p¨²blica de Benn, ya evidentes los estragos de una salud precaria, se produjo el pasado diciembre en el homenaje que se dedic¨® en Westminster a Nelson Mandela, una de las figuras internacionales a las que conoci¨® a lo largo de su temprana y dilatada carrera. Hijo y nieto de pol¨ªticos, el miembro m¨¢s joven que ingresaba en el Parlamento formado en 1950 provoc¨® un notable revuelo al renunciar ¡ªhasta entonces un in¨¦dito¡ª al t¨ªtulo hereditario de vizconde que le correspond¨ªa tras la muerte de su padre, William Wedgwood Benn, un diputado liberal reciclado en laborista.
Benn se estren¨® sin embargo en la pol¨ªtica con un talante bastante moderado, pero pronto dio un viraje a la izquierda que ¨¦l mismo atribuy¨® a su experiencia en los gobiernos laboristas de Harold Wilson (1964-70) y James Callaghan (1976-79). En aquellos a?os era habitualmente vilipendiado desde la prensa de signo conservador por su posici¨®n antiestablishment, que lleg¨® a reclamar en su d¨ªa la supresi¨®n de la imagen de la reina de los sellos de correos. Aunque gozaba de un amplio apoyo entre los activistas del Labour, en 1981 perdi¨® en la liza para convertirse en n¨²mero dos del partido por un estrecho margen del 1%. Siete a?os m¨¢s tarde volvi¨® a salir derrotado, esta vez n¨ªtidamente, cuando opt¨® al liderazgo laborista.
Reneg¨® del giro centrista promovido en su partido por Tony Blair y sigui¨® haci¨¦ndolo cuando, en 2001, abandon¨® definitivamente su esca?o del Parlamento. Se fue, dijo entonces, ¡°para dedicarle m¨¢s tiempo a la pol¨ªtica¡±. Y lo cumpli¨® con sus art¨ªculos, intervenciones p¨²blicas y especialmente su activo papel en la campa?a contra la invasi¨®n de Irak. Benn fue el ¨²ltimo occidental en entrevistarse con Saddam Hussein semanas antes de aquella guerra: ¡°Quer¨ªa preguntarle a la cara si ten¨ªa un arsenal de armas de destrucci¨®n masiva. Me asegur¨® que no, y acab¨® resultando que dec¨ªa la verdad¡±. Su papel de presidente del movimiento antib¨¦lico Stop the War le brind¨® gran popularidad entre los j¨®venes, y su exitosa gira por teatros del pa¨ªs en la que hablaba de las experiencias del pasado y de los retos del futuro (Una Velada con Tony Benn) confirm¨® su don de gentes. Incluso logr¨® cautivar a las audiencias del festival de m¨²sica de Glastonbury cuando fue invitado al evento l¨²dico m¨¢s se?alado del calendario estival.
En ese tr¨¢nsito desde el controvertido pol¨ªtico hasta la figura respetada y entra?able en que se convirti¨®, nunca dej¨® de defender los logros sociales de la izquierda frente a los excesos del capitalismo. ¡°?Socialismo? El socialismo es una idea democr¨¢tica. La decisi¨®n m¨¢s socialista que hemos tomamos en la historia de este pa¨ªs result¨® ser tambi¨¦n la m¨¢s popular: el NHS¡±, subrayaba en una de sus entrevistas m¨¢s recientes sobre el sistema brit¨¢nico de sanidad p¨²blica y la necesidad de preservarlo.
Despu¨¦s de sufrir un ataque al coraz¨®n en 2012, Benn se retir¨® definitivamente de la luz p¨²blica. En aquel tiempo asegur¨® que no le tem¨ªa a la muerte, porque la desaparici¨®n de su esposa Carolina catorce a?os antes le hab¨ªa ayudado a enfrentarse a la idea. Tambi¨¦n esboz¨® una suerte de epitafio propio: ¡°Me gustar¨ªa ser recordado como alguien que estimul¨® a la gente, eso es todo. Cuando hablo con los j¨®venes les digo ?Os debo una disculpa porque mi generaci¨®n hizo del mundo una bazofia, matando a cien millones de personas en dos guerras mundiales. Vuestra generaci¨®n tiene que hacerlo mejor?¡±.
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