Vlad¨ªmir el d¨¦bil
El presidente ruso se las ha arreglado para reunir una amplia alianza de naciones en su contra
La toma de Crimea por parte de Vlad¨ªmir Putin no es una muestra de su fortaleza, sino una manifestaci¨®n de su debilidad. Se siente inseguro y eso le lleva a cometer errores. Esta interpretaci¨®n sorprender¨¢ a quienes creen que el l¨ªder ruso es el hombre m¨¢s poderoso del mundo. As¨ª lo design¨®, por ejemplo, la revista Forbes, que lo puso en cabeza de su lista de los l¨ªderes m¨¢s influyentes del planeta, por encima de Barack Obama, el presidente chino Xi Jinping, el papa Francisco, Angela Merkel o Bill Gates.
Para muchos, la agresiva reacci¨®n de Putin a los acontecimientos de Ucrania y la anexi¨®n de Crimea ¡ªla m¨¢s importante en territorio europeo desde la II Guerra Mundial¡ª son una confirmaci¨®n adicional de su incontenible poder. L¨¢stima que, como escribe David Ignatius en el Washington Post, ¡°Putin gan¨® Crimea, pero perdi¨® el resto del mundo¡±. As¨ª es. Putin se las ha arreglado para amalgamar una amplia alianza de naciones en su contra.
Para calibrar correctamente este reciente despliegue de poder de Putin es bueno recordar el contexto. V¨ªctor Yanuk¨®vich, el derrocado presidente de Ucrania, y quien para muchos era un subordinado del Kremlin, estaba a punto de firmar un acuerdo comercial con la Uni¨®n Europea. Putin intervino a ¨²ltima hora y orden¨® a Yanuk¨®vich que renegara de los compromisos que ya hab¨ªa acordado con Europa. Esto llev¨® a miles de ucranios a las calles a protestar y la brutal represi¨®n del Gobierno, en vez de apagar las protestas, las encendi¨® a¨²n m¨¢s, hasta el punto de que Yanuk¨®vich tuvo que refugiarse en Rusia.
El sentimiento antirruso en Ucrania se generaliza e intensifica, un Gobierno interino estrecha lazos econ¨®micos y militares con Europa y Estados Unidos y la ascendencia de Putin en Ucrania pasa de mucha a muy poca. Es as¨ª como el hombre m¨¢s poderoso del mundo pierde un pa¨ªs que desde siempre ha formado parte de la ¨®rbita rusa. ?Su reacci¨®n? Tomar Crimea, un territorio sobre el cual Mosc¨² ya ten¨ªa enorme control y donde goza de un amplio apoyo entre la poblaci¨®n de origen ruso. ?Y qu¨¦ m¨¢s logr¨® Putin? Enemistarse con Alemania, el gigante europeo cuya obsesiva postura hasta ahora hab¨ªa sido la de conciliar con Rusia y evitar a toda costa los antagonismos. Un tercio del gas y petr¨®leo que Alemania consume viene de Rusia, y Berl¨ªn tiene enormes intereses econ¨®micos en juego. Pero ni eso logr¨® atenuar la reacci¨®n sin precedentes de Angela Merkel, quien acus¨® a Putin de estar actuando seg¨²n ¡°la ley de la selva¡±. Merkel est¨¢ adem¨¢s liderando a Europa en la b¨²squeda de sanciones y otras represalias contra el Kremlin.
Putin ¡°est¨¢ en otro mundo¡±, dijo la canciller alemana despu¨¦s de otra de sus maratonianas conversaciones telef¨®nicas en las que intent¨® sin ¨¦xito persuadirlo de cambiar sus decisiones. ?Y cu¨¢l, entonces, es el mundo en el que vive Vlad¨ªmir Putin? Es un mundo lleno de enemigos suyos y de Rusia, plagado de conspiraciones dentro y fuera de su pa¨ªs para derrocarlo y para minimizar la influencia internacional de Mosc¨²; un mundo donde solo se puede ganar si otros pierden.
Y, en este contexto, ?qu¨¦ busca Putin? ?cu¨¢les son sus objetivos? Corregir hasta donde se pueda las consecuencias de lo que en 2005, y refiri¨¦ndose al colapso de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, llam¨® ¡°la mayor cat¨¢strofe geopol¨ªtica del siglo¡±. Putin tambi¨¦n ha dicho que su misi¨®n es restituir la grandeza de Rusia y su influencia en el mundo, as¨ª como protegerla del decadente contagio moral y cultural que le llega de Occidente. Pero hay m¨¢s: resulta obvio que una de sus principales preocupaciones es impedir que en Rusia estalle una revoluci¨®n de colores como las que sacudieron a varias naciones de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica y los Balcanes o, peor a¨²n, una primavera como las del mundo ¨¢rabe.
Putin sabe que su debilidad fuera de sus fronteras puede darle ¨¢nimo a sus muchos opositores internos. Y tambi¨¦n sabe que la econom¨ªa flaquea, que sus recursos econ¨®micos son hoy m¨¢s limitados que antes, que ha convertido a Rusia en un petroestado que depende como nunca antes del gas y el petr¨®leo, que la corrupci¨®n reina, las instituciones son fr¨¢giles, los oligarcas est¨¢n envalentonados y los rusos comunes, preocupados.
Termino con el comentario de uno de los m¨¢s agudos observadores de la Rusia contempor¨¢nea. Seg¨²n David Remnick, ¡°Putin se arriesga no solo a alienarse de Occidente y de Ucrania¡ sino de la misma Rusia. Su sue?o de seguir en el poder hasta 2024, y de ser el m¨¢s formidable constructor del Estado ruso desde Pedro el Grande puede encallar en la pen¨ªnsula de Crimea¡±.
Estoy en twitter @moisesnaim
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