Europa ensaya un dif¨ªcil alejamiento de Rusia

Poco antes de que Vlad¨ªmir Putin llegara al poder, los mandatarios rusos y comunitarios instauraron la costumbre de citarse dos veces al a?o (una en Rusia y la otra en Europa) para gestionar sus m¨²ltiples intereses comunes. El encuentro inclu¨ªa una cena de trabajo en la que las c¨²pulas de ambos bloques negociaban de forma distendida. Esos encuentros, celebrados desde 1997, corren el riesgo de interrumpirse si los Veintiocho cumplen esta semana la amenaza de suspender la pr¨®xima cumbre bilateral de junio. Con pasos como este, la UE se adentra en una nueva relaci¨®n con Rusia, que sustituye el actual marco de di¨¢logo por otro de consecuencias imprevisibles.

Reino Unido es el pa¨ªs m¨¢s partidario de abrir un nuevo marco de relaciones a consecuencia del desaf¨ªo de Crimea. Su ministro de Asuntos Exteriores, William Hague, propuso el lunes al resto de colegas europeos que preparen el terreno ¡°para una relaci¨®n diferente con Rusia¡±. Antes de concretar en qu¨¦ consiste ese nuevo escenario, Hague ya ha ofrecido una peque?a muestra de sus intenciones. El titular de Exteriores anunci¨® este martes mismo una suspensi¨®n de la cooperaci¨®n militar con Rusia, una medida de corto alcance (en la pr¨¢ctica supone cancelar ejercicios militares previstos entre ambos Ej¨¦rcitos), pero que apunta a una escalada de castigos que ha arrancado esta semana con la primera imposici¨®n de sanciones europeas a Mosc¨².

Reino Unido es el m¨¢s partidario de adoptar cambios por el desaf¨ªo de Crimea

Los expertos dudan de que esa nueva aproximaci¨®n implique romper los lazos existentes hasta ahora. Porque las econom¨ªas rusa y europea est¨¢n cada vez m¨¢s entrelazadas. Rusia es el tercer socio comercial de la UE y ninguno de los dos bloques puede prescindir f¨¢cilmente del otro. M¨¢s de la mitad de las exportaciones rusas se dirigen a los pa¨ªses comunitarios, mientras estos compran a los vecinos rusos el 30% del gas que consumen (un porcentaje, pese a todo, algo inferior al de hace unos a?os). En el caso de los pa¨ªses del Este, la dependencia energ¨¦tica es casi absoluta. ¡°Es dif¨ªcil mantener a los europeos juntos en esta partida porque la distribuci¨®n de costes [de las sanciones] es muy desigual entre los pa¨ªses¡±, reflexiona Georg Zachmann, experto del laboratorio de ideas Bruegel.

Por el momento, Bruselas ha suspendido casi todas las negociaciones que manten¨ªa abiertas con Rusia. Los expertos ya no discuten de c¨®mo mejorar su relaci¨®n comercial ni del proyecto de eliminar los visados para circular entre ambos territorios. Tampoco parece probable que contin¨²e una discusi¨®n que comenz¨® la semana pasada, destinada a convencer a Rusia de que el acuerdo de asociaci¨®n que la UE pretend¨ªa firmar con Ucrania ¡ªy que fue el origen de todas las revueltas que han acabado con el cambio de r¨¦gimen en Kiev y la posterior rebeli¨®n de Crimea¡ª no le perjudica. ¡°La situaci¨®n es muy complicada y fluct¨²a continuamente. Los pr¨®ximos d¨ªas van a marcar la relaci¨®n para a?os venideros¡±, asegura una fuente europea.

La deriva de Putin, con la incorporaci¨®n formal de Crimea a su pa¨ªs, ha dejado at¨®nita a la UE. Impotentes ante este movimiento unilateral de fronteras, los presidentes de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, y del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, prometieron este martes ¡°una respuesta europea unida¡± en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que comenzar¨¢ este mi¨¦rcoles en Bruselas, con Ucrania como punto principal. La UE ¡°no reconoce ni reconocer¨¢ la anexi¨®n de Crimea y Sebastopol a la Federaci¨®n Rusa¡±, insistieron los dos mandatarios en un comunicado conjunto.

Bruselas ha suspendido ya todas las negociaciones abiertas con Mosc¨²

La duda reside en determinar hasta qu¨¦ punto los europeos avanzan juntos en esa nueva relaci¨®n. Reduciendo importaciones y restringiendo la pol¨ªtica de visados, Bruselas puede hacer mucho da?o a Rusia, cuya econom¨ªa no atraviesa los mejores momentos. Pero la estrategia de Mosc¨² parece orillar esos elementos para centrarse en cultivar la gloria nacionalista, un discurso que est¨¢ elevando enormemente la popularidad de Putin. ¡°En las sanciones no se trata tanto de ver cu¨¢nto dolor pueden infligir los europeos, sino de cu¨¢nto se puede aceptar [por parte rusa]¡±, resume el analista de Bruegel.