Holanda vota en unas elecciones municipales marcadas por el desinter¨¦s ciudadano

La descentralizaci¨®n del estado holand¨¦s de bienestar derivada de la crisis, dejar¨¢ en manos de los ayuntamientos el cuidado de ancianos y dependientes, adem¨¢s de la asistencia social en su m¨¢s amplio sentido. Aunque se pretende que gran parte de las ayudas oficiales pasen a manos de familias, vecinos y voluntarios, sus efectos no se notan todav¨ªa. Los presupuestos de que dispondr¨¢n los consistorios en este terreno, y sus atribuciones, est¨¢n siendo discutidos en el Parlamento, y el comp¨¢s de espera puede ser largo. De ah¨ª que las elecciones municipales de este mi¨¦rcoles -en unos 380 municipios- est¨¦n marcadas por cierto desinter¨¦s ciudadano. Las preguntas que s¨ª interesan a 12,5 millones de votantes (de 16,7 millones de habitantes) se refieren al precio del transporte p¨²blico, instalaciones deportivas y eventos culturales, as¨ª como el mantenimiento de zonas verdes. A la vista de que los sondeos pronostican una participaci¨®n del 43% (en 2010 fue del 54%), considerada una cifra baj¨ªsima, los l¨ªderes de los partidos nacionales se han lanzado a la caza de votos como en unas legislativas.

De momento, el mejor situado es Geert Wilders, el pol¨ªtico xen¨®fobo y anti musulm¨¢n. Se presenta solo en La Haya y Almere, una ciudad dormitorio cercana a ?msterdam, pero las encuestas auguran un aumento espectacular de sus concejales. Entre sus propuestas figura la expulsi¨®n de los inmigrantes de Europa central y del este que pierdan el empleo en Holanda; la salida forzosa de la ciudad de los delincuentes (con sus familias) que atemoricen al vecindario; alojar a los ¡°asociales¡± en contenedores habilitados como vivienda en las afueras y suprimir las tasas pagadas por turistas y due?os de perros. Por si acaso, el resto de los partidos de La Haya ha advertido ya de que no piensan pactar con ¨¦l una coalici¨®n local.

Para el resto de los partidos, la diferencia de votos es mucho m¨¢s ajustada. En ?msterdam, por ejemplo, corren parejos liberales de derecha y socialdem¨®cratas. En Rotterdam, otro partido contrario a la inmigraci¨®n y cercano a la extrema derecha (Leefbaar Rotterdam), puede alzarse con el triunfo. La ciudad portuaria tiene el primer alcalde de origen marroqu¨ª y musulm¨¢n del pa¨ªs, Ahmed Aboutaleb, nombrado en 2008. En Utrecht, los ¡°verdes¡± podr¨ªan ser apeados de la primera fila consistorial. Y en La Haya, el actual alcalde, Jozias van Aartsen, liberal de derecha y exministro de Exteriores, ha reconocido que el partido de Wilders ¡°nunca ha creado problemas en las votaciones¡±. ¡°Est¨¢n de acuerdo en todo, el problema llega en cuanto se tocan asuntos relacionados con la inmigraci¨®n y la integraci¨®n¡±, dijo la pasada semana, durante un almuerzo con la prensa internacional.

Mark Rutte, primer ministro liberal, ha hecho un llamamiento al electorado al depositar su papeleta en una escuela de su barrio, en La Haya. ¡°Hay que apoyar a los miles de concejales que trabajan duro al frente de los consistorios¡±, ha dicho. ?l vot¨® temprano, aunque los primeros colegios abrieron a las 05.00 horas de la madrugada. El resto franque¨® la entrada a las 07.30 (hora peninsular espa?ola). A las nueve de la noche cerrar¨¢n todos y el recuento ser¨¢ lento ya que se efectuar¨¢ a mano. Entre los avances electorales holandeses, que permiten votar en estaciones de ferrocarril e iglesias a los vecinos de las distintas urbes, adem¨¢s de hacerse el correspondiente autorretrato con el m¨®vil, los populares ¡°selfies¡±, no aparecen los alcaldes.

Hasta 2002, eran escogidos a puerta cerrada por los concejos municipales previa presentaci¨®n de una terna elaborada por los partidos. El sistema, muy criticado, serv¨ªa para que las grandes fuerzas pol¨ªticas mantuvieran el equilibrio entre el Gobierno y los poderes locales. En otras palabras, se repart¨ªan el cargo, ratificado luego por el monarca. Desde entonces, las candidaturas son libres, pero los regidores siguen sin ser escogidos de forma directa por la ciudadan¨ªa.