Las municipales holandesas consolidan al xen¨®fobo Wilders
Los partidos de la coalici¨®n de Gobierno salen derrotados Los socialdem¨®cratas pierden el control en ?msterdam por primera vez desde 1946
Las elecciones municipales celebradas este mi¨¦rcoles en Holanda castigaron al Gobierno de centro izquierda y consolidaron la posici¨®n del l¨ªder xen¨®fobo y antimusulm¨¢n, Geert Wilders, en Almere (ciudad dormitorio cercana a ?msterdam). Wilders solo se presentaba all¨ª y en La Haya, donde los liberales de izquierda le arrebataron el primer puesto. A escala nacional, la victoria fue para estos ¨²ltimos, junto con los socialistas radicales y los partidos locales, que han conseguido la mayor¨ªa de los concejales en los 380 consistorios en liza. Le¨ªdos en clave legislativa, los resultados supondr¨ªan un varapalo para las dos grandes formaciones que han dominado la vida nacional durante d¨¦cadas: liberales de derecha y socialdem¨®cratas. El golpe fue especialmente doloroso para la socialdemocracia, que perdi¨® incluso el control del Concejo en ?msterdam, que dominaba desde 1946.
Los alcaldes no estaban en juego en los comicios. En lugar de ser nombrados directamente por los ciudadanos, son escogidos por los propios concejales en virtud de unas candidaturas abiertas.
Unos 12,5 millones de holandeses pod¨ªa votar y el ¨ªndice de participaci¨®n fue del 53%, el m¨¢s bajo de la historia en una consulta local. Wilders le ha robado protagonismo a sus colegas con sus soflamas contra los inmigrantes y frases como: ¡°La seguridad de las grandes ciudades mejorar¨ªa si hubiera menos marroqu¨ªes¡±. Un vecino de La Haya le ha demandado por estas palabras. Durante la celebraci¨®n de los resultados en La Haya, Wilders preguntaba a sus seguidores: ¡°?Quer¨¦is que haya m¨¢s marroqu¨ªes o menos en esta ciudad?¡±. Y estos le jaleaban ¡°?menos!¡±. A su vez, el pol¨ªtico piensa denunciar a un rapero por filmar un v¨ªdeo donde le presenta de rodillas con varias pistolas apuntando a su cabeza.
Los l¨ªderes pol¨ªticos han hecho filigranas para entusiasmar al electorado. Aunque a escala local pesa el precio del transporte p¨²blico, zonas verdes, instalaciones deportivas y el acceso a eventos culturales, el recorte del Estado de bienestar cambiar¨¢ pronto la labor de los poderes locales. En sus manos quedar¨¢ el cuidado de ancianos, dependientes y menores con problemas en la nueva ¡°sociedad participativa¡± ideada por el Ejecutivo. De ah¨ª que el d¨²o gobernante haya intentado tranquilizar al electorado. Mark Rutte, primer ministro liberal, pidi¨® apoyo ¡°para los miles de concejales que trabajan duro al frente de los consistorios¡±, al depositar su voto en La Haya.
Durante la jornada hubo algunos momentos curiosos: un hombre vestido con un niqab, el velo que deja solo los ojos libres, ha intentado votar haci¨¦ndose pasar por mujer. Un pensionista falleci¨® en el interior de un colegio electoral, y los pacientes del Hospital Universitario de Groningen (al norte del pa¨ªs) ten¨ªan las urnas en el vest¨ªbulo. Y una mujer, Lilian Janse, de 41 a?os, ha hecho historia. Es la primera vez que el partido calvinista permite una candidata femenina y ha salido elegida en Vlissingen, ciudad portuaria al suroeste del pa¨ªs. Los calvinistas creen que la mujer debe dedicarse a la familia y no a la pol¨ªtica.
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