Un atentado contra un hotel de lujo en Kabul causa nueve muertos
Entre las v¨ªctimas mortales figuran dos ni?os y cuatro extranjeros Las autoridades responsabilizan del ataque a los talibanes Afganist¨¢n celebrar¨¢ elecciones presidenciales el 5 de abril
No hay lugar seguro en Kabul. Tal parece ser el mensaje de los talibanes tras el ataque anoche contra el hotel Serena, considerado un oasis dentro de la capital afgana. Tras su inicial silencio, el Ministerio del Interior reconoc¨ªa hoy viernes la muerte, adem¨¢s de los cuatro asaltantes, de nueve civiles, entre ellos dos ni?as peque?as a quienes los terroristas mataron a sangre fr¨ªa de un tiro en la cabeza. Del resto, cuatro son extranjeros, incluido un paraguayo llegado para observar las elecciones presidenciales del pr¨®ximo 5 de abril que los insurgentes quieren frustrar.
¡°Nuestra primera conclusi¨®n es que desgraciadamente hubo un fallo de las medidas de seguridad¡±, ha declarado el portavoz del Ministerio del Interior, Sediq Sediqqi durante una conferencia de prensa, en la que mostr¨® fotos de las seis pistolas empleadas en el ataque, as¨ª como la munici¨®n que portaban los asaltantes. ¡°Es un gran interrogante c¨®mo pudieron entrar, cuando el hotel tiene equipos [para detectar armas]¡±, a?adi¨®.
Sediqqi anunci¨® que la polic¨ªa estaba interrogando al personal y los responsables de seguridad del hotel, aunque de momento no se hab¨ªan realizado detenciones. Tambi¨¦n se declar¨® convencido de que el atentado iba directamente dirigido a las pr¨®ximas elecciones y culp¨® a Pakist¨¢n, cuyas escuelas cor¨¢nicas, dijo, hab¨ªan dado vacaciones a los estudiantes para que pudieran cruzar a Afganist¨¢n a crear problemas.
¡°Los atacantes han disparado a las dos ni?as en la cabeza. Es un acto de terrorismo brutal¡±, ha precisado el portavoz. Las peque?as eran hijas del conocido periodista afgano Sardar Ahmad, reportero de la agencia France Presse y fundador de Pressistan, que tambi¨¦n ha perecido en el asalto junto a su esposa. Un tercer hijo de la pareja est¨¢ gravemente herido. La familia celebraba, como otros presentes, la entrada del Noruz, o a?o nuevo persa. El presidente afgano, Hamid Karzai, ha expresado sus condolencias en un comunicado.
De los cuatro extranjeros muertos, dos mujeres y dos hombres, s¨®lo estaba clara la identidad del ex diplom¨¢tico paraguayo Luis Mar¨ªa Duarte, cuyo fallecimiento fue confirmado por el Ministerio de Exteriores de su pa¨ªs. Duarte trabajaba en la misi¨®n electoral del National Democratic Institute, una ONG dedicada a promover la democracia, y era su segunda estancia en Afganist¨¢n.
Anoche a¨²n hab¨ªa cierta confusi¨®n sobre las nacionalidades del resto. Sediqqi corrigi¨® una primera informaci¨®n y dijo que dos eran de Bangladesh y una mujer de Canad¨¢. Pero seg¨²n un portavoz del Ministerio de Exteriores de ese pa¨ªs, citado por France Presse, fueron dos ciudadanos canadienses resultaron muertos. Tampoco est¨¢ clara la identidad de la quinta v¨ªctima afgana.
El ataque comenz¨® poco antes de las nueve de la noche hora local (las cinco y media de la tarde hora peninsular espa?ola). De acuerdo con el relato de Sediqqui, cuatro adolescentes lograron pasar los controles de seguridad con peque?as pistolas escondidas en los calcetines y se dirigieron al restaurante del hotel. All¨ª empez¨® a disparar contra los comensales, provocando la huida despavorida de quienes lograron reaccionar a tiempo. Algunos se pusieron a salvo en el refugio del hotel; otros se refugiaron en sus habitaciones desde donde enviaron mensajes al exterior alertando de lo sucedido.
Cuando la noticia trascendi¨®, ya hab¨ªan llegado al lugar las fuerzas especiales de la polic¨ªa que rodearon el edificio y se dedicaron a buscar a los atacantes con la orden de disparar a matar. Dos de ellos fueron abatidos en el propio restaurante, uno en un aseo en el que se hab¨ªa escondido y el cuarto en los alrededores del establecimiento. Pasaron tres horas antes de que concluyera la operaci¨®n policial.
En los ¨²ltimos meses, los talibanes han intensificado su violencia contra los extranjeros, lo que ha forzado a las organizaciones internacionales a reducir el personal para el seguimiento de las elecciones. El pasado 17 de enero, un comando suicida atent¨® contra un restaurante liban¨¦s, causando la muerte de 21 personas, 13 de ellas extranjeros. El 11 de marzo, un periodista anglosueco fue asesinado a plena luz del d¨ªa en el barrio de Wazir Akbar Khan, donde se sit¨²a numerosas embajadas.
Aunque ya fue objeto de un atentado en 2008, el Serena, situado en las proximidades del Palacio Presidencial, estaba considerado el hotel m¨¢s protegido de Kabul. All¨ª se suelen alojar los dignatarios extranjeros que visitan la capital y es tambi¨¦n frecuentado por destacados pol¨ªticos afganos. Al menos 18 funcionarios de la ONU se encontraban dentro el momento del ataque, adem¨¢s de un n¨²mero indeterminado de extranjeros que han acudido para observar las pr¨®ximas elecciones.
La brecha de seguridad ha sorprendido a quien8es conocen el lugar. Las tres puertas de acceso al hotel est¨¢n fuertemente custodiadas. Los visitantes tienen que depositar sus armas antes de acceder al vest¨ªbulo, adem¨¢s de pasar por un detector de metales y un cacheo manual. Fuera, decenas de hombres armados patrullan alrededor.
El portavoz talib¨¢n que contact¨® con varios medios locales para responsabilizarse del ataque dijo que los hombres hab¨ªan entrado por una puerta trasera, lo que contradice la versi¨®n oficial. Tampoco est¨¢ claro por qu¨¦ en la noche del jueves, cuando concluy¨® la operaci¨®n policial, las autoridades se negaron a informar sobre las v¨ªctimas.
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