?Por qu¨¦ el conflicto ucranio no va a provocar otra crisis energ¨¦tica en Europa?
Ante la naturaleza sumamente impredecible de los acontecimientos, la UE debe estar preparada para lo peor: un bloqueo a largo plazo del suministro de gas procedente de Rusia
La crisis actual de Ucrania nos hace rememorar la del a?o 2009, cuando el conflicto entre Ucrania y Rusia provoc¨® la interrupci¨®n del suministro de gas natural y una crisis energ¨¦tica de dos semanas que afect¨® seriamente a 18 pa¨ªses. El precio del gas natural en el mercado spot aument¨® un 40% en toda Europa, hasta los 32 d¨®lares por megavatio hora.
Mientras las consecuencias geopol¨ªticas del conflicto que est¨¢ agitando Ucrania son mucho mayores que las de 2009, el impacto econ¨®mico para el resto de Europa ser¨¢ m¨¢s limitado, al menos a corto plazo, ya que la Uni¨®n Europea depende mucho menos de los gasoductos que atraviesan Ucrania, posee m¨¢s reservas de gas natural y tiene mejores opciones para sustituir el gas ruso con gas natural licuado (GNL) disponible en el mercado mundial. El hecho de que el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania se est¨¦ produciendo cerca de la primavera, cuando el consumo de gas cae de forma dr¨¢stica, tambi¨¦n reduce su potencial impacto.
Si la crisis de Ucrania se extendiera m¨¢s all¨¢ del verano, sus consecuencias para el resto de Europa ser¨ªan m¨¢s severas, dado que el gasoducto Brotherhood, que conecta Rusia con Eslovaquia, Austria, Italia, la Rep¨²blica Checa y Alemania a trav¨¦s de Ucrania, transporta el 15% del gas natural que se consume en Europa, y supone un tercio de las importaciones de gas. Un bloqueo supondr¨ªa un repunte de los costes energ¨¦ticos en Europa que perjudicar¨ªa a todos, desde los ciudadanos hasta la industria.
Las consecuencias a corto plazo de un hipot¨¦tico bloqueo de los gasoductos ucranios quedar¨¢n mitigadas por los siguientes cambios estructurales que se han producido en los ¨²ltimos a?os:
En primer lugar, Europa dispone de nuevos gasoductos alternativos, como el Nord Stream, inaugurado en 2011, que transcurre bajo el Mar B¨¢ltico y une Rusia directamente con Alemania, el mayor mercado de gas de la UE. A su vez, los nuevos gasoductos de interconexi¨®n conectan entre s¨ª los mercados de gas de los pa¨ªses de Europa Central. El Nord Stream, aunque puede transportar menos de la mitad que el gasoducto Brotherhood, est¨¢ operando actualmente a un 45% de su capacidad, de 55 billones de metros c¨²bicos (bcm), por lo que se puede aumentar considerablemente el flujo de gas que transporta. De hecho, son varios los gasoductos que pueden invertir los flujos de gas de Oriente a Occidente, cosa que permitir¨ªa que muchos pa¨ªses de Europa Oriental, incluida Ucrania, importaran gas a trav¨¦s de sus vecinos.
En segundo lugar, Europa tiene a su disposici¨®n nuevas opciones de suministro de GNL. Desde 2009, se han abierto varias terminales de GNL que han aumentado la capacidad de regasificaci¨®n de Europa alrededor de un 30%, hasta los 200 bcm en 2013. En Polonia y Lituania, pa¨ªses que en la actualidad dependen casi totalmente del gas ruso, est¨¢ previsto abrir nuevas terminales de regasificaci¨®n en 2014 que aportar¨¢n 9 bcm de capacidad adicional. Aunque el GNL spot es a d¨ªa de hoy m¨¢s caro que el gas ruso, podr¨ªa utilizarse para cubrir necesidades puntuales.
En tercer lugar, la UE dispone de una considerable capacidad de almacenamiento de gas, que ha aumentado en 14 bcm en parte como reacci¨®n a la crisis de 2009. La capacidad total de almacenamiento equivale hoy en d¨ªa a aproximadamente el 25% del gas que la UE consume en un a?o, o a m¨¢s de 40 d¨ªas de invierno, con el m¨¢ximo consumo. De hecho la instalaci¨®n de almacenamiento de gas mayor de Europa est¨¢ en Ucrania, con m¨¢s de 30 bcm de capacidad. Los pa¨ªses m¨¢s vulnerables de Europa Central y Oriental, como Austria, Hungr¨ªa y Eslovaquia, tienen suficiente capacidad para superar una interrupci¨®n del suministro de m¨¢s de 100 d¨ªas.
Finalmente, afrontamos esta crisis con una demanda menor. La crisis europea ha tenido como consecuencia una reducci¨®n de la presi¨®n de la demanda en el mercado de gas. Tendencias a largo plazo como la mejora de la eficiencia energ¨¦tica y la disminuci¨®n de la generaci¨®n de electricidad en plantas de gas han contribuido al estancamiento del consumo de gas en Europa. En los mercados clave del gas de Rusia, la demanda se ha reducido de forma significativa desde 2009, como ilustra la ca¨ªda de un 7% en Alemania o de un 20% en algunos pa¨ªses de Europa Oriental.
Estos cuatro cambios estructurales, unidos a un invierno relativamente c¨¢lido en Europa continental, hacen que Europa muy probablemente pueda recibir el gas natural necesario incluso si se cortan completamente los suministros que atraviesan Ucrania. Sin embargo, si el conflicto se prolongara y se agudizara, m¨¢s adelante se echar¨ªan mucho de menos los gasoductos ucranios. Los primeros signos de preocupaci¨®n comenzar¨ªan a aparecer en mayo, cuando los pa¨ªses europeos comienzan a llenar sus almacenamientos para afrontar la campa?a invernal. Si se llegara a esta situaci¨®n, ver¨ªamos las siguientes consecuencias a medio y largo plazo:
Los precios de la energ¨ªa experimentar¨ªan una subida. Una interrupci¨®n prolongada de los suministros de gas procedente de Ucrania, acabar¨ªa con el periodo reciente de sobrecapacidad y aumentar¨ªa los precios spot, perjudicando las industrias europeas m¨¢s intensivas en energ¨ªa, como la del acero o la qu¨ªmica, que ya tienen una sustancial desventaja en costes frente a los Estados Unidos. Con la llegada del invierno, los elevados precios de la energ¨ªa tambi¨¦n agravar¨ªan la llamada "pobreza energ¨¦tica", al aumentar el n¨²mero de hogares europeos que no se podr¨ªan permitir un incremento del precio que pagan por la calefacci¨®n.
Las plantas de generaci¨®n de electricidad con gas ver¨ªan deteriorarse sus perspectivas. El elevado precio de gas en Europa, en t¨¦rminos relativos, ya supone una clara desventaja competitiva frente a otras alternativas de generaci¨®n el¨¦ctrica. Por ello, un repunte prolongado de los precios del gas, si los suministros se interrumpieran, podr¨ªa provocar el cierre de algunas plantas y llevar a otras a la bancarrota.
Se construir¨ªan nuevas infraestructuras y se realizar¨ªan m¨¢s inversiones en GNL. Como sucedi¨® en 2009, una crisis de suministro de gas natural impulsar¨ªa a los pa¨ªses europeos a multiplicar las inversiones en gasoductos y proyectos de almacenamiento adicionales. Los proyectos de terminales de GNL que est¨¢n paralizados a d¨ªa de hoy suscitar¨ªan un renovado inter¨¦s. Entre tanto, Rusia podr¨ªa dar un nuevo impulso a la construcci¨®n del gasoducto South Stream, que llevar¨ªa gas a Europa a trav¨¦s del Mar Negro, evitando Ucrania.
Mejorar¨ªan las perspectivas del gas no convencional. Ucrania tiene de las mayores reservas potenciales de gas no convencional de Europa, estimadas en 3.000 bcm, equivalentes a un quinto de las reservas de gas no convencional de Estados Unidos o a cinco veces las del Reino Unido. Las grandes empresas petroleras como Shell, Chevron y ENI est¨¢n explorando estos campos y prev¨¦n empezar su explotaci¨®n comercial en 2018. Otros pa¨ªses europeos como el Reino Unido o Polonia tambi¨¦n tienen dep¨®sitos de gas no convencional, cuya explotaci¨®n se est¨¢ debatiendo, bien por la preocupaci¨®n por el impacto medioambiental que puede tener la fracturaci¨®n hidr¨¢ulica o bien por las dudas sobre su viabilidad econ¨®mica. Una interrupci¨®n del suministro del gas ruso podr¨ªa mejorar las perspectivas econ¨®micas del negocio y el apoyo pol¨ªtico a los proyectos de gas no convencional.
Ante la naturaleza sumamente impredecible de los acontecimientos de Ucrania, Europa debe estar preparada para lo peor: un bloqueo a largo plazo del suministro de gas procedente de Rusia. Es necesario elaborar estrategias para enfrentarse a unos costes de la energ¨ªa m¨¢s elevados. Por fortuna, el mercado europeo de gas est¨¢ mejor preparado para afrontar una situaci¨®n de este tipo que en 2009 y podr¨¢ limitar sus consecuencias. Si emprenden acciones que garanticen la seguridad de suministro de energ¨ªa a largo plazo, los gobiernos europeos y la industria energ¨¦tica lograr¨¢n reducir las posibilidades de que otra crisis pol¨ªtica en la regi¨®n pueda poner de nuevo en riesgo la econom¨ªa europea.
Iv¨¢n Mart¨¦n es Senior Partner & Managing Director de la consultora estrat¨¦gica The Boston Consulting Group.
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