Los alumnos bonaerenses llevan 13 d¨ªas sin clases
En las provincias argentinas de Buenos Aires y Chubut a¨²n no comenz¨® el ciclo lectivo 2014 porque los docentes rechazan un aumento salarial mucho menor a la inflaci¨®n
M¨¢s de 3 millones de p¨¢rvulos y alumnos de primaria y secundaria a¨²n no han comenzado las clases de este a?o en las provincias de Buenos Aires, donde viven casi cuatro de cada diez argentinos, y Chubut, en el sur de Argentina. El ciclo lectivo deber¨ªa haber comenzado el 5 de marzo, pero los ni?os y adolescentes permanecen en sus casas, mientras los padres que trabajan se las arreglan para cuidarlos. Es lo que los maestros y profesores, peor pagados que en Chile o M¨¦xico y que otros profesionales argentinos, han cumplido este viernes 13 d¨ªas consecutivos de huelga porque reclaman aumentos salariales para evitar una p¨¦rdida de poder adquisitivo en medio de una inflaci¨®n del 32% anual, pero los gobernadores peronistas de ambas provincias les ofrecen un alza bastante menor. En otras diez provincias tambi¨¦n hay huelgas que duran algunos d¨ªas o unas horas, pero ya han comenzado las clases. Adem¨¢s en cinco distritos se han evitado los paros, pero contin¨²a la negociaci¨®n salarial de los maestros, que servir¨¢ de par¨¢metro para otros sectores que a partir de marzo de cada a?o pelean por su n¨®mina y que lo har¨¢n sobre todo en 2014 despu¨¦s de la devaluaci¨®n del peso de enero pasado que han elevado la inflaci¨®n a una de sus cotas m¨¢s altas dentro de los 11 a?os de Gobiernos del peronismo kirchnerista.
En Argentina rige una ley que establece que los estudiantes deben recibir por lo menos 180 d¨ªas de clases anuales. En Buenos Aires y Chubut se complicar¨¢ el cumplimiento de ese objetivo. Melina Furman, profesora de la Escuela de Educaci¨®n de la Universidad de San Andr¨¦s, considera grave que los ni?os pierdan 13 d¨ªas clases y que ellos y sus padres naturalicen el hecho de que la escuela permanezca cerrada. Considera, no obstante, que si media un esfuerzo de docentes y alumnos, se podr¨¢n recuperar los contenidos que no aprendieron en las ¨²ltimas tres semanas. En principio la huelga continuar¨¢ el martes, despu¨¦s del d¨ªa no laborable del lunes por el aniversario de golpe de Estado de 1976. El gobernador de Buenos Aires, el kirchnerista moderado Daniel Scioli, ha presentado un recurso de amparo para que la justicia ordenara el inicio de clases. Furman adjudica la responsabilidad del paro tanto a Scioli, precandidato presidencial para las elecciones de 2015, como a los propios maestros.
El gobernador bonaerense, m¨¢s conservador que el kirchnerismo puro, ofreci¨® p¨²blicamente un aumento del 30,9% en dos cuotas. Sin embargo, el l¨ªder del principal sindicato de maestros bonaerenses, el kirchnerista Roberto Baradel, presionado por las bases de la oposici¨®n de izquierdas, lo rechaz¨® y denunci¨® que solo un quinto de los docentes recibir¨¢ esa cifra de incremento, mientras que la mayor¨ªa de ellos solo percibir¨¢ un 21%. El ministro de Trabajo bonaerense, Oscar Cuartango, admiti¨® que ¡°la oferta beneficia m¨¢s a los sectores m¨¢s postergados¡±. A la titular de Econom¨ªa, Silvina Batakis, docentes le arrojaron un ladrillo en la pierna al salir de una frustrada reuni¨®n de negociaci¨®n el pasado jueves.?Mientras tanto, el gobernador de Chubut, Mart¨ªn Buzzi, que lleg¨® al poder por el peronismo opositor pero despu¨¦s devino kirchnerista, ofrece un 25%. En cambio, en la ciudad aut¨®noma de Buenos Aires y en seis provincias, incluidas Santa Fe y C¨®rdoba, se sellaron acuerdos por incrementos de entre el 25% y el 31%.
Pero los ni?os bonaerenses no solo pierden d¨ªas de clases por las huelgas. La maestra Mar¨ªa Fernanda Berti ense?a en barrios pobres de Lomas de Zamora, un municipio de la periferia sur de Buenos Aires, escribi¨® el libro La violencia en los m¨¢rgenes con el soci¨®logo Javier Auyero y tiene su opini¨®n sobre el conflicto actual: ¡°En las escuelas en las que trabajo hace a?os la continuidad pedag¨®gica no se ve afectada por el ausentismo docente, en este momento por el no inicio de clases. En las escuelas p¨²blicas del conurbano (periferia) hay demasiados d¨ªas sin clases por varias razones: porque las plantas depuradoras de residuos cloacales no funcionan y desbordan ba?os; porque las instalaciones el¨¦ctricas son deficientes y no tienen el suficiente mantenimiento y los nenes est¨¢n en peligro; porque se clausuran salones por peligro de derrumbe en los techos y otros tantos problemas relacionados con la infraestructura; porque muchos nenes trabajan y no asisten por ese motivo; porque a muchos nenes se les inunda su casa, las calles de su barrio y no pueden salir. Y puedo seguir enumerando situaciones cotidianas que registro a diario¡±, enumera la docente.
¡°Estoy convencida de que los nenes tienen que estar en la escuela porque la escuela p¨²blica siempre est¨¢ para dar de comer, para ayudar a las familias con situaciones de violencia, para tratar de evitar que institucionalicen nenes por ser pobres¡±, reconoce Berti, aunque apoya la huelga. ¡°Pero somos trabajadores, aunque la mirada de los Gobiernos a trav¨¦s de sus dichos de ¡®vayan a las aulas que los padres tienen que trabajar¡¯, no lo vean. Y nadie negociar¨ªa si no paramos, por la misma raz¨®n sociol¨®gica que un obrero para la f¨¢brica. Los maestros fuimos mal remunerados hist¨®ricamente y es un gremio mayoritariamente de mujeres, jefas de hogar en su mayor¨ªa y no podemos mantener nuestras familias con 4000 pesos (500 d¨®lares mensuales)¡±, a?ade la maestra.
¡°Yo no puedo ver o sentir este tiempo como perdido (para los ni?os)¡±, opina Berti. ¡°La interacci¨®n educativa no es tan estructurada ni lineal. Pero tampoco soy de las rom¨¢nticas que levantan la bandera de ¡®docente que est¨¢ luchando est¨¢ ense?ando¡¯. A los nenes de estas escuelas (pobres) les faltan derechos, tiempo les sobra¡±, concluye la coautora de La violencia en los m¨¢rgenes.
Una investigaci¨®n de Mariano Narodowski, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, Mauro Moschetti, de la de San Andr¨¦s, y Silvina Alegre, de la Nacional Arturo Jauretche, demuestra que la tendencia de los ¨²ltimos a?os de crecimiento del alumnado de las escuelas privadas no se explica por las habituales huelgas docentes en las p¨²blicas en los inicios de los ciclos lectivos de los ¨²ltimos a?os. Tambi¨¦n comprueba que estos paros no son la ¨²nica raz¨®n de la falta de clases en los colegios estatales sino tambi¨¦n el elevado ausentismo de ciertos maestros, que no difiere mucho del de otros empleados p¨²blicos e incluso del de obreros del sector privado, y de las jornadas de actualizaci¨®n docente. El soci¨®logo e investigador de la Universidad Pedag¨®gica Leandro Bottinelli niega en sus estudios que los estudiantes de colegio privado, donde no hay huelgas, rindan mejor en los ex¨¢menes que los del p¨²blico y en un art¨ªculo de Le Monde Diplomatique concluy¨® que las diferencias en la calidad educativa recibida dependen de las desigualdades de ingresos: "A igual clase social, los estudiantes, sean de escuelas estatales o privadas, obtienen similares calificaciones".
Alberto Morlachetti, soci¨®logo, educador popular y director de la Fundaci¨®n Pelota de Trapo, que cuenta con un hogar de ni?os en otro municipio perif¨¦rico, Avellaneda, reconoce que ¨¦stos no han podido ir a clases hasta este viernes, cuando algunos maestros decidieron dejar de adherir a la huelga. ¡°Los conocimientos se reciben en un tiempo de la vida y ese tiempo ocurre una sola vez. Todo se puede recuperar. Pero esos d¨ªas se pierden absolutamente, as¨ª como digo que los maestros tienen todo el derecho a reclamar su salario¡±, opina Morlachetti.
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