Cuba apuesta por el pragmatismo al ampliar la inversi¨®n for¨¢nea
El Gobierno castrista impulsa nuevas reformas, con una nueva ley de inversiones extranjeras, aunque por ahora no se producen signos de apertura pol¨ªtica
La nueva ley de inversi¨®n extranjera que hoy aprobar¨¢ Cuba sintoniza con la cautelosa liberalizaci¨®n socioecon¨®mica puesta en marcha hace tres a?os por el Gobierno de Ra¨²l Castro: un proceso que se asienta en la gesti¨®n privada de los recursos estatales y en la progresiva sustituci¨®n del fracasado modelo sovi¨¦tico de planificaci¨®n aplicado durante casi medio siglo.
Cuba, que busca ganar credibilidad en el mercado internacional de capitales, autorizar¨¢ la entrada de inversi¨®n extranjera en todos los sectores menos en educaci¨®n, salud e instituciones armadas, y establecer¨¢ exenciones tributarias: hasta el 50% de descuento en el impuesto a los beneficios de las sociedades mixtas. Aunque un tanto ambigua en este punto, la ley no descarta que los cubanos residentes en el extranjero puedan constituirse en inversores. Estados Unidos proh¨ªbe a sus nacionales, incluidos los de origen cubano, invertir en la estrat¨¦gica isla comunista, situada a 140 kil¨®metros de sus costas.
Al igual que las prohibiciones oficiales estrangularon durante decenios las potencialidades de la iniciativa privada, ahora en auge con 455.000 emprendedores con licencia para serlo, el marco legal establecido en la ley de 1995 ha frenado la entrada de empresas y multinacionales acostumbradas a operar en econom¨ªas de mercado con amplios m¨¢rgenes de libertad. Las modificaciones que aprobar¨¢ la Asamblea Nacional del Poder Popular son numerosas y aunque no eliminan irritantes cortapisas, ni se despejan todas las dudas, el nuevo texto incorpora incentivos. El objetivo es tratar de infundir confianza y seguridad jur¨ªdicas a los inversores interesados en las posibilidades de negocio de un pa¨ªs estructuralmente subdesarrollo, todav¨ªa por hacer, aceleradamente inmerso en unas liberalizaciones que se van alejando de la cerraz¨®n y el dogmatismo ideol¨®gico.
La nueva ley de inversiones se integra en los denominados Lineamientos aprobados en abril de 2011: cerca de 300 medidas orientadas hacia la econom¨ªa de mercado, que est¨¢n transformando comportamientos y mentalidades. La reforma pol¨ªtica qued¨® expl¨ªcitamente descartada desde el principio, desde que arrancaron unas reformas visibles en el tono de las conversaciones escuchadas en La Habana, en los negocios privados y cooperativas de nuevo cu?o, en las descentralizaciones econ¨®micas y administrativas experimentadas en la provincia de Artemisa, y tambi¨¦n, en las crecientes apetencias consumistas, pero limitada capacidad adquisitiva, de los 11 millones de cubanos.
El r¨¦gimen de partido ¨²nico sigue intacto. ¡°En Cuba no va a haber una reforma pol¨ªtica, en Cuba estamos hablando de la actualizaci¨®n del modelo econ¨®mico cubano, que haga nuestro socialismo sustentable y que tiene que ver con el bienestar de nuestro pueblo¡±, subray¨® el vicepresidente cubano, Marino Murillo, en una conferencia de prensa de marzo del 2012.
Obligado por el derrumbe de la URSS, a mediados de los ochenta, y la p¨¦rdida de los multimillonarios subsidios de la metr¨®poli comunista, el Gobierno debi¨® recurrir en los a?os noventa a los inversores extranjeros, muchos de los cuales suspendieron sus emprendimientos en la mayor de las Antillas vencidos por las trabas burocr¨¢ticas, la lentitud, los incumplimientos, los impagos y la corrupci¨®n. Algunos empresarios se marcharon denunciando favoritismo con las inversiones de Venezuela y China, principales socios comerciales y pol¨ªticos de Cuba. En otros, las autoridades fueron las que decidieron no seguir con las asociaciones mixtas al terminar la fecha convenida en los contratos.
La isla caribe?a necesita del capital extranjero para sustituir importaciones, especialmente en el sector alimenticio, y para acceder a las nuevas tecnolog¨ªas, los mercados de exportaci¨®n y de cr¨¦dito. Dif¨ªcilmente lo conseguir¨ªa si las cosas siguen como hasta ahora. La evoluci¨®n de la inversi¨®n extranjera era descendente: m¨¢s de 400 empresas mixtas en el 2002, y la mitad un decenio despu¨¦s.
Brasil ha comprometido cerca de 1.000 millones de d¨®lares (727 millones de euros) en la ampliaci¨®n del puerto de Mariel, situado a 45 kil¨®metros de la capital, donde se crear¨¢ una zona franca. Cuba reduce el intervencionismo estatal, pero salvo alguna enmienda de ¨²ltima hora en la ley, los empresarios extranjeros no podr¨¢n contratar directamente a sus empleados locales. La selecci¨®n de personal suele efectuarse frecuentemente en procesos jalonados por las corruptelas y arbitrariedades, y depende en ¨²ltima instancia de una agencia oficial de empleo y dos ministerios.
El proyecto de ley que hoy refrendar¨¢ el Parlamento probablemente no satisfaga a los inversores que reclaman m¨¢s certidumbre y autonom¨ªa operativa, pero desde la percepci¨®n del Gobierno, refractario a las cesiones de soberan¨ªa, es un avance sustancial. Queda por saber si, en la pr¨¢ctica, las nuevas regulaciones permitir¨¢n a los socios extranjeros controlar m¨¢s del 49% de las empresas mixtas, hasta ahora solo autorizado excepcionalmente.
La ley de 1995 exige, por otra parte, un impuesto del 30% sobre los beneficios y un 20% de la mano de obra, tasas que se reducen a la mitad o desaparecen en el proyecto de ley filtrado a la prensa. Se levantan engorrosas regulaciones bancarias y se permite a los inversionistas importar y exportar equipos directamente, sin depender de las empresas estatales.
A la espera de conocer sus detalles y alcance, una de las novedades m¨¢s simb¨®licas y reveladoras ser¨¢ la que autoriza la entrada de cubanos residentes en otros pa¨ªses, que ¡°podr¨¢n invertir como cualquier otro extranjero¡±, hasta ahora casi imposible, seg¨²n anticip¨® la revista OnCuba. ¡°Se abren las puertas debido a la necesidad¡±, dijo Hugo Cancio, due?o de una publicaci¨®n que se distribuye en vuelos ch¨¢rter entre Estados Unidos y la isla, y que recientemente entrevist¨® a Mariela Castro Esp¨ªn, una de las hijas de Ra¨²l Castro, directora del Centro Nacional de Educaci¨®n Sexual de Cuba. ¡°?Qui¨¦n mejor que los cubanos residentes en el exterior para invertir en nuestro pa¨ªs? ?Qui¨¦n lo har¨ªa con m¨¢s entusiasmo y ah¨ªnco?¡±, agreg¨® Cancio.
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