¡°No nos podemos olvidar de quienes a¨²n est¨¢n all¨ª¡±
El portavoz de las familias de los dos periodistas rememora estos seis intensos meses
"Est¨¢n en Turqu¨ªa. Un abrazo". Esas palabras en un mensaje de texto levantaron a las 4.30 de la madrugada de este domingo en Afganist¨¢n al reportero Gervasio S¨¢nchez, portavoz de los familiares de Javier Espinosa y Ricard Garc¨ªa Vilanova, los dos periodistas liberados este s¨¢bado tras 194 d¨ªas de cautiverio en Siria. Despu¨¦s de m¨¢s de seis meses de espera, S¨¢nchez se apresur¨® a conectarse a Skype para escuchar de voz del padre de Espinosa lo que m¨¢s deseaba o¨ªr desde que en octubre de 2013 ¨¦l mismo le pidiese que actuara de intermediario con la prensa para gestionar la informaci¨®n sobre su secuestro a manos de yihadistas del Estado Isl¨¢mico de Irak y Siria (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s).
"Ha sido muy duro", cuenta S¨¢nchez en conversaci¨®n telef¨®nica desde Kabul. "Los padres de Javier y Ricardo estaban muy cansados [cuando habl¨® con ellos, durante la noche]; estaban muy emocionados, pero muy, muy felices". Javier Espinosa (M¨¢laga, 1964), reportero de El Mundo establecido en Beirut, y el fot¨®grafo independiente Ricard Garc¨ªa Vilanova (Barcelona, 1972), fueron capturados el 16 de septiembre de 2013 en un checkpoint en la localidad fronteriza de Tel Abyad, en la provincia nororiental de Raqqa, en Siria, cuando intentaban salir hacia Turqu¨ªa tras dos semanas de cobertura en Deir Ezzor.
Al menos 30 periodistas de todo el mundo permanecen secuestrados en Siria , seg¨²n Reporteros Sin Fronteras. ¡°No nos podemos olvidar de ellos¡±.
Desde que la revoluci¨®n iniciada en Siria a imagen de las primaveras ¨¢rabes se torn¨® en una guerra fratricida, ni Espinosa ni Garc¨ªa Vilanova cejaron en su empe?o de dar m¨¢xima cobertura a un conflicto que, despu¨¦s de tres a?os, ha dejado m¨¢s de 130.000 muertos, 2,5 millones de refugiados viviendo en condiciones miserables fuera del pa¨ªs y m¨¢s de seis millones de desplazados internos, seg¨²n Naciones Unidas.
Decenas de viajes acumulados, juntos o por separado, les hab¨ªan expuesto anteriormente a situaciones de riesgo. Espinosa logr¨® escapar ileso de Homs durante el bombardeo de Bab Amro en febrero de 2012. Le acompa?aban otros 20.000 civiles cuya evacuaci¨®n esper¨® el periodista, que insisti¨® en no moverse hasta que no saliese del lugar el ¨²ltimo de ellos, seg¨²n relat¨® su pareja, la tambi¨¦n periodista M¨®nica Garc¨ªa Prieto, el d¨ªa en que lleg¨® a L¨ªbano tras la odisea. Garc¨ªa Prieto recordaba, casi dos a?os despu¨¦s, aquel episodio durante la rueda de prensa en la que ped¨ªa la liberaci¨®n del padre de sus dos hijos: "Me record¨® que los ni?os sirios necesitaban la atenci¨®n del mundo".
No fue su primer susto. En 1999 un grupo de guerrilleros le secuestr¨® en Sierra Leona. Pas¨® tres d¨ªas cautivo en la f¨¢brica de cerveza donde se refugiaban los milicianos y aprovech¨® la circunstancia para entrevistarlos. Espinosa ha trabajado como corresponsal para El Mundo en Rabat, M¨¦xico, Jerusal¨¦n y Beirut, y ha cubierto desde las guerras del Golfo y de los Balcanes, hasta la crisis de Hait¨ª, pasando por el genocidio de Ruanda. En los ¨²ltimos a?os su trabajo le hab¨ªa llevado a cubrir las guerras de L¨ªbano, Irak, Libia o Siria.
Para Ricardo Garc¨ªa Vilanova, los mismos ni?os sirios se convirtieron tambi¨¦n en una obsesi¨®n. En sus ¨²ltimas incursiones los hizo protagonistas de cientos de escenas de de destrucci¨®n y desolaci¨®n grabadas en su c¨¢mara. Entre sus colegas, era conocido por su insistencia en la seguridad. Cada reportero que ha compartido con ¨¦l sus planes para viajar a Siria o ha buscado consejo en su experiencia, recib¨ªa de forma casi autom¨¢tica una retah¨ªla de medidas a contemplar para evitar cualquier incidente. Junto con el periodista espa?ol Alberto Arce gan¨® en 2012 el Rory Peck, el pulitzer para periodistas independientes, por su cobertura conjunta sobre el asedio de Misrata, que qued¨® recopilado en el documental premiado Misrata: Vencer o morir.¡°La verdad es que, conociendo a Ricardo, todo esto no le va a gustar nada¡±, sentencia Arce por correo electr¨®nico desde Honduras.
La noticia de su secuestro en septiembre corri¨® como la p¨®lvora. Tanto el redactor de El Mundo como el fot¨®grafo freelance son ampliamente conocidos entre los activistas que operan en Siria y que facilitan en las zonas rebeldes el trabajo de los periodistas. Decenas de ellos intentaron mediar de forma casi instant¨¢nea con contactos cercanos a los captores, sin ¨¦xito.
"Ha sido muy complicado", explica Gervasio S¨¢nchez, en referencia al bloqueo informativo "necesario" que se impuso entre el 16 de septiembre y el 10 de diciembre, cuando se hizo p¨²blico el secuestro. Desde que el 18 de octubre los familiares de los periodistas le pidieran lidiar con la prensa, ¨¦l ha sido, en gran parte, el responsable de contener a los medios para evitar filtraciones no deseadas durante m¨¢s de seis meses de incertidumbre y altibajos. "Con todo lo malo que tiene la prensa espa?ola", se?ala, "ha habido una lecci¨®n sobresaliente [con la gesti¨®n del secuestro]: se ha hablado cuando se ten¨ªa que hablar y se ha callado cuando se ten¨ªa que callar".
S¨¢nchez recuerda lo que supuso para todos los allegados la liberaci¨®n, a principios de este mismo mes, del tambi¨¦n periodista Marc Marginedas, enviado especial de El Peri¨®dico de Catalunya. ¡°Fue brutal¡±, recalca, ¡°un momento muy emotivo, conf¨ªas en que si han liberado a uno, van a liberar a los otros dos¡±. La llegada de Marginedas a Turqu¨ªa abri¨® una ventana sensible, reconoce el portavoz: ¡°Hubo un gran optimismo, pero por otra parte, hab¨ªa que relativizar y pensar fr¨ªamente¡±. Para el tambi¨¦n periodista, lo m¨¢s significativo durante los ¨²ltimos seis meses de de incertidumbre compartida con los padres de Espinosa y Garc¨ªa Vilanova ha sido la ¡°lecci¨®n de dignidad de personas que no pueden hacer nada a la espera de una noticia que les haga sonre¨ªr de nuevo¡±. ¡°Me alegro mucho de que esto se haya acabado para los espa?oles¡±, se felicita, ¡°sin olvidar a todos los que a¨²n est¨¢n all¨ª¡±.?
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