La victoria islamista en las municipales acrecienta la polarizaci¨®n en Turqu¨ªa

La victoria islamista en las municipales celebradas el domingo en Turqu¨ªa no ha contribuido a cerrar la espiral de polarizaci¨®n pol¨ªtica que vive el pa¨ªs en los ¨²ltimos meses, tras la ola de protestas populares contra la deriva autoritaria del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan y los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que salpican al gobernante Partido de la Justicia y el desarrollo (AKP). Sus adversarios han denunciado irregularidades en el escrutinio, marcado por los apagones en colegios electorales durante el recuento y manipulaciones de actas, mientras el jefe del Gobierno advert¨ªa la pasada madrugada que quienes ¡°han difundido mentiras (sobre su gesti¨®n) pagar¨¢n un precio¡±.

El lento y tortuoso recuento de los resultados a¨²n no se hab¨ªa cerrado a las diez de la ma?ana del lunes. Con un 98% de los votos escrutados, se confirma el triunfo del AKP, que suma a escala nacional cerca del 46% de los sufragios, seguido por el 28% del Partido Republicano del Pueblo (CHP, oposici¨®n laica), el 15% del Partido del Movimiento Nacionalista (MHP, conservadores) y el 4% del Partido de la Paz y la Democracia (BDP, nacionalista kurdo), que domina las alcald¨ªas en el sureste de del pa¨ªs.

Los islamistas del AKP mantienen el control sobre su feudo de Estambul y en los grandes municipios del interior de Anatolia, mientras la oposici¨®n laica del CHP sigue al frente del Ayuntamiento de Esmirna y en las ciudades de la costa mediterr¨¢nea. Pero el partido de Erdogan ha visto amenazada su hegemon¨ªa en Ankara, donde el candidato del CHP le pisa los talones, al situarse a menos de dos punto del alcalde islamista saliente, seg¨²n el recuento provisional. La oposici¨®n ha anunciado que impugnar¨¢ el escrutinio en la capital turca.

¡°Algunos van a tener que huir del pa¨ªs. La viaja Turqu¨ªa ya no existe y ahora hay una nueva¡±, proclam¨® el primer ministro desde el balc¨®n de la sede del AKP en Ankara de madrugada tras declarar su victoria en las municipales. Erdogan se refiri¨® en varias ocasiones al ¡°Estado de Pensilvania¡± de EE UU, donde vive autoexiliado desde 1991 el cl¨¦rigo musulm¨¢n Fetullah G¨¹len, fundador del movimiento islamista Hizmet (servicio, en turco). Esta cofrad¨ªa religiosa ¡ªque controla medios de comunicaci¨®n, centros universitarios y grupos de empresas¡ª fue una de las principales aliadas pol¨ªticas de Gobierno del AKP, pero se alej¨® del primer ministro tras el estallido de protestas sociales del a?o pasado. Muchos analistas turcos ven la mano del movimiento de Gulen tras la filtraci¨®n de los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y las redadas contra familiares de ministros y empresarios pr¨®ximos al AKP. M¨¢s de 7.000 jueces, fiscales y polic¨ªas acusados de pertenecer a Hizmet han sido apartados de sus cargos por el Gobierno desde el pasado diciembre.

A pesar de la hegemon¨ªa conservadora y religiosa en las urnas, la fractura social de Turqu¨ªa enfrenta a los sectores laicos y proocidentales con un Gobierno marcado por gestos cada vez m¨¢s autocr¨¢ticos. Tras las restricciones a la venta de alcohol y el levantamiento de la prohibici¨®n del uso del velo isl¨¢mico en la Administraci¨®n p¨²blica, el creciente control del Ejecutivo sobre el poder judicial y sobre todo, el reciente bloqueo de Twitter y YouTube, hacen temer a muchos turcos que la deriva autoritaria de Erdogan va a acrecentarse tras su triunfo en los comicios locales.