¡°La desatenci¨®n social gener¨® el pandillerismo en El Salvador ¡±
El padre espa?ol advierte de que las maras han penetrado la polic¨ªa y el ej¨¦rcito hasta llegar al Estado
El sacerdote, de 37 a?os de edad, es originario del pueblo manchego de Daimiel (Ciudad Real), pero despu¨¦s de casi 15 a?os de residir en El Salvador se considera ya un salvadore?o y ha adoptado sus formas de hablar, aunque todav¨ªa con la entonaci¨®n de su lengua madre: ¡°La situaci¨®n est¨¢ yuca, hombre¡±, dice para expresar que el momento es dif¨ªcil en lo que a violencia se refiere. El padre To?o lleg¨® a El Salvador el 15 de agosto del 2000. ¡°Era el aniversario de nacimiento de Monse?or Oscar Arnulfo Romero. Tres a?os despu¨¦s me licenci¨¦ en Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n, en la Universidad Centroamericana, con profesores como Jon Sobrino y Jos¨¦ Mar¨ªa Castillo. Vine aqu¨ª porque quise seguir el camino de Romero y de los padres jesuitas asesinados por soldados en 1989. Siempre quise desarrollar mi trabajo en Am¨¦rica Latina. Presion¨¦ mucho ami congregaci¨®n para que me enviara aqu¨ª y lo hicieron. Ten¨ªa 23 a?os cuando llegu¨¦¡±, rememora Rodr¨ªguez.
El sacerdote se asent¨® en Mejicanos, un municipio de San Salvador, la capital. ¡°Ven¨ªa de Europa a una de las zonas m¨¢s pobres de Am¨¦rica, y me impact¨® la violencia de la pobreza. Comenc¨¦ a ver a ni?os y j¨®venes asesinando ni?os y j¨®venes¡¡±. Afirma que desde que lleg¨® han sido asesinados unos 300 j¨®venes en esta zona. Otros 170, dice, est¨¢n presos. Y unos 1.000 se han acogido a diversos programas de reinserci¨®n. A trav¨¦s del contacto directo con el problema, el padre To?o se ha convertido en una autoridad sobre las maras (las pandillas) y su evoluci¨®n en El Salvador.
Comenc¨¦ a ver a ni?os y j¨®venes asesinando ni?os y j¨®venes¡¡±
Sobre la reciente detenci¨®n en Espa?a de pandilleros salvadore?os, el sacerdote considera que es un indicio de la colusi¨®n entre los delincuentes y sectores de las instituciones. ¡°No podemos hablar de un fen¨®meno de internacionalizaci¨®n de las maras sin la penetraci¨®n del Estado en ellas o de ellas en el Estado¡±.
En la operaci¨®n de la Guardia Civil espa?ola cayeron 35 miembros de la Mara Salvatrucha, a la que el cuerpo de seguridad calific¨® como una estructura mafiosa que hab¨ªa abierto una sucursal espa?ola para lavar dinero procedente de El Salvador y de otros pa¨ªses centroamericanos por medio del establecimiento de bares.
En El Salvador, Honduras y Guatemala las maras se dedican especialmente a la extorsi¨®n en contra de la peque?a y mediana empresa, as¨ª como contra el transporte p¨²blico. El padre To?o subraya el poder alcanzado por estas bandas il¨ªcitas a trav¨¦s de su penetraci¨®n en el Estado, por sus v¨ªnculos con la polic¨ªa y con el ej¨¦rcito, que les han dado m¨¢s fuerza. ¡°Por ello han llegado hasta Espa?a¡±, apunta.
¡°Ya hemos tenido hallazgos en estos dos ¨²ltimos a?os de comisionados de la polic¨ªa vinculados con las pandillas y con gente que trabaja para organismos de la inteligencia del Estado. Incluso de un miembro del ej¨¦rcito vinculado al cartel narco de Texis¡±, asevera el sacerdote, tras se?alar que ¡°lo que las pandillas no han calculado es que en Espa?a no pueden desarrollarse debido a la realidad social diferente a la que existe en El Salvador y a la efectividad investigativa de la polic¨ªa espa?ola¡±. ¡°En El Salvador¡±, asegura, ¡°lo que se hace es correr a los muchachos a trav¨¦s de redadas; en Espa?a se investiga el tema integralmente y luego se les golpea para desarticularlos¡±.
El sacerdote, de 37 a?os de edad, es originario del pueblo manchego de Daimiel pero despu¨¦s de casi 15 a?os de residir en El Salvador se considera ya un salvadore?o
El sacerdote es p¨¢rroco de la iglesia de San Francisco de As¨ªs, en Mejicanos, que se haya en el coraz¨®n de un territorio de maras y pandillas, donde dirige un centro de prevenci¨®n de la violencia. Lo custodian dos polic¨ªas de porque Rodr¨ªguez ha sido amenazado de muerte en varias ocasiones y algunos de sus colaboradores han sido asesinados. El ¨²ltimo de ellos, Geovani Morales, un ex pandillero que fue acribillado a balazos a las puertas de la oficina del padre To?o, a plena luz del d¨ªa, 5 de marzo de 2013.
El sacerdote pasionista asegura que en El Salvador ha habido un incremento de los homicidios relacionados con las pandillas. ¡°Significa que todav¨ªa no hemos sido capaces de ejecutar una pol¨ªtica efectiva de sostenibilidad de la paz. Todos los proyectos hasta ahora implementados, inclusive la tregua, han fracasado porque no han roto con la ra¨ªz y las causas estructurales de la violencia¡±.
La tregua fue un pacto entre los liderazgos principales de la Mara Salvatrucha y la 18, acordado en marzo del 2012, por medio del cual se logr¨® reducir el promedio diario de homicidios de 15 a 5. Sin embargo, en los dos ¨²ltimos meses el promedio ha ascendido a entre 8 y 10 homicidios diarios, y su tendencia es al incremento.
¡°Nos hemos equivocado de manera solemne en los planes antipandillas¡±, admite el religioso, para asegurar que el nuevo Gobierno, que encabezar¨¢ el exguerrillero izquierdista Salvador S¨¢nchez Cer¨¦n a partir del pr¨®ximo primero de junio, deber¨¢ ¡°desarrollar los territorios a nivel nacional, dedicando un presupuesto anual de entre 100 y 150 millones de d¨®lares para programas dirigidos a la juventud y la ni?ez¡±. ¡°Aqu¨ª es donde tenemos un retraso tremendo, en la atenci¨®n social a la gente excluida¡±, asegura.
En segundo lugar, afirma, se debe ¡°depurar a la polic¨ªa y humanizarla, olvidarse de la mano dura y respetar los derechos humanos; al mismo tiempo retirar a los militares de la seguridad p¨²blica¡±. Finalmente, dice, hay que hacer efectiva la ley especial de retiro, de reinserci¨®n y rehabilitaci¨®n de j¨®venes pandilleros, es decir, ¡°llevar adelante esta pol¨ªtica p¨²blica de la rehabilitaci¨®n¡±.
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