Obama se presenta como ejemplo del alcance de la Ley de Derechos Civiles
"Yo he hecho realidad las expectativas de Johnson", dice el presidente en la conmemoraci¨®n del 50? aniversario de la legislaci¨®n aprobada por el sucesor de JFK
¡°Los blancos est¨¢n en la cima de la historia y los negros en las profundidades. El reto era que blancos y negros estuvieran en el mismo nivel¡±. Con esas palabras, pronunciadas un mes antes de morir en el campus de la universidad de Texas, el expresidente Lyndon B. Johnson explicaba el eje sobre el que quiso hacer pivotar la Ley de Derechos Civiles que ¨¦l aprob¨® el 2 de julio de 1964. 50 a?os m¨¢s tarde, el actual presidente, Barack Obama, se ha subido a ese mismo escenario, que Johnson pisara por ¨²ltima vez en 1972, para conmemorar una legislaci¨®n que transform¨® a este pa¨ªs y de la que ¨¦l mismo se ha reconocido deudor. El mandatario ha defendido la trascendencia de la ley y ha defendido, porniendo como ejemplo al presidente n¨²mero 36, la importancia del papel del Gobierno a la hora de cambiar la sociedad.?
¡°Como maestro de la pol¨ªtica y del proceso legislativo, supo emplear como pocos el poder del Gobierno para traer cambios¡±, ha destacado el presidente. Obama ha glosado la infancia sumida en la pobreza y la desigualdad de su predecesor para explicar por qu¨¦ Johnson sinti¨® una empat¨ªa tan radical por el movimiento a favor de los derechos civiles. ¡°Pese al poder que recibi¨® al llegar al Despacho Oval, ¨¦l nunca olvid¨® lo que significaba estar marginado, ¨¦l sab¨ªa que los aprietos que ¨¦l padeci¨® son los mismos que otros estaban padeciendo ah¨ª fuera¡. ?l emple¨® la presidencia para hacerle la vida mejor a los ciudadanos, que es para lo que est¨¢¡±, ha afirmado el presidente, parafraseando la respuesta que Johnson ofreci¨® cuando sus asesores trataron de disuadirle de que aprobara la Ley de Derechos Civiles.
La revisi¨®n del legado de Johnson
En buena medida, el aniversario de la Ley de Derechos Civiles se ha convertido tambi¨¦n en una forma de revisar el legado de Lyndon B. Johnson, lastrado por la guerra de Vietnam y ensombrecido por el brillo de su predecesor, John F. Kennedy. "Vietnam pendi¨® alrededor de Eisenhower, Kennedy y Nixon pero, de alguna manera, se ha quedado pegado a Johnson", se?ala Mark Updegrove, director de la Biblioteca Presidencial de ese mandatario.
Durante a?os, los candidatos dem¨®cratas evitaron referirse al presidente n¨²mero 36. Hoy, la propia refirma sanitaria de Obama, la lucha por los derechos de la comunidad homosexual, el ¨¦nfasis por reducir la desigualdad de salarios, ampliar la igualdad de oportunidades a las minor¨ªas, reformar un sistema penitenciario discriminatorio o avanzar en una reforma migratoria justa centran la agenda del Partido Dem¨®crata y de la Casa Blanca y contienne ecos de las que, en su d¨ªa, impuls¨® Johnson
Son las inequidades del siglo XXI y, muchas de ellas, siguen la senda de ese deseo por igualar el nivel de todos los ciudadanos que gui¨® a Johnson en sus reformas legislativas, tal y como ¨¦l mismo record¨® en 1972 y ha remarcado Obama este jueves.
Como primer presidente negro, Obama ha elogiado la perseverancia de Johnson para aprobar no s¨®lo esa ley, sino el resto de legislaci¨®n progresista que caracteriz¨® su mandato, como la Ley del Derecho al Voto, los programas Medicaid y Medicare? -que garantizan la cobertura sanitaria a los jubilados y a los ciudadanos con pocos recursos-, o una reforma migratoria, unas medidas que allanaron el camino de su propio ¨¦xito. ¡°Esas normas me abrieron las puertas, es por ellas por las que yo estoy hoy aqu¨ª. Millones de personas de mi generaci¨®n recogimos el testigo que ¨¦l nos tendi¨® y tenemos una deuda que pagar¡±, ha rasegurado.
Medio siglo despu¨¦s, la sociedad que asisti¨® a la hist¨®rica promulgaci¨®n de la Ley de Derechos Civiles ha cambiado, el propio Obama es un ejemplo de esa transformaci¨®n. Sin embargo, las altas tasas de paro entre la poblaci¨®n afroamericana¨Csuperiores a las de hace 50 a?os y el doble que entre la blanca-, las reformas restrictivas en las leyes de derecho al sufragio en varios estados, tras la decisi¨®n del Tribunal Supremo de suprimir las competencias federales para impedir cambios legislativos sobre el derecho al sufragio en Estados con tradici¨®n segregacionista, recuerdan que el riesgo de discriminaci¨®n de la comunidad afroamericana no ha desaparecido en el pa¨ªs gobernado por su primer presidente negro. ¡°Es cierto que, pese a la Ley del Derechos Civiles o la del derecho al Voto o el Medicare, nuestra sociedad sigue atravesada por la divisi¨®n y la pobreza¡±, ha reconocido el presidente. "Estamos aqu¨ª porque no podemos ser complacientes, la historia no solo avanza, muchas veces da marcha atr¨¢s o se desv¨ªa¡±, ha advertido.
Obama ha decidido abordar el problema del racismo desde un contexto econ¨®mico. El presidente ha hecho de la lucha por paliar la marginaci¨®n econ¨®mica el pilar de la agenda dom¨¦stica para su segundo mandato, defendiendo la necesidad de incrementar el salario m¨ªnimo y adoptar otras medidas para paliar la desigualdad. Su empe?o en esa senda, sin embargo, no se ha visto reflejado en avances en el Congreso. En el 50 aniversario de la Ley de Derechos Civiles, los escasos logros legislativos de la Administraci¨®n Obama palidecen ante el avasallador n¨²mero de leyes progresistas que Johnson aprob¨® durante su mandato.
Esas normas me abrieron las puertas, es por ellas por las que yo estoy hoy aqu¨ª"
Muchas de las iniciativas que el propio Obama ha tratado de sacar adelante sin ¨¦xito son un espejo de las que Johnson s¨ª logr¨® aprobar. Normas medioambientales, reforma sanitaria, protecci¨®n de los derechos al consumidor, inversi¨®n p¨²blica en educaci¨®n primaria y secundaria¡ Unos logros que contrastan con el fracaso del actual presidente para sacar adelante sus propuestas relacionadas con el cambio clim¨¢tico, subida del salario m¨ªnimo, paridad de ingresos entre hombres y mujeres o expansi¨®n de la educaci¨®n preescolar que han languidecido en el Congreso. El presidente, sin embargo, ha vinculado de manera velada su reforma sanitaria con el legado de Johnson al respecto, recordando que, en su momento, los programas de Medicare y Medicaid tuvieron una gran oposici¨®n, insinuando. con ello, que las futuras generaciones puedan redimir, como ha ocurrido con su antecesor, su propia ley de Salud.
Su experiencia como l¨ªder de la mayor¨ªa en el Senado convirtieron a Johnson en un h¨¢bil negociador cuyas dotes emple¨® en la presidencia para arrancar acuerdos con los republicanos, una capacidad que muchos echan en falta en Obama. El actual presidente, hasta ahora, siempre hab¨ªa tratado de huir de cualquier comparaci¨®n con su predecesor. Este jueves, sin embargo, Obama ha destacado la pericia parlamentaria de Johnson. ¡°?l sab¨ªa c¨®mo aprobar leyes. ?l entendi¨® que las leyes no pod¨ªan cambiarlo todo pero que s¨ª pod¨ªan apuntalar los cambios¡±, ha recordado.
La cultura, la sociedad y la clase pol¨ªtica han cambiado en Washington en este medio siglo. Johnson goz¨® de una c¨®moda mayor¨ªa en el Congreso mientras que en la actualidad la radicalizaci¨®n del ala m¨¢s conservadora del Partido Republicano ha polarizado la vida pol¨ªtica en el Capitolio haciendo a Obama casi imposible aprobar cualquier tipo de iniciativa progresista. Obama ha censurado el ¡°cinismo confundido por sabidur¨ªa que cree que el Gobierno o la pol¨ªtica no pueden arreglar la sociedad¡± y a quienes consideran que la Gran Sociedad, como se denomin¨® a las pol¨ªticas sociales que Johnson aprob¨® durante su mandato, fue ¡°un experimento fallido y que el Gobierno sigue siendo el principal problema¡±. ¡°Rechazo ese cinismo porque yo he hecho realidad las expectativas detr¨¢s de los esfuerzos de Johnson, porque mis hijas tambi¨¦n las han hecho¡±, ha se?alado el presidente.
Obama no ha sido el ¨²nico presidente que ha participado en la conmemoraci¨®n del 50 aniversario de la Ley de Derechos Civiles. Jimmy Carter, el martes, y Bill Clinton, el mi¨¦rcoles, recordaron en sus intervenciones que ¡°muchos siguen sufriendo dificultades¡± con las altas tasas de paro entre la comunidad afroamericana y la guetizaci¨®n. Esta tarde, George W. Bush cerrar¨¢ los actos de conmemoraci¨®n.
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