¡°La expectativa es tan grande que a veces me pregunto si podr¨¦ sobrellevarla¡±

Pregunta. ?En qu¨¦ cambia los planes pol¨ªticos este resultado tan aplastante?

Respuesta. Me obliga a asumir con mucho m¨¢s fuerza el compromiso con el cambio. Si antes ya estaba comprometido, ahora tengo hacerlo con m¨¢s determinaci¨®n. Recib¨ª un mandato apabullante y no deja m¨¢rgenes para no hacer lo que me est¨¢n pidiendo. Es casi un grito lo que estoy recibiendo.

P. ?Cambia las prioridades o los m¨¢rgenes pol¨ªticos?

R. Las prioridades son las mismas y esta votaci¨®n en cierto sentido est¨¢ ratificando las prioridades. El cambio s¨ª est¨¢ en los tiempos. El problema es que algunas de esas decisiones no todas las demandas de la gente, complejas como son, tienen que ver con el Poder Ejecutivo.

P. ?La ansiedad popular representa un problema para sus primeras decisiones??

R. La gente no est¨¢ tan ansiosa por los detalles, sino con los resultados y a¨²n no soy el Presidente en funciones. La gente me hizo un encargo con su confianza. Me dijeron ¡®?necesita un mill¨®n de votos? Tome un mill¨®n y 300.000¡¯. Me est¨¢n pidiendo que cambie las cosas con contundencia. Por ejemplo, me est¨¢ pidiendo que baje el precio de la luz (la tarifa industrial triplica la de Estados Unidos) y entonces estoy pidiendo opciones, tres o cuatro para hacerlo de entrada.

P. A estas alturas de su proyecto pol¨ªtico, ?no deber¨ªa saber ya c¨®mo abaratar la energ¨ªa?

R. Por eso tengo un equipo de economistas y expertos en energ¨ªa en eso. Nosotros propusimos algo que las organizaciones de consumidores no aceptaron. Entonces estamos buscando otros m¨¦todos.

P. Siempre va a encontrar sectores adversos a sus planes.

R. Claro, estamos metidos en nuestras propias l¨®gicas. Los del ICE (Instituto Costarricense de Electricidad) est¨¢n por mantener cero cogeneraci¨®n el¨¦ctrica y cero exportaci¨®n de energ¨ªa, o en t¨¦rminos que no resultan rentables. El sector privado quiere una apertura total y dice que ninguna otra opci¨®n es suficiente. Y tengo a consumidores industriales y dom¨¦sticos pidiendo que bajemos ya las tarifas. Lo que quiero es ver todas las opciones.

P. Caemos aqu¨ª en el tema de las altas expectativas que caen sobre sus hombros. Muchos sectores quieren que el nuevo gobierno, ese que logr¨® encantar en la campa?a, solucione sus problemas particulares.

Recib¨ª un mandato apabullante y no deja m¨¢rgenes para no hacer lo que me est¨¢n pidiendo.

R. Eso es cierto en parte, pero hay gente que est¨¢ pidiendo soluciones con una mirada m¨¢s amplia y un horizonte de cambio m¨¢s largo, con acuerdos nacionales que, se sabe, no ser¨¢n inmediatos y llevar¨¢n a?os, como la reforma necesaria en el sistema de educaci¨®n. La gente entiende eso. Lo que no quiere es la inmovilidad.

P. Su estratega de la campa?a dijo que el ambiente pol¨ªtico, de polarizaci¨®n y desencanto, estaba apto para un outsider y que usted era o m¨¢s parecido. ?Se autopercibe usted como un outsider?

R. No, para nada. Ser¨ªa una exageraci¨®n decir que soy un outsider, pero s¨ª me considero un pol¨ªtico no tradicional, o al menos un pol¨ªtico no profesional. No he vivido de la pol¨ªtica. Cuando he participado en pol¨ªtica ha sido la pol¨ªtica la que ha vivido de m¨ª. Cuando estuve en PLN no me endeud¨¦ una barbaridad financiando un partido que no me pagaba sueldo como secretario general. Nunca he sido diputado ni he participado en consultor¨ªas de esas de partido¡­ m¨¢s bien qued¨¦ mal despu¨¦s de dos a?os de trabajo ah¨ª.

P. Un pol¨ªtico no tradicional que era un candidato inviable y acab¨® con un apoyo aplastante. ?C¨®mo se lo explica?

R. El pueblo atendi¨® los llamados que hicimos de manera totalmente disciplinada. M¨¢s bien a veces me siento culpable de haber dudado de si efectivamente iba a hacer lo que finalmente hizo (resultado electoral de 78% contra 22% del oficialismo). Lo interesante del pueblo de Costa Rica es que sale a votar con lucidez, sin que nadie lo presione o lo atemorice, con entera conciencia de lo que est¨¢ haciendo. Me siento muy honrado, muy comprometido y a veces un poco turbado. El peso de la expectativa es tan grande que a veces me pregunto si podr¨¦ sobrellevarla.

P. ?C¨®mo se aplaca esa pregunta de si podr¨¢ sobrellevarla?

R. El equipo me ayudar¨¢ a hacer las cosas. Entonces me respondo que s¨ª podremos, porque yo no voy a estar solo, yo he insistido en la acci¨®n y la participaci¨®n ciudadanas para llevar la carga de manera creativa y diferente de como se ha hecho hasta ahora, no con un criterio vertical burocr¨¢tico, sino m¨¢s horizontal y con acci¨®n ciudadana.

P. Ser¨¢ m¨¢s complejo el proceso de toma de decisiones.

R. No necesariamente. Lo complejo es realizar las consultas, pero las decisiones las toma el Poder Ejecutivo con la autoridad que le corresponde.

P. ?Puede entender que, por la campa?a y el resultado electoral, desde fuera se le vea casi como un Fujimori que se cruza en el camino tradicional del pa¨ªs?

R. Un Fujimori de ninguna manera por varias razones. Aqu¨ª no tenemos el fen¨®meno del terrorismo que explic¨® en Per¨² la escogencia de Fujimori, ante la incapacidad de los partidos tradicionales de controlar a Sendero Luminoso. Segundo, hab¨ªa en Per¨² una corrupci¨®n rampante que ah¨ª no tenemos ni de lejos. Tercero, Fujimori no solo no era conocido, sino que tampoco ten¨ªa partido. Yo llego con el PAC que es un partido establecido, que ha participado antes en tres ocasiones y se ha convertido en un actos de la pol¨ªtica en la ¨²ltima d¨¦cada, con una estructura d¨¦bil, s¨ª, pero con valores m¨¢s que conocidos a pesar de su juventud (13 a?os). Y lo m¨¢s importante: el talante del candidato. Fujimori era un dictador y siempre lo fue, fue autoritario desde el principio.

P. ?C¨®mo es usted entonces?

R. Soy un hombre much¨ªsimo m¨¢s dialogante. Mi talante es el de un negociador, que busca trabajar en equipo y que escucha antes de resolver. No soy un individuo que se lanza contra las barricadas de primera entrada.

P. ?Est¨¢ la gente confiando en usted a ciegas?

R. Uno es lo que puede mostrar. Yo en pol¨ªtica no he sido m¨¢s que secretario general de un partido (PLN) y funcionario dos veces en el Ministerio de Relaciones Exteriores. El track record (trayectoria) m¨ªo como dirigente pol¨ªtico es bastante corto y no sirve de prueba. Lo que sirve para dar garant¨ªas es mi vida, sin acusaciones de actos indebidos, dedicado a la academia, seriedad, rigor¡­ y de ah¨ª se deber¨ªa derivar la confianza en m¨ª. Como le digo, soy un pol¨ªtico no profesional y esto quiz¨¢s conlleva riesgos, pero el argumento que doy a favor m¨ªo es que estos personajes que nos han gobernado tienen todos un track record del carajo; todos pasaron antes por 40 instituciones antes y dejaron el pa¨ªs como lo dejaron.

P. Esa ¡°acci¨®n ciudadana¡± que quiere impulsar, ?c¨®mo aplicarla sin ser populista?

R. El populismo parte de un factor que no se concibe en el concepto de ¡°acci¨®n ciudadana¡±, que es transferir el poder de decisi¨®n a la gente a cambio de algo. Es un intercambio de decisiones a cambio de favor pol¨ªtico, y yo no quiero esto. Quiero un gobierno responsable que escucha a la gente y le devuelve ese apoyo en obras de inter¨¦s com¨²n. Esto no ser¨ªa populismo, sino un proceso de gobierno que responde a la gente.

Ser¨ªa una exageraci¨®n decir que soy un outsider, pero s¨ª me considero un pol¨ªtico no tradicional

P. ?No teme un efecto como el de Obama, ser el depositario de altas expectativas que acaban, en buena parte, truncadas por el sistema?

R. Podr¨ªa ser. La administraci¨®n p¨²blica es carn¨ªvora y hay una serie de din¨¢micas burocr¨¢ticas que pueden acabar convirtiendo en un callej¨®n sin salida algo que era una nueva idea.

P. Habl¨¢bamos de ser absorbido por el sistema¡­

R. Bueno, estamos creando condiciones institucionales y partidarias para que eso no ocurra. Mucho va a depender del equipo que tenga.

P. Va a asumir la ceremonia en el estadio de futbol donado por China. Usted que dice creer mucho en lo simb¨®lico. ?No es esto una se?al significativa?

R. No, para nada, es un inmueble del gobierno de Costa Rica. Ese estadio se construy¨® hace a?os (cuatro). Yo no le ver¨ªa ning¨²n significaci¨®n geopol¨ªtico al Estadio Nacional.

P. ?No tienen las donaciones de China ning¨²n significado geopol¨ªtico?

R. Mi intenci¨®n es mantener las mejores relaciones con la Rep¨²blica Popular de China, pero no tengo necesidad de estar dentro del estadio para anunciar esto. La toma de posesi¨®n, si fuera por otras razones, yo preferir¨ªa en el teatro Melico Salazar (centro de San Jos¨¦). Es un asunto de pragmatismo. No tenemos m¨¢s lugares d¨®nde hacer actividades magnas con la dignidad y la facilidad adecuada para log¨ªstica y seguridad.

P. Invitar¨¢ primero a los presidentes de Centroam¨¦rica.

R. S¨ª, voy a visitarlos para hacer las invitaciones de manera personal.

P. Salt¨¢ndose Nicaragua.

R. S¨ª, porque el presidente Ortega se ha expresado de Costa Rica en t¨¦rminos que no son aceptables, con pretensiones de soberan¨ªa sobre Guanacaste (provincia en el norte) e invadi¨® territorio costarricense y eso no lo hace un amigo. Quiero guardar la distancia hasta tanto no hagamos resoluciones claras de la Corte de Justicia Internacional.

P. Pero usted dice ser un hombre de di¨¢logo.

R. En eso hay l¨ªmites. Cuando se trata de lesiones a la soberan¨ªa, uno no debe pasar ese l¨ªmite. Mientras sigamos con el riesgo de tener esas reiteradas amenazas, no conviene una relaci¨®n personal en el nivel de presidentes.

P. ?No habr¨¢ entonces un giro en el manejo del conflicto con Nicaragua?

R. Yo he insistido en que esta es una decisi¨®n de talante personal, pero la relaci¨®n binacional no deber¨ªa verse afectada por un desencuentro entre el Presidente Ortega y yo. Esa ser¨ªa una diferencia (con el gobierno actual). Tenemos que mejorar al m¨¢ximo las relaciones y hacer un manejo inteligente de la agenda binacional.

Daniel Ortega se ha expresado de Costa Rica en t¨¦rminos que no son aceptables...e invadi¨® territorio costarricense. Eso no lo hace amigo

P. El desarrollo de Costa Rica tiene la apuesta sobre sus exportaciones, atracci¨®n de inversi¨®n extranjera y de turistas. ?Cu¨¢l marca de pa¨ªs quiere proyectar?

R. Creo que Costa Rica tiene suficiente pedigr¨ª para mostrar en Am¨¦rica Latina, siempre y cuando corrijamos algunas de las discusiones que se han convertido en fardos pesados del modelo de desarrollo que estamos aplicando, que tienen en que ver fundamentalmente con pobreza a inequidad, corrupci¨®n y con el manejo de la administraci¨®n p¨²blica. Tenemos una administraci¨®n p¨²blica poco eficiente. Si logr¨¢ramos superar esos baches, Costa Rica seguira siendo ejemplar por su estabilidad del sistema pol¨ªtico, en su vocaci¨®n ambiental y en sus principios habituales en el ¨¢mbito internacional. Costa Rica fue durante muchas d¨¦cadas un modelo relativamente excepcional y no requiere de paradigmas que no sean los propios.

P. Tiene encima el desaf¨ªo de convencer al sector empresarial.

R. Tengan la seguridad de que un gobierno del PAC encabezado por m¨ª no pondr¨ªan en riesgo las inversiones privadas.

P. ?Se atreve a ponerse una meta de crecimiento de la econom¨ªa costarricense que sobrepase el 4%?

R. Yo quisiera la cifra m¨¢gica que siempre se invoca como el m¨ªnimo para garantizar sostenibilidad en la inversi¨®n en Costa Rica, que es un 6%. M¨ªnimo.

P. ?Lo ve posible?

R. Tenemos una tarea interna pendiente, pero tambi¨¦n hay otros factores. Mientras no se recuperen nuestros dos mercados m¨¢s fuertes (Estados Unidos y Europa) y no podamos reactivar el turismo, que est¨¢ tan ligado a la capacidad de reactivar esas econom¨ªas, pues va a ser dif¨ªcil, pero mi aspiraci¨®n es ese 6%.

P. Costa Rica con su econom¨ªa peque?a y dependiente de mercados golpeados, creciendo por debajo del 4% y con un d¨¦ficit que s¨ª supera el 5%... ?por qu¨¦ pide entrar a la OCDE?

R. El ingreso a la OCDE nos dar¨ªa un marco de referencia que podr¨ªa facilitar muchas inversiones mediante la aplicaci¨®n de buenas pr¨¢cticas del modelo productivo nacional y ser entonces una econom¨ªa m¨¢s moderna y competitiva. El tema es cu¨¢nto recurso vamos a invertir en ese ingreso; podr¨ªamos estar acelerando demasiado los tiempos para el acceso a la OCDE. Me gustar¨ªa analizar con m¨¢s tiempo los procedimientos y las obligaciones que se asumen para no meterle presi¨®n a este pa¨ªs donde hay a¨²n prioridades como atender la pobreza extrema o el de la reactivaci¨®n econ¨®mica interna.

P. ?Se va a integrar su gobierno a la Alianza del Pac¨ªfico (con Per¨², Colombia, Chile y M¨¦xico)? Usted dijo a EL PA?S en febrero que el pa¨ªs deber¨ªa participar en ella.

R. Antes de asumir el gobierno podr¨¦ conocer con detalle qu¨¦ conlleva la Alianza del Pac¨ªfico en dos temas particulares que son muy sensibles: el de la desgravaci¨®n arancelaria para ciertos bienes industriales y agropecuarios. Hasta ahora no he podido tener acceso a ello. Si eso lesiona sectores estrat¨¦gicos intentaremos modificar algunas cl¨¢usulas.

P. Ya hay sectores que advierten ser¨¢n perjudicados, como los empresarios industriales y los agropecuarios y piden un rechazo rotundo a la Alianza del Pac¨ªfico.

R. Yo todav¨ªa no llegar¨ªa hasta ese punto, porque quiero saber en detalle qu¨¦ dice el tratado y las valoraciones que ha hecho el Ministerio de Comercio Exterior, que lo ha estado negociando.

P. ?Y el Acuerdo de Asociaci¨®n Transpac¨ªfico (TPP en ingl¨¦s), con pa¨ªses asi¨¢ticos?

R. Eso ya no. No me veo haciendo esa negociaci¨®n si no se ha resuelto antes el tema de la Alianza del Pac¨ªfico¡­

P. ?Qu¨¦ pueden esperar de usted en la CELAC?

R. Para m¨ª, la CELAC es una organizaci¨®n que abre un espacio in¨¦dito en Am¨¦rica Latina. Le atribuyo la mayor importancia. Es un gran logro haber hallado un espacio para que la regi¨®n delibere por s¨ª misma con todo tipo de gobiernos; es un espacio plural y tenemos en Costa Rica la responsabilidad de administrarlo como presidencia pro t¨¦mpore. Ya hay reuniones programadas, algunas de alt¨ªsma importancia como el encuentro con el BRIC con la CELAC en Recife (Brasil), en julio. Creo que ser¨¢ mi primera intervenci¨®n como presidente de la Celac en un encuentro que reunir¨¢ a Brasil, Sud¨¢frica, China, Rusia y la troika de la Celac (Cuba, Costa Rica y Ecuador).

P. Sabe de una preocupaci¨®n de Washington por el curso que vaya tomando la CELAC, como un espacio que pueda quitarle peso a otros donde Estados Unidos s¨ª tiene protagonismo, en concreto la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA).

R. No son mecanismos adversarios, sino complementarios. Yo me atrevo a decir que la OEA es insustituible porque es depositaria del derecho internacional americano con las normas sobre Derechos Humanos, ni?os, mujeres, la lucha contra las armas nucleares. No se puede comparar con un foro estrictamente pol¨ªtico como la CELAC. Para Costa Rica, no son foros excluyentes.