Pido a Rusia que ponga freno a la escalada
El secretario general de la OTAN exige medidas concretas para evitar una confrontaci¨®n directa de consecuencias imprevisibles y solicita al Kremlin que retire sus tropas de la frontera con Ucrania
Mi primer discurso como secretario general de la OTAN en 2009 se titulaba La OTAN y Rusia: un nuevo inicio. Mi objetivo era desarrollar una verdadera colaboraci¨®n estrat¨¦gica con Rusia incrementando la cooperaci¨®n pr¨¢ctica en ¨¢mbitos en los que compartimos intereses en materia de seguridad, e insistiendo al mismo tiempo en que Rusia deb¨ªa cumplir plenamente sus obligaciones internacionales, entre las que se inclu¨ªa el respeto a la integridad territorial y a la libertad pol¨ªtica de sus vecinos.
A lo largo de los a?os, conseguimos importantes avances, trabajando juntos en ¨¢mbitos como la lucha contra el terrorismo, la antipirater¨ªa y la seguridad en Afganist¨¢n. Pero la anexi¨®n de Crimea por parte de Rusia puso fin a ese nuevo inicio y socav¨® la mism¨ªsima base de la colaboraci¨®n que hab¨ªamos construido con tan gran esfuerzo.
Actualmente Rusia habla y se comporta no como un socio, sino como un adversario.
Mientras decenas de miles de soldados rusos listos para el combate esperan en la frontera con Ucrania, Rusia tambi¨¦n lleva a cabo una guerra de propaganda como no hab¨ªamos visto desde el final de la guerra fr¨ªa. Su prop¨®sito es tergiversar la verdad, desviar la atenci¨®n de las acciones ilegales rusas y subvertir el poder de las autoridades en Ucrania.
En las ¨²ltimas semanas, las autoridades rusas han acusado a la OTAN de incumplir sus promesas, de interferir en los asuntos internos ucranios y de provocar una escalada de la crisis. Es hora de ver estas afirmaciones como lo que son: una cortina de humo dise?ada para ocultar las promesas incumplidas, las injerencias y la escalada de la crisis provocada por Rusia.
? Promesas incumplidas. Rusia acusa a la OTAN de romper la promesa de 1990 de que nunca se extender¨ªa hacia Europa central y Europa del este. En diferentes ocasiones, los l¨ªderes rusos han atribuido la promesa a unas declaraciones privadas del excanciller alem¨¢n Helmut Kohl, del exministro de Asuntos Exteriores alem¨¢n Hans-Dietrich Genscher y del por aquel entonces secretario de Estado estadounidense James Baker.
Pero en 1990, el ¨²nico debate que hab¨ªa era sobre la reunificaci¨®n de Alemania. La ampliaci¨®n de la OTAN no estaba en el orden del d¨ªa, ya que el Pacto de Varsovia se disolvi¨® un a?o m¨¢s tarde. Es m¨¢s, cualquier promesa de este tipo habr¨ªa provocado un cambio del tratado fundacional de la OTAN realizado con el consenso de todos los aliados.
Lo cierto es que nunca se hizo una promesa de este tipo, y los dirigentes rusos no han presentado ning¨²n documento que respalde esta afirmaci¨®n a menudo repetida. Desde que se fund¨®, la OTAN ha aceptado a los Estados soberanos que decidieron libremente incorporarse a la Alianza. Ese es el esp¨ªritu de la democracia.
A lo largo de los ¨²ltimos 70 a?os, Rusia ha prometido repetidas veces respetar la soberan¨ªa, la integridad territorial y la independencia de todos los Estados. Lo hizo, por ejemplo, cuando firm¨® la Carta de Naciones Unidas de 1945, el Acta Final de Helsinki de 1975 y el Acta Fundacional OTAN-Rusia de 1997.
Rusia est¨¢ violando ahora la integridad territorial de Ucrania al ocupar Crimea, y est¨¢ violando su soberan¨ªa al tratar de imponer un sistema federal. Rusia ha incumplido su palabra y ha empa?ado su reputaci¨®n, algo que tardar¨¢ a?os en subsanar. El culpar a la OTAN no mejorar¨¢ eso, solo lo empeorar¨¢.
? Injerencias. Los dirigentes rusos tambi¨¦n afirman que la OTAN se ha inmiscuido en los asuntos internos ucranios al presionar al pa¨ªs para que se incorporase a la Alianza.
La trayectoria de la OTAN demuestra lo falso que es esto. Cuando Ucrania manifest¨® su deseo de incorporarse a la Alianza hace 10 a?os, nos alegramos del deseo ucranio. Cuando Ucrania opt¨® por no pertenecer a ning¨²n bloque hace cinco a?os, respetamos la decisi¨®n ucrania. Cuando el primer ministro Arseni Yatseniuk visit¨® recientemente Bruselas, dej¨® claro que no ten¨ªan previsto convertirse en miembro de la OTAN. Es una decisi¨®n soberana de Ucrania, y la OTAN la respeta totalmente.
Mientras tanto, Rusia ha tratado en repetidas ocasiones de definir, e incluso imponer, el rumbo de Ucrania. Funcionarios de alto rango han instado a que se reforme la Constituci¨®n para crear un Estado federal, y han solicitado que Ucrania se declare neutral para proteger la seguridad rusa.
Esto contradice uno de los principios fundamentales de la seguridad euro-atl¨¢ntica: que cada Estado es libre de elegir sus alianzas. La Uni¨®n Sovi¨¦tica acept¨® ese principio cuando firm¨® los Acuerdos de Helsinki en 1975; Rusia hered¨® la obligaci¨®n.
Solo Ucrania puede decidir lo que es mejor para Ucrania, respetando totalmente a los ucranios, sea cual sea el idioma que hablen. Otros pa¨ªses pueden ayudar a facilitar el di¨¢logo, pero no pueden decidir en nombre de Ucrania.
Si Rusia es sincera en su intenci¨®n de dialogar, la primera medida que deber¨ªa adoptar ser¨ªa la retirada de las decenas de miles de soldados que ha desplegado en la frontera de Ucrania sin ninguna justificaci¨®n. De lo contrario, las conversaciones no ser¨¢n un di¨¢logo, sino un decreto.
? Escalada. Las autoridades rusas afirman que la OTAN ha intensificado la crisis al trasladar fuerzas militares a Europa central y del este y al condenar p¨²blicamente las acciones rusas. El ministro de Asuntos Exteriores, Sergu¨¦i Lavrov, incluso escribi¨® que ¡°el freno a la escalada empieza por la ret¨®rica¡±.
Lo cierto es que las acciones valen m¨¢s que las palabras: la escalada y el freno a la escalada empiezan sobre el terreno.
Desde que se inici¨® la crisis, Rusia ha ocupado Crimea con miles de efectivos, y ha organizado un refer¨¦ndum ama?ado. Es evidente que eso es escalada. La OTAN ha ofrecido su apoyo a las reformas en materia de defensa del Gobierno ucranio y se ha ofrecido a aumentar la transparencia y el control democr¨¢tico de las Fuerzas Armadas. Es evidente que eso no es escalada.
Las fuerzas rusas se han apropiado de bases militares y buques de guerra ucranios. Eso es escalada. La OTAN ha enviado expertos civiles para asesorar a Ucrania en materia de seguridad de infraestructuras b¨¢sicas. Eso no es escalada.
Rusia ha trasladado a unos 40.000 soldados a la frontera de Ucrania, apoyados por tanques, aviones de combate, artiller¨ªa y helic¨®pteros de ataque: escalada. La OTAN ha efectuado vuelos con aviones radar de control y vigilancia a¨¦rea (AWACS) sobre Polonia y Ruman¨ªa, y ha enviado seis aviones adicionales a los Estados b¨¢lticos para proteger el espacio a¨¦reo aliado: no es escalada.
? Disipar la cortina de humo. La propaganda rusa contra la OTAN y Occidente solo es una cortina de humo para ocultar sus propias acciones ilegales. Si se disipa la cortina de humo, la verdad sobre el terreno es evidente: Rusia se ha anexionado Crimea a punta de pistola, incumpliendo todos sus compromisos internacionales.
Rusia se encuentra ahora aislada en el mundo, y su reputaci¨®n internacional est¨¢ hecha a?icos. Eso no redunda en inter¨¦s de Rusia.
Rusia se enfrenta a una decisi¨®n: dejar de culpar a los dem¨¢s de sus acciones, retirar sus tropas, volver a cumplir sus obligaciones internacionales y empezar a reconstruir la confianza.
De lo contrario, Rusia solo sufrir¨¢ un mayor aislamiento internacional. Eso no le interesa a nadie, y solo har¨¢ que nuestro mundo sea m¨¢s peligroso e impredecible.
Pido a Rusia que ponga freno a la escalada. Hay que adoptar medidas concretas.
Anders Fogh Rasmussen es secretario general de la OTAN.
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