Los diputados socialistas rechazan el plan de austeridad de Hollande y Valls
El mot¨ªn de la mayor¨ªa reclama suprimir las medidas contra los funcionarios, los pensionistas y los pobres
Tras el desastre de las elecciones municipales, la precipitada crisis de Gobierno, la salida de los Verdes del Ejecutivo, y la calamitosa dimisi¨®n de Aquilino Morelle ¡ªprincipal asesor pol¨ªtico de Fran?ois Hollande y enlace con el primer ministro, Manuel Valls¡ª, el Partido Socialista (PS) franc¨¦s se encuentra al borde de la implosi¨®n y del ataque de nervios.
Hace unos d¨ªas, cien diputados de la mayor¨ªa publicaron un manifiesto contra la nueva pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno, plasmada en los recortes masivos del gasto p¨²blico y en el pacto por el empleo y la competitividad ofrecido por Hollande a la patronal. Este lunes, otro grupo de parlamentarios socialistas adscritos a la Comisi¨®n de Finanzas se ha unido al mot¨ªn de la mayor¨ªa socialista y ha presentado tres planes de ahorro alternativos al programa de austeridad presentado por Valls la semana pasada.
Los diputados disidentes, que suman un tercio del grupo parlamentario socialista, reclaman cambios sustanciales en el llamado pacto de responsabilidad, que prev¨¦ recortar 50.000 millones de gasto p¨²blico entre 2015 y 2017 para cumplir con el compromiso del d¨¦ficit y para financiar una bajada de las cargas laborales a la patronal por valor de 38.000 millones de euros.
El ajuste fiscal desgranado por Valls y exigido por Bruselas y Berl¨ªn, planea la congelaci¨®n de los sueldos de los funcionarios, de las pensiones y de las prestaciones sociales, pero no pide contrapartida alguna a los empresarios a cambio de ese cheque en blanco. La patronal MEDEF, de clara inspiraci¨®n german¨®fila, ha prometido que la bajada de los impuestos empresariales servir¨¢ para crear un mill¨®n de empleos, aunque sin especificar cu¨¢ndo ni de qu¨¦ tipo ser¨¢n esos nuevos puestos de trabajo.
Algunos defensores del neoliberalismo, como Alain Minc, exconsejero de Nicolas Sarkozy, han defendido que el giro de Hollande, un giro que la derecha no se atrevi¨® a dar cuando gobernaba, es un gran avance para el pa¨ªs: ¡°En el fondo, Mitterrand nos desembaraz¨® del comunismo; ahora, Hollande nos desembaraza del socialismo. Esto es, para Francia, un gigantesco paso adelante¡±, ha escrito Minc.
Pero numerosos economistas, muchos diputados socialistas y los sindicatos se oponen radicalmente al tijeretazo indiscriminado, y aseguran que tendr¨¢ consecuencias letales para el crecimiento y la creaci¨®n de empleo, que aumentar¨¢ la precariedad y la pobreza, que rebajar¨¢ el poder adquisitivo de los m¨¢s d¨¦biles y que empeorar¨¢ las prestaciones sociales. Un grupo de economistas adscrito a Sciences Po y un informe oficial del Instituto Nacional de Estad¨ªstica han subrayado que el plan aumentar¨¢ los beneficios de las empresas privadas pero moderar¨¢ el crecimiento del PIB en casi un punto por a?o.
La rebeli¨®n del grupo parlamentario socialista recuerda en parte a la crisis interna que vivi¨® el PSOE en 2010 cuando Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero present¨® su primer plan de ajuste fiscal, cifrado en 15.000 millones de euros en a?o y medio. Y el temor de los disidentes es que, como pas¨® en Espa?a, este primera tanda de recortes sea solo el aperitivo de otras peores y acabe condenando al PS a una derrota catastr¨®fica en 2017. La gran diferencia, seg¨²n ha recordado la web Mediapart, es que Madrid ten¨ªa en 2010 un d¨¦ficit superior al 11% y el desfase contable de Francia es en este momento del 4,3%.
El mot¨ªn complica aun m¨¢s la fr¨¢gil situaci¨®n de Hollande, y coloca contra las cuerdas a su nueva mano derecha y probable aspirante a disputarle la nominaci¨®n a las presidenciales de 2017, Manuel Valls. El Gobierno tiene que presentar su ajuste a la Asamblea Nacional el pr¨®ximo 29 de abril. Sabedor de que los Verdes y los comunistas no le dar¨¢n su apoyo, Valls tendr¨¢ necesariamente que consensuar el plan con el PS si desea reunir los votos suficientes.
Christian Paul, diputado por Ni¨¦vre y uno de los impulsores del ¡°Manifiesto de los 100¡±, ya ha adelantado que si el Gobierno no cambia su plan, ¨¦l no lo votar¨¢ el d¨ªa 29. Los disconformes, pertenecientes al ala izquierdista del PS, reclaman que los recortes no afecten a las rentas m¨¢s bajas y subrayan que son ¡°contrarios a los compromisos adoptados ante los electores¡±.
La encargada de pactar el dise?o final del ajuste con el Gobierno es la diputada socialista Val¨¦rie Rabault, de 40 a?os, reci¨¦n elegida ponente general de Presupuestos. La primera mujer que accede a ese puesto, antigua directiva del banco BNP Paribas, se reunir¨¢ con Valls el martes para empezar a negociar.
El lunes, su nuevo jefe, el primer secretario del PS, Jean-Christophe Cambad¨¦lis, trat¨® de bajar los humos a los diputados discrepantes. ¡°Reivindico el derecho a la impertinencia y a la insolencia para luchar contra la derecha o contra el FN, pero ante el Gobierno de Manuel Valls debemos ejercer una solidaridad exigente¡±, enfatiz¨® Cambad¨¦lis. Y a?adi¨®: ¡°No estoy entre los que quieren desautorizar a Fran?ois Hollande¡±.
Hace un a?o, Cambad¨¦lis elabor¨® el pol¨¦mico borrador del programa electoral del PS para las elecciones europeas, donde se reclamaba un cambio de rumbo a la Comisi¨®n Europea y se afirmaba que las pol¨ªticas de austeridad eran un s¨ªntoma de la ¡°intransigencia ego¨ªsta¡± de la canciller Angela Merkel.
Eran otros tiempos. Ahora, Hollande trata de ganarse la gracia de los neoliberales presentando los ajustes como la ¨²ltima oportunidad de mejorar la competitividad y de crear empleo. Valls ha tratado de vender los recortes como un programa de reformas indispensable para cumplir con Europa y fortalecer a Francia, y ha dicho que ¡°es hora de decir la verdad a los ciudadanos¡±. Ir¨®nicamente, el primer ministro ha negado que se trate de un plan de austeridad.
Seg¨²n ha escrito Laurent Mauduit, cofundador de la web Mediapart, el ¡°plan de austeridad es socialmente explosivo y democr¨¢ticamente ileg¨ªtimo, porque somete a los funcionarios, los pensionistas y los m¨¢s pobres a un violento plan de recortes para ofrecer 38.000 millones de regalo a los empresarios. Sin ese regalo, no habr¨ªa necesidad de someter al pa¨ªs a semejante purga¡±.
Tres planes alternativos para evitar el choque
Las medidas fiscales y de ahorro anunciadas por el Gobierno socialista prev¨¦n recortar en 28.000 millones el d¨¦ficit estructural de Francia entre 2014 y 2017. El plan original es que los impuestos de los hogares suban en 10.000 millones de euros y los de las empresas se reduzcan en 38.000 millones. Adem¨¢s, se prev¨¦n 56.000 millones de ahorro: 26.000 millones a cargo del Estado central; 13.000 millones en la Seguridad Social, 4.000 millones en otras prestaciones sociales y 13.000 millones para los organismos locales.
Para tratar de evitar el choque de los diputados con el Ejecutivo y sacar adelante el Programa de Estabilidad el pr¨®ximo d¨ªa 29, un grupo de parlamentarios socialistas adscrito a la Comisi¨®n de Finanzas ha trabajado el fin de semana de Pascua ¨Ccosa ins¨®lita en Francia- y el martes presentar¨¢ tres propuestas alternativas a Manuel Valls. Las tres respetan el objetivo de reducir en 28.000 millones el d¨¦ficit contable. La idea que inspira las propuestas es la de ¡°no reducir el poder adquisitivo de los ciudadanos, sobre todo de los m¨¢s d¨¦biles¡±.
Plan 1
Propone aplicar las rebajas de las cargas patronales a las pymes desde 2015, retrasando a 2016 la rebaja a los grandes grupos. Eso permitir¨ªa liberar 3.000 millones en 2015, sin congelar las prestaciones sociales y aumentando medio punto los salarios de los funcionarios.
Plan 2
Retirada de los descuentos fiscales a las empresas: dej¨¢ndolos al nivel de 2014, se liberar¨ªan 3.000 millones y eso permitir¨ªa subir un 1% los sueldos p¨²blicos.
Plan 3
Reduce la bajada de impuestos a las empresas desde 38.000 millones a 33.000 millones y propone un plan de lucha contra el fraude fiscal. Eso permitir¨ªa igualar el impuesto de sociedades de las pymes y los grandes grupos en 2017, reducir en 2.000 millones el ahorro de los organismos p¨²blicos y en la misma cantidad el IRPF, sin congelar prestaciones y subiendo un punto los salarios de la Administraci¨®n.
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