La transici¨®n en El Salvador exige nuevas ideas para erradicar la violencia
Roberto Ca?as, excomandante guerrillero, cree que el pa¨ªs neceista paz social, no pacificaci¨®n
¡°El Salvador no necesita pacificaci¨®n, sino paz social; no necesita di¨¢logo, sino acuerdos que se conviertan en pol¨ªticas de Estado¡±, asegur¨® a EL PA?S el excomandante insurgente Roberto Ca?as, uno de los firmantes de los acuerdos entre guerrilla y gobierno que en 1992 terminaron con la guerra civil que desangr¨® a esta peque?a naci¨®n centroamericana durante doce a?os.?
Actualmente hay un repunte de las pandillas o 'maras'
¡°Pacificaci¨®n fue lo que Estados Unidos aplic¨® a Jap¨®n luego del lanzamiento de las bombas at¨®micas en Hiroshima y Nagasaki. No, no es eso lo que necesitamos, sino acuerdos para desarrollar pol¨ªticas p¨²blicas integrales que no s¨®lo frenen la violencia, sino que la erradiquen¡±, apunt¨® Ca?as, convertido en la actualidad en un analista en distintos medios locales y en un acad¨¦mico universitario.?
Lo cierto es que en el actual momento ha habido un repunte de la violencia de las pandillas o de las temibles maras. Ha habido un?incremento de homicidios y ataques directos a la polic¨ªa. Las organizaciones criminales tambi¨¦n han aumentado su aprovisionamiento de armas de guerra. Esta situaci¨®n ha incrementado el debate pol¨ªtico, agudizado por el per¨ªodo de transici¨®n que se est¨¢ viviendo entre el actual gobierno que est¨¢ por concluir y la administraci¨®n que se inaugurar¨¢ a partir del 1 de junio, que estar¨¢ presidido por el l¨ªder izquierdista Salvador S¨¢nchez Cer¨¦n.?
¡°La situaci¨®n de violencia que estamos viviendo en la actualidad no es nuevo; venimos de ser el pa¨ªs m¨¢s peligroso del mundo por sus tasas superiores a los 70 homicidios por cada 100.000 habitantes. En estos ¨²ltimos a?os baj¨® a 40, pero que ¨²ltimamente ha habido un repunte, lo que ha generado una percepci¨®n de inseguridad muy grande, pero no es algo totalmente nuevo¡±, reconoci¨® Ca?as.?
En El Salvador hay unos 70 homicidios por cada 100.000 habitantes
Otros analistas como Roberto Rubio, de la Fundaci¨®n Nacional para el Desarrollo (FUNDE), coinciden con algunos altos funcionarios gubernamentales que consideran que la violencia de las pandillas ha cobrado ¡°nueva calidad¡±, como es el caso de los 70 ataques a patrullas, agentes e instalaciones de la polic¨ªa en lo que va de a?o 2014. Hay quienes otorgan a las maras otros atributos especiales como sus nexos con el narcotr¨¢fico y la penetraci¨®n de estas bandas criminales en el aparato del Estado.?
No obstante, Ca?as cree que ¡°hay muchas cosas que no se han hecho y que deber¨ªan de hacerse. Hay que montar pol¨ªticas p¨²blicas de seguridad que sean integrales, no medidas aisladas que con el tiempo fracasan¡±. Se refiere, por ejemplo, a las pol¨ªticas represivas de manos duras y manos s¨²per duras, cuyos contenidos esenciales era la represi¨®n: se victimiz¨® a los j¨®venes pobres, se ejecutaban redadas y se llevaron las c¨¢rceles. La consecuencia de ello fue mayor violencia.?
¡°No habr¨¢ soluciones instant¨¢neas; es imposible resolver una problem¨¢tica tan compleja de la noche a la ma?ana; hay que enfatizar que la delincuencia y la violencia en El Salvador son efecto de la desigualdad, la exclusi¨®n. Este abandono de gran parte de la sociedad es el generador del actual ambiente que nos afecta¡±, apunt¨® Ca?as.?
El analista y experto en negociaciones de conflictos pol¨ªticos critic¨® rotundamente a sectores conservadores salvadore?os que claman por medidas m¨¢s represivas contra el pandillerismo, tales como las penas de muerte o el exterminio social. ¡°Las medidas de endurecimiento de penas o el aval de escuadrones de limpieza social, el tomas la ley en nuestras manos o el paramilitarismo, no resolver¨¢n el problema esencial; no son soluci¨®n ni atacan las causas de nuestra problem¨¢tica. Ya lo hemos comprobado y se ha comprobado en el mundo¡±, finaliz¨® Ca?as.
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