La maquinaria de Martinelli es derrotada por Varela, una cu?a de su mismo palo

La aplanadora Martinelli, que aniquil¨® rivales y devor¨® instituciones estatales para controlarlas pero que, implacable, modific¨® el paisaje estructural paname?o con cuestionados meganegocios en obras p¨²blicas¡ªconstruy¨® un metro de transporte urbano y rob¨® tierra al mar para edificar una isla artificial¡ªy pretendi¨® prolongar su dominio gubernamental por v¨ªa electoral, encall¨® en una cu?a de su mismo palo: Juan Carlos Varela, ganador de los comicios presidenciales del pasado domingo y ahora convertido en presidente electo de Panam¨¢.

Varela, un ingeniero industrial, de 50 a?os, casado, con tres hijos y del Partido Paname?ista, fue subalterno de Ricardo Martinelli, due?o del partido Cambio Democr¨¢tico (CD) y a quien acompa?¨® como candidato a la Vicepresidencia en los comicios de 2009. Tras 26 meses de gobernar juntos, uno en la Presidencia y con un estilo demoledor que le permiti¨® llegar a controlar los poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo y varias instancias estatales, y otro en la Vicepresidencia y el Ministerio de Relaciones Exteriores, los celos pol¨ªticos y las pugnas partidistas y gubernamentales hicieron que la alianza estallara por los aires y Varela y Martinelli se convirtieron en f¨¦rreos enemigos.

Las vueltas del calendario pol¨ªtico permitieron a Varela derrotar al oficialista Jos¨¦ Domingo Arias, candidato presidencial del CD y pieza vital del presidente para buscar lo que sus opositores catalogaron como ¡°reelecci¨®n disfrazada¡±, consolidada al postular a Marta Linares, esposa de Martinelli, a la Vicepresidencia de la misma f¨®rmula partidista.

¡°Los paname?os quer¨ªamos cambio y no la continuidad de Martinelli y su gente¡±, afirm¨® Yamileth Hern¨¢ndez, de 40 a?os y cajera de un supermercado capitalino. ¡°Ahora queremos que Varela cumpla lo que prometi¨®, principalmente con los precios de la canasta b¨¢sica", adujo.

¡°Martinelli perdi¨® por su arrogancia, que de paso da?¨® a Arias¡±, dijo Stanley Bryan, abogado, de 59 a?os, mientras caminaba por un barrio capitalino. ¡°El presidente no fue humilde. Ha hecho cosas buenas, pero su arrogancia qued¨® demostrada cuando la noche del domingo dijo que ¡®Dios nos agarre confesados¡¯ con Varela. Ese no debi¨® ser el discurso de un presidente¡±, a?adi¨®, sin revelar por qui¨¦n vot¨®.

Por eso es que Claudina V¨¢squez, de 51 y que trabaja en limpieza de oficinas bancarias, tampoco se declar¨® sorprendida por el resultado electoral. ¡°Martinelli perdi¨® porque aunque hizo buen gobierno, no cumpli¨® las promesas para los pobres, que merecemos agua potable, vivienda y que bajen los precios¡± de art¨ªculos esenciales, asegur¨®.

¡°?C¨®mo es posible que en el piso 30 del edificio en que trabajo haya agua potable y en mi casa, al nivel de la calle, no tengamos agua? Los paname?os no nos merecemos eso, por eso dimos el voto a Varela y no al candidato de Martinelli¡±, puntualiz¨®, al se?alar el rascacielos donde labora.

No obstante, Alex¨¢nder Coley, analista de c¨®mputo, segu¨ªa sin comprender la derrota, ya que vot¨® por Arias ¡°por sus buenas propuestas¡± y porque quer¨ªa la continuidad de las ideas de Martinelli. ¡°No me la explico. Es probable que se deba a que muchos paname?os est¨¢n hastiados de Martinelli, aunque es de los pocos presidentes que se ve que hace cosas: vivienda, salud, deportes, infraestructura, carreteras, puentes¡±, explic¨® en la zona bancaria de la ciudad.

Varela, cuya candidatura es una alianza del Paname?ista con el opositor Partido Popular, gan¨® tras emerger como opci¨®n de cambio en un pa¨ªs con pasado reciente de continuismo. De 1968 a 1989 Panam¨¢ fue gobernada por un r¨¦gimen militar instalado en un golpe de Estado por el ya extinto general Omar Torrijos (1929-1981) y derribado¡ªen el crep¨²sculo de su ¡°narco-dictadura¡±¡ªpor la intervenci¨®n armada de Estados Unidos.

En un encendido mensaje de triunfo el domingo a sus seguidores, Varela admiti¨® que aunque en los 26 meses con Martinelli cumpli¨® sus promesas como aspirante a la Vicepresidencia en 2009, solo fall¨® en una: en derrotar a la corrupci¨®n.

Tras ratificar que bajar¨¢ los precios de la canasta b¨¢sica a partir del primero de julio, Varela proclam¨® que en su gobierno habr¨¢ ¡°separaci¨®n de poderes¡± y que ¡°la pol¨ªtica va a pasar de ser un negocio a ser un servicio. No m¨¢s corrupci¨®n: eso se acab¨®¡±.

Al comprometerse a sacar del gobierno a los que pretendan enriquecerse con dineros estatales, prometi¨®: ¡°?Gobernar¨¦ con temor a Dios!¡±.

Pero en el otro bando, y molesto e inc¨®modo, Martinelli apenas atin¨® a decir, al pregunt¨¢rsele si llamar¨ªa a Varela para felicitarle, que hab¨ªa extraviado el n¨²mero de tel¨¦fono del ganador. Ambos tendr¨¢n que verse las caras el primero de julio, cuando el presidente saliente entregue la banda presidencial al entrante y la aplanadora Martinelli sea desconectada¡­ temporalmente.