Clinton prepara su gran momento
La exjefa de la diplomacia de EE UU, arropada por su marido e hija, entra por primera vez en meses en la pelea pol¨ªtica tras los ataques republicanos
Hillary Clinton lo habla con pocas personas. Con Bill, su marido, con Chelsea, su hija, y con pocas m¨¢s. Entre amigos y conocidos, es casi un tab¨². Aquello en lo que todos piensan pero que pocos se atreven a preguntar.
¡°Es muy discreta con esto. Es algo entre ella, su marido y su hija¡±, dec¨ªa hace unos d¨ªas, en Washington, la periodista y empresaria Tina Brown.
Brown acababa de participar con ella en una entrega de premios a proyectos para la infancia en la sede del Banco Internamericano de Desarrollo (BID). El discurso de la ex primera dama, exsenadora y ex secretaria de Estado estuvo dedicado a la educaci¨®n infantil. Ni una palabra de pol¨ªtica. Ni una palabra de lo que todos los asistentes ten¨ªan en mente: que all¨ª, en aquel escenario, se encontraba la persona que en menos de tres a?os puede convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos.
Cuando acab¨® el acto, Clinton desapareci¨® en seguida. En un corrillo del c¨®ctel posterior, Brown explic¨® que ella no sab¨ªa nada, que los Clinton no abr¨ªan la boca sobre el tema, pero que no dudaba de que Hillary Clinton ¡ªderrotada por al actual presidente, Barack Obama, en las primarias dem¨®cratas de 2008¡ª ser¨ªa candidata a la Casa Blanca en las elecciones de 2016.
¡ª?Se presentar¨¢?
¡ªYa se ha presentado, sonri¨® Brown.
Todo indica que ser¨¢ la candidata del Partido Dem¨®crata en las presidenciales
Es decir, aunque oficialmente no se haya presentado, todas sus palabras y gestos ¡ªincluso aquel anodino discurso en la sede del BID¡ª indican que ella ser¨¢ la candidata del Partido Dem¨®crata para relevar al primer presidente negro de EE UU. Ella ya est¨¢ en campa?a. Siempre lo est¨¢.
La respuesta de Brown no es ins¨®lita. Otras personas que la conocen coinciden.
Desde California, habla Chris Lehane, pieza clave en las batallas que Bill y Hillary libraron en los a?os noventa del pasado siglo contra lo que la entonces primera dama llam¨® la ¡°vasta conspiraci¨®n de la extrema derecha¡±. Aquella era una Casa Blanca asediada por los esc¨¢ndalos y con un dramatismo que, en los tiempos de la disciplinada Casa Blanca de Obama, provoca nostalgia.
¡°?Est¨¢ haciendo todo lo que t¨² har¨ªas si estuvieses present¨¢ndote a la presidencia? Sin duda¡±, dice Lehane.
Desde Pakist¨¢n, lo corrobora Kim Ghattas, autora del libro The Secretary (La secretaria), una cr¨®nica personal sobre su etapa como secretaria de Estado de la Administraci¨®n Obama:
¡°A menos que ocurra algo imprevisto, estoy bastante segura de que se presentar¨¢. Dir¨ªa que hay un 80% de posibilidades de que lo haga¡±, dice Ghattas, corresponsal de la BBC para el Departamento de Estado. Ghattas entrevist¨® 15 veces a Clinton en sus a?os de secretaria de Estado, entre 2009 y 2012.
Puede parecer precipitado contemplar una candidatura presidencial cuando, primero, deben celebrarse las elecciones legislativas, en noviembre, y cuando queda m¨¢s de un a?o medio para que arranque el proceso de primarias que decidir¨¢ el candidato de cada partido a la Casa Blanca en 2016. Antes de las presidenciales de 2008 Clinton, como ahora, era la candidata inevitable y el novato Obama la derrot¨®. Pero en la actualidad, con el Congreso paralizado por la polarizaci¨®n entre dem¨®cratas y republicanos, las posibilidades de una segunda presidencia Clinton monopolizan la atenci¨®n de periodistas y pol¨ªticos en EE UU.
Hillary Clinton publicar¨¢ en junio un libro que la llevar¨¢ de gira por todo EE UU (en 2006 la gira de presentaci¨®n del libro La audacia de la esperanza fue, para Obama, un anticipo de lo que ser¨ªa su campa?a triunfal). Amigos y seguidores han puesto en marcha grupos para recaudar fondos y responder a los ataques de la derecha. The Washington Post ha proclamado esta semana en portada que Bill y Hillary ¡°han entrado en el combate partidista¡±. Bienvenidos.
En su etapa como secretaria de Estado definitivamente dej¨® de ser 'la mujer de'
Los Clinton han empezado a replicar a los ataques de la derecha, que se han redoblado en los ¨²ltimos d¨ªas. ¡°Esto no ha hecho m¨¢s que empezar¡±, vaticin¨® Bill.
La C¨¢mara de Representantes, en manos del Partido Republicano, ha creado un comit¨¦ para investigar el ataque en Bengasi (Libia), en septiembre de 2012, en el que muri¨® el embajador de EE UU, Chris Stevens. Clinton era entonces secretaria de Estado y responsable de la protecci¨®n de los diplom¨¢ticos norteamericanos en el extranjero y de la respuesta oficial al atentado, que en los primeros d¨ªas fue confusa.
Karl Rove, cerebro de la Casa Blanca del republicano George W. Bush, ha insinuado que Hillary Clinton esconde algo, que el golpe que sufri¨® en la cabeza en 2012 le ha dejado secuelas. Rove ha puesto en circulaci¨®n dos cuestiones delicadas: su salud y edad ¡ªtendr¨¢ 69 a?os en el momento de las elecciones¡ª y la tendencia, durante la presidencia de su marido, al secretismo y a la manipulaci¨®n.
¡°El plan de los republicanos es el regreso al futuro¡±, se queja Lehane en alusi¨®n a la pel¨ªcula de los a?os ochenta. ¡°No tienen nada que ofrecer para el futuro. Ninguna visi¨®n, ninguna idea. Lo ¨²nico que se les ocurre es reciclar ataques de los noventa¡±.
Incluso Monica Lewinsky, la mujer que mantuvo una relaci¨®n con el presidente Clinton, ha reparecido en escena, con un art¨ªculo en la revista Vanity Fair.
Algunos sondeos registran una ca¨ªda de los niveles de apoyo popular, elevados durante su etapa de secretaria de Estado, un cargo que suele ser inmune a la pelea partidista. La inc¨®gnita es si el paso por el Departamento de Estado la ha cambiado.
¡°La cambi¨® porque le permiti¨® apartarse de la politiquer¨ªa, alejarse de los focos de los medios de comunicaci¨®n nacional de EE UU y rodearse de periodistas centrados en los detalles m¨¢s t¨¦cnicos de la pol¨ªtica exterior¡±, dice Ghattas. Hillary Clinton adopt¨® una actitud m¨¢s relajada, c¨¢lida y amable. El cambio le ayud¨® a ¡°restaurar¡± su imagen, da?ada tras la dura campa?a contra Obama en 2008.
Pese a los escasos logros tangibles, Clinton realz¨® en el Departamento de Estado la imagen de estadista como representante de EE UU en el mundo y adquiri¨® un conocimiento profundo sobre qu¨¦ representa su pa¨ªs en el mundo. Tambi¨¦n dej¨® definitivamente de ser la mujer de.
Bill y Chelsea quieren que sea candidata, cree Tina Brown. ¡°Si no se presenta¡±, a?ade, ¡°ser¨¢ un desastre para Am¨¦rica y para los dem¨®cratas¡±.
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