La Fiscal¨ªa brasile?a denuncia a cinco militares de la dictadura

La extra?a muerte del teniente coronel retirado y asesino confeso, Paulo Malh?es, cuyas circunstancias aun se investigan, ha desencadenado la acci¨®n de la justicia brasile?a para juzgar uno de los cr¨ªmenes m¨¢s ic¨®nicos cometidos durante la dictadura brasile?a (1964-1985). La documentaci¨®n encontrada en el domicilio de Malh?es ha servido para que el Ministerio P¨²blico Federal (Fiscal¨ªa) haya dado el paso de interponer una denuncia contra cinco militares, tres de ellos retirados, por la muerte entre el 21 y 22 de enero de 1971 del diputado Rubens Paiva.

La desaparici¨®n y asesinato de Paiva han estado durante m¨¢s de 40 a?os cubiertos por un manto de silencio. Aunque oficiosamente se sab¨ªa que militares afines al r¨¦gimen castrense fueron los responsables del crimen, la ley de amnist¨ªa promulgada en 1979 ha representado durante todos estos a?os un subterfugio para estos y otros militares que mataron, torturaron o secuestraron durante los a?os de plomo. Esta ley, que estableci¨® tabla rasa, impide juzgar a los represores y supone el perd¨®n de sus cr¨ªmenes. Sin embargo, los fiscales federales que han elaborado la denuncia, Sergio Gardenghi Suiama, Antonio do Passo Cabral, Tatiana Pollo Flores, Ana Cl¨¢udia de Sales Alencar y Andrey Borges de Mendon?a, determinan que la ley de amnist¨ªa no cubrir¨ªa los cr¨ªmenes cometidos por los cinco militares implicados en la muerte de Rubens Paiva, ya que se produjeron ¡°en un contexto de ataque sistem¨¢tico y generalizado a la poblaci¨®n civil por un sistema semiclandestino de represi¨®n pol¨ªtica¡±.

Seg¨²n la argumentaci¨®n de los fiscales, los imputados podr¨ªan responder por cr¨ªmenes de lesa patria. El general retirado Jos¨¦ Ant?nio Nogueira Belham y el entonces miembro del Centro de Informaciones del Ej¨¦rcito (CIE, conocido por los historiadores como la ¡°casa de la muerte¡±), Rubens Paim Sampaio fueron denunciados por homicidio con tres agravantes, ocultaci¨®n de cad¨¢ver y asociaci¨®n a banda armada. Si la Justicia Federal decide dar tr¨¢mite a la denuncia y finalmente son declarados culpables, los militares podr¨ªan cumplir condenas de hasta 37 a?os y medio de c¨¢rcel. Por su parte, el coronel retirado Raymundo Ronaldo Campos y los sargentos Jurandyr Ochsendorf e Souza y Jacy Ochsendorf e Souza han sido denunciados por delitos de ocultaci¨®n de cad¨¢ver, fraude procesal y asociaci¨®n a banda armada.

La pena en estos casos podr¨ªa superar los 10 a?os de prisi¨®n. El Ministerio P¨²blico federal, que durante tres a?os ha investigado el caso, analizando minuciosamente 13 vol¨²menes de documentos y escuchando el testimonio de 27 personas, tambi¨¦n ha solicitado a la justicia que congele las jubilaciones de los cinco militares y al Ej¨¦rcito brasile?o que los despoje de las medallas y condecoraciones obtenidas durante sus carreras.

Tras la muerte de Paulo Malh?es, la hija de Rubens Paiva, Vera Paiva, asegur¨® estar convencida de que el asesinato tuvo como ¨²nico objetivo impedir que el militar continuara tirando de la manta. Malh?es falleci¨® el pasado 25 de abril en su casa del municipio carioca de Nova Igua?u a manos de tres asaltantes que amordazaron a su mujer y robaron armas, dinero y joyas. Un mes antes de su repentina muerte el exmilitar hab¨ªa declarado ante la Comisi¨®n Nacional de la Verdad (CNV) instaurada en Brasil para investigar los cr¨ªmenes cometidos durante los a?os de plomo. En un extravagante y pol¨¦mico interrogatorio de m¨¢s de dos horas, Malh?es reconoci¨® con una frialdad de hielo su participaci¨®n en una larga lista de asesinatos, torturas y desapariciones de disidentes del r¨¦gimen castrense. Sin embargo, neg¨® su intervenci¨®n en el asesinato de Paiva, si bien admiti¨® impl¨ªcitamente conocer detalles del mismo.