El mensaje del miedo seduce a Colombia
El candidato uribista, ?scar Zuluaga, triunfa en la primera vuelta con un discurso de mano dura Santos deber¨¢ buscar alianzas en la izquierda
Lo primero que hizo este lunes el vencedor de la primera vuelta de las elecciones colombianas, el uribista ?scar Iv¨¢n Zuluaga, fue anunciar que si el 7 de agosto resulta investido presidente, suspender¨¢ las conversaciones de paz con la guerrilla que inici¨® su rival, el presidente Juan Manuel Santos, en noviembre de 2012. Zuluaga toma la iniciativa en marcar el tema central de las pr¨®ximas tres semanas, hasta que se celebre la segunda vuelta el 15 de junio, y fija su postura de mano dura con las FARC. Esa estrategia le ha dado un buen resultado electoral frente a un Santos que, como candidato, tiene dificultades para defender la negociaci¨®n a la que ha encadenado su reelecci¨®n y su carrera pol¨ªtica.
El ideario uribista ¡ªSantos ha vendido Colombia a las FARC, les hace demasiadas concesiones, permite la impunidad¡ª sobre el proceso de paz parece haber funcionado en el electorado, que dio un 29,3% de los votos a Zuluaga, que logr¨® 458.000 m¨¢s que Santos. Muchos ciudadanos temen que, con el proceso de paz, los cabecillas de las FARC participen en pol¨ªtica sin pasar por la c¨¢rcel, un miedo al que el uribismo ha dirigido sus mensajes de campa?a. Zuluaga, tras decir que paralizar¨ªa el proceso hasta que haya un alto el fuego unilateral de la guerrilla, se mostr¨® abierto a que haya reducciones de penas, dando apariencia de moderaci¨®n. "En aras de la paz, estamos dispuestos a buscar una pena reducida del orden de los seis a?os", afirm¨® en rueda de prensa. Para Ariel ?vila, investigador de la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n, es solo un intento de "atraer indecisos y moverse al centro. Esas condiciones que pone pr¨¢cticamente destruir¨ªan el proceso", dice.
El proceso de paz, y la desconfianza de muchos en las verdaderas intenciones de la guerrilla despu¨¦s de tres intentos frustrados de negociaci¨®n, lastran cada vez m¨¢s la candidatura de Santos y ha catapultado la de Zuluaga en una campa?a muy polarizada y tensa. "Zuluaga gan¨® porque se sintoniz¨® muy bien con una visi¨®n de los colombianos que creen que la paz se consigue continuando la guerra, hasta llevar a las guerrillas a un sometimiento a la ley", dice Mar¨ªa Victoria Llorente, directora de la Fundaci¨®n Ideas para la Paz. Esta analista cree que los resultados del domingo, en una primera vuelta que registr¨® la abstenci¨®n m¨¢s alta en 20 a?os, reflejan que "a muy pocos colombianos les interesa este proceso con la guerrilla".
Zuluaga ha anticipado que, de ganar las elecciones el pr¨®ximo 15 de junio, suspender¨¢ provisionalmente las negociaciones y solo las reactivar¨ªa con la condici¨®n de que la guerrilla cese sus ataques y todo atentado contra la poblaci¨®n civil y la infraestructura econ¨®mica. Eso alterar¨ªa las condiciones bajo las que se est¨¢ dando el di¨¢logo, en las que se negocia en medio de la guerra, y quedar¨ªan en el limbo los acuerdos que ya se han firmado en La Habana y que son los que m¨¢s han avanzado en cincuenta a?os de conflicto que han causado 220.000 muertos y casi seis millones de desplazados.
El gran error de Santos, seg¨²n coinciden los analistas, es que no supo vender con convicci¨®n el proceso de paz. "No mand¨® los mensajes claros. Este no es un proceso en el que se est¨¢n llegando a unos acuerdos oscuros entre una ¨¦lite que gobierna y una ¨¦lite guerrillera, sino que es un acuerdo que trata de beneficiar a unos colombianos que han estado en el olvido durante d¨¦cadas", explica Llorente. En esto coincide la analista Laura Gil, "Santos nunca pudo crear una narrativa de una Colombia en paz y termin¨® ganando el mensaje del miedo, de que las FARC gobiernan este pa¨ªs, y la gente se lo crey¨®", dice.
Las contradicciones de las FARC en lo militar y lo pol¨ªtico han beneficiado a Zuluaga en detrimento de Santos. Pedro Medell¨ªn, asesor editorial de la revista Semana, sostiene que "las FARC fueron muy torpes, no le ayudaron al presidente Santos a construir un discurso positivo y favorable a la paz". Los colombianos perciben la negociaci¨®n como muy prolongada, y la guerrilla, con sus ataques recientes a la polic¨ªa, donde tambi¨¦n han muerto civiles, pone en entredicho su propia voluntad de paz.
En el triunfo de Zuluaga tambi¨¦n cuenta que supo manejar muy bien los esc¨¢ndalos en los que ha estado implicado, cuando se public¨® un v¨ªdeo donde aparec¨ªa con un hacker acusado de espiar el proceso de paz con las FARC. Aunque la Fiscal¨ªa colombiana sigue investigando y sostiene que no es un montaje, la defensa de Zuluaga cal¨® en los electores. "Tuvo una campa?a muy eficiente. Los esc¨¢ndalos le terminaron favoreciendo porque se present¨® como una v¨ªctima", dice Medell¨ªn.
Santos y Zuluaga se han lanzado a tratar de convencer a los otros tres candidatos que no pasaron a segunda vuelta ¡ªla conservadora Marta Luc¨ªa Ram¨ªrez, la izquierdista Clara L¨®pez y el de la Alianza Verde, Enrique Pe?alosa¡ª para que les apoyen. Es probable que Ram¨ªrez apoye a Zuluaga por su cercan¨ªa ideol¨®gica. Pero Santos, en cambio, necesita convencer a la izquierda (dos millones de votos) y al centroizquierda que apoya a Pe?alosa (un mill¨®n de votos), y no ser¨¢ sencillo.
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