Un gestor con el sello pol¨ªtico de Uribe
Zuluaga, el candidato que desaf¨ªa a Santos en la segunda ronda, ha desarrollado su carrera a la sombra del expresidente
?scar Iv¨¢n Zuluaga se present¨® el domingo exultante ante sus seguidores. Levantaba los brazos, cantaba su canci¨®n electoral ¡ª¡°una Colombia diferente, Zuluaga presidente¡±¡ª. Todo el mundo le aclamaba. Junto a su imagen victoriosa, el canal que retransmit¨ªa en directo la celebraci¨®n conect¨®, tambi¨¦n, con Medell¨ªn. All¨ª estaba el expresidente ?lvaro Uribe (2002-10), que figuraba en un recuadro m¨¢s peque?o, a la derecha de su emocionado heredero. Zuluaga agradeci¨® su victoria en la primera vuelta de las elecciones presidenciales colombianas a Dios, a su familia y a Uribe. El antiguo mandatario, embarcado en una misi¨®n feroz contra el proceso de paz dijo: ¡°Gracias Colombia. Que Dios nos d¨¦ luces para acertar¡±. Ese ¡°nos¡± encapsula el car¨¢cter de apoyo, de estar en segundo plano, que tiene Zuluaga, que sale acompa?ado de Uribe hasta en la propaganda de su propia campa?a presidencial.
Zuluaga, de 55 a?os, era el candidato menos conocido para los colombianos, que quiz¨¢ recordaban que hab¨ªa sido ministro de Hacienda entre 2007 y 2010, un cargo que no suele suscitar mucha emoci¨®n entre la ciudadan¨ªa. Pero tiene lo m¨¢s importante, el sello Uribe, todav¨ªa muy popular y a quien el Tribunal Constitucional prohibi¨® volver a presentarse a unas presidenciales tras cumplir dos mandatos. De su mano gan¨® Juan Manuel Santos ¡ªque tambi¨¦n fue ministro con Uribe, de Defensa¡ª en 2010 la presidencia por la que ahora compite de nuevo; y con ¨¦l puede ganar Zuluaga ahora.
El candidato uribista recibi¨® una educaci¨®n cristiana y se presenta como un hombre de familia. Su hijo David le lleva la publicidad de la campa?a. El padre de Zuluaga era comerciante de caf¨¦ y especias y la familia de su madre es propietaria de una importante empresa metal¨²rgica, Acesco, Acer¨ªas de Colombia, que ¨¦l lleg¨® a presidir.
Zuluaga estudi¨® Econom¨ªa en la prestigiosa Universidad Javeriana de Bogot¨¢ y luego hizo un curso de finanzas en la universidad brit¨¢nica de Exeter. Pero a ¨¦l lo que le gustaba era la pol¨ªtica, y empez¨® desde abajo, como concejal del Ayuntamiento de su pueblo, Pensilvania (unos 25.000 habitantes), situado en Caldas, en el eje cafetero. Zuluaga se convirti¨® en alcalde dos a?os despu¨¦s, en 1990. La periodista Juanita Le¨®n, directora de La Silla Vac¨ªa, una web pol¨ªtica de referencia, recoge en un perfil sobre Zuluaga que, al frente del Ayuntamiento, ¡°logr¨® un seguro dental para todos los ni?os del municipio, los dot¨® con kits escolares, electrific¨® varias veredas, hizo la carretera a Pueblo Nuevo¡±. En dos a?os de gesti¨®n, fue distinguido con el premio de mejor alcalde de Colombia.
En esa ¨¦poca tom¨® las riendas de la compa?¨ªa familiar para pilotar su expansi¨®n internacional. Le¨®n cuenta en su perfil, recogido en el libro S¨²per Poderosos 2014, que Zuluaga conoci¨® a Uribe cuando ¨¦ste era gobernador del vecino departamento de Antioquia en una ¨¦poca, 1997, en que la guerrilla golpeaba con dureza en Pensilvania. Desde entonces, Zuluaga siempre ha estado del lado de su mentor, y fue uno de los que fund¨® el Partido de la Unidad Nacional o Partido de la U, identificado con el apellido del carism¨¢tico expresidente. Apoy¨® la reelecci¨®n de Uribe, que fue pol¨¦mica porque hubo que cambiar la Constituci¨®n para permitir que hubiera dos mandatos.
Zuluaga tiene fama de buen gestor y de hombre cercano, al que le gusta estar con la gente y recorrer el pa¨ªs. Como parte de su campa?a, ha ido en un autob¨²s llamado ¡°la caravana de la victoria por los pueblos y ciudades¡±, y la noche del domingo, cuando gan¨® en primera vuelta, quiso marcar esa imagen campechana frente a Santos, bogotano y de la ¨¦lite y caracterizado como fr¨ªo y distante: ¡°Debemos decidir si continuamos con una gesti¨®n centralista y ausente o cambiamos por un gobierno cercano a la gente, que escuche a todos¡±. Tambi¨¦n mencion¨® todos los confines de Colombia.
Sus seguidores lo presentan como un pol¨ªtico recto y capaz, lo defienden con vehemencia y no les importa que se le vea como un t¨ªtere de Uribe. Es m¨¢s, algunos celebran tanta sinton¨ªa. El mayor esc¨¢ndalo al que se ha enfrentado salt¨® hace nueve d¨ªas, cuando la revista Semana public¨® un v¨ªdeo que la Fiscal¨ªa est¨¢ investigando. En ¨¦l se le ve hablando con un hacker que trabaja para su candidatura proporcion¨¢ndole supuestamente informaci¨®n militar secreta, interceptada ilegalmente, para que la emplee como arma electoral. En medio de la crispaci¨®n por una campa?a muy sucia, sali¨® a dar explicaciones nervioso, agarrotado, aferrado a su abogado y a los papeles con la declaraci¨®n que hab¨ªa le¨ªdo. Dijo que todo era un montaje. Luego, se dedic¨® al perfil bajo y trat¨® de no cometer errores. Pese al esc¨¢ndalo y a que la fiscal¨ªa dice que el v¨ªdeo no ha sido manipulado, logr¨® 3,7 millones de votos el domingo. ?l, y su sello Uribe.
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