El r¨¦gimen egipcio alarga las elecciones por la escasa participaci¨®n
Los Hermanos Musulmanes y otros grupos opositores llamaron a ala abstenci¨®n
Las autoridades egipcias decidieron este martes alargar las elecciones presidenciales en una tercera jornada para compensar la baja participaci¨®n del lunes y el martes. Seg¨²n fuentes oficiales, la medida se adopt¨® ¡°para permitir a m¨¢s gente que participe¡±. El escaso inter¨¦s en los comicios perjudica al mariscal Abdelfat¨¢ al Sisi, que busca legitimaci¨®n como nuevo hombre fuerte del r¨¦gimen que derroc¨® hace menos de un a?o al presidente Mohamed Morsi. Tanto Al Sisi como su rival, Hamd¨ªn Sabbahi, expresaron ayer su oposici¨®n a la pr¨®rroga electoral.
Los ilegalizados Hermanos Musulmanes del islamista Morsi, encarcelados a centenares desde el golpe militar, llamaron a la abstenci¨®n en estos comicios. Otros grupos opositores criminalizados por el actual Gobierno interino se mantuvieron lejos de los colegios electorales, donde solo se puede elegir entre Al Sisi, que hace dos meses dej¨® el bast¨®n de mariscal para meterse en pol¨ªtica, y el candidato izquierdista Sabbahi. Seg¨²n su equipo de campa?a, la participaci¨®n no habr¨ªa superado el 15% en el primer d¨ªa de votaci¨®n, informa Efe.
El r¨¦gimen ya hab¨ªa tratado de compensar la abstenci¨®n masiva declarando festiva la jornada del martes para atraer a m¨¢s votantes. Ayer un portavoz de la Comisi¨®n Electoral, Tarek Shebl, advirti¨® de la posible imposici¨®n de multas (de unos 50 euros) a quienes no acudan a votar y no puedan justificar su ausencia.
El ¨²nico rival de
El culto caudillista desplegado en torno a Al Sisi contribuir¨¢ a su previsible victoria. Pero, cumplido el tr¨¢mite, tambi¨¦n condicionar¨¢ la supervivencia pol¨ªtica del protagonista de la cuartelada que depuso al Gobierno anterior. Se beneficia Al Sisi de la popularidad de un golpe que, seg¨²n insisten sus partidarios, termin¨® con los planes de islamizaci¨®n pol¨ªtica de Egipto por parte de Morsi y sus Hermanos Musulmanes. Morsi gan¨® unas elecciones democr¨¢ticas un a?o despu¨¦s de las protestas masivas que en 2011 acabaron con tres d¨¦cadas bajo gobiernos de Hosni Mubarak. Tras deponer a Morsi en medio de masivas protestas ciudadanas contra su Gobierno islamista en 2013, Al Sisi encarna ahora las hiperb¨®licas esperanzas de sus partidarios, que s¨ª acudieron masivamente a las urnas.
Entre los que votaron, como el joyero Ahmed Osman, bajo los desmedidos bloques de cemento de Ciudad N¨¢sser, o el empresario Al¨ª Husein, en la acomodada Heli¨®polis, reina el consenso sobre las cualidades redentoras del ¡°h¨¦roe de julio¡±, el ¡°l¨ªder militar¡±, el ¡°hombre fuerte¡±.
La Comisi¨®n Electoral decidi¨® prorrogar un d¨ªa m¨¢s las elecciones
Pero tras cada paneg¨ªrico se esconde una ristra de exigencias: el mariscal, creen, ¡°solucionar¨¢ los problemas de Egipto¡±, sobre los que hay consenso: la seguridad, el terrorismo, el paro, la energ¨ªa y la ausencia de inversi¨®n extranjera. El militar golpista deber¨¢ demostrar ahora una capacidad de gesti¨®n bien distinta de la del cuartel. Que es adonde, seg¨²n destaca el analista pol¨ªtico Hisham Kassem, ¡°quieren regresar los generales¡±. No cree el c¨¦lebre periodista egipcio que ¡°ya sea posible el regreso a un r¨¦gimen militar¡± autocr¨¢tico. A Al Sisi, cuyo pronunciamiento de 2013 no considera ¡°un golpe de Estado, sino una intervenci¨®n¡± militar, Kassem le concede ¡°un a?o y medio para hacer algo¡± antes de que la gente vuelva a tomar la calle, como les sucedi¨® al aut¨®crata Mubarak y al islamista Morsi.
Los generales tienen ¡°un poder considerable¡±, pero ¡°saben mejor que nadie lo dif¨ªcil que es gobernar Egipto¡±. Aunque le parece obvio que a¨²n no se ha supeditado al poder civil, Kassem estima que el Ej¨¦rcito ¡°desde hace d¨¦cadas¡± prefiere ¡°conservar sus prebendas a volver a escaldarse¡± en la arena pol¨ªtica. As¨ª que cuando colg¨® el uniforme de mariscal hace dos meses, Al Sisi ¡°cay¨® al limbo¡±.
Los generales, entre los que seg¨²n Kassem no es particularmente popular ¡°ni el h¨¦roe transfigurado de ah¨ª afuera¡±, ya no lo consideran uno de ellos: ¡°No creo que est¨¦ muy tranquilo¡±. Si la gente cree que falla, protestar¨¢n y caer¨¢. La abstenci¨®n ya es ¡°una humillaci¨®n¡± para Al Sisi.
La posibilidad de protestas violentas pender¨¢ sobre Al Sisi desde que tome posesi¨®n. Los Hermanos Musulmanes se ver¨¢n respaldados por cualquier cuota de participaci¨®n que no llegue al 52% de las elecciones que gan¨® Morsi en 2012. En su gran despacho en el Ministerio de Justicia, el portavoz Abd Alazim Alshri, culpaba ayer a la organizaci¨®n de ¡°todos los des¨®rdenes terroristas¡± del ¨²ltimo a?o. Asegura que los m¨¢s de mil condenados a muerte del grupo islamista ¡°tienen la posibilidad de apelar las penas¡±. Cree que buena parte de ellos se librar¨¢ de la ejecuci¨®n. Otros 20.000 miembros de la cofrad¨ªa siguen entre rejas.
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