El misterio de la isla Bermeja
El islote aparece se?alado en algunos de los mapas de los siglos XVI al XIX
Tendr¨ªa que estar ah¨ª, a 100 kil¨®metros del noroeste de la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n, en el Golfo de M¨¦xico, a 22 grados, 33 minutos latitud norte y 91 grados, 22 minutos longitud oeste. Ah¨ª lo sit¨²a incluso Google Earth. Pero en ese punto no hay nada. La isla Bermeja se ha convertido en una isla fantasma. El misterio, en principio, no deber¨ªa tener mayor trascendencia geopol¨ªtica. Se trata de un peque?o pedazo de tierra sin aparente importancia ¡ªdescrita por el escritor Blas Moreno de Zabala en 1732 como un islote con agua limpia al sur, con piedras debajo del mar al este, y con un barranco color bermejo (rojizo) y poblado de ¨¢rboles¡ª pero si existiese significar¨ªa una mayor extensi¨®n del patrimonio mar¨ªtimo de M¨¦xico y por ende, derecho sobre los yacimientos petroleros submarinos de la zona.
En junio del a?o 2000 el expresidente mexicano Ernesto Zedillo y el entonces jefe del Gobierno de Estados Unidos, Bill Clinton, pactaron las fronteras mar¨ªtimas de ambos pa¨ªses. Cada pa¨ªs luch¨® entonces por un n¨²mero mayor de millas n¨¢uticas. En este periodo el enigma de la Isla Bermeja se intensific¨®, y las teor¨ªas conspiratorias comenzaron a surgir.
Se barajaron todo tipo de hip¨®tesis: la isla se hundi¨® a causa de un maremoto, desapareci¨® por el calentamiento global, fue dinamitada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), para que EE UU tuviera ventaja sobre el petr¨®leo del lugar. Las dudas surgieron porque la Bermeja aparece se?alada en los mapas de los siglos XVI hasta el XIX, e incluso est¨¢ presente en un libro de las islas mexicanas de 1946 editado por su Secretaria de Educaci¨®n P¨²blica.
La primera referencia de la isla Bermeja data de 1536, seg¨²n una investigaci¨®n publicada por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Geograf¨ªa (INEGI). Alonso Chaves escrib¨ªa ese a?o: ¡°Isla en t¨¦rminos de Yucat¨¢n, es[¡] peque?a y de lejos bermejea¡±. A partir de ah¨ª la isla aparece en la mayor¨ªa de las cartograf¨ªas del Golfo de M¨¦xico, a veces como Bermeja y otras como Bermejo. Las caracter¨ªsticas a las que hac¨ªa referencia Blas Moreno de Zabala son, para el INEGI, dudosas, ya que en dicha zona las islas est¨¢n formadas por arrecifes coralinos, ¡°sin agua dulce y sin arboleda¡±. Desde 1775 las sospechas de la no existencia de la Bermeja comenzaron a brotar. No obstante, sigui¨® presente en los mapas. En un texto de Guillermo Prieto de 1850 se lee: ¡°Esta isla, que se sit¨²a en todas las cartas, es muy dudosa su existencia [¡]sin embargo, la colocamos en la carta en la latitud¡¡±. Y en algunos mapas (como el de la fotograf¨ªa) ya aparece un signo de interrogaci¨®n junto al nombre.
Las inquietudes siguieron presentes entre los pol¨ªticos mexicanos. En 2008 el Senado de la Rep¨²blica mexicana solicit¨® al Gobierno que realizara una expedici¨®n para comprobar la existencia de la famosa isla Bermeja. El 20 de marzo de 2009 un grupo de investigadores de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM) zarp¨® en b¨²squeda del islote que, de existir, proveer¨ªa de millones de euros al pa¨ªs azteca. Despu¨¦s de una semana de viaje, no hallaron nada. Ni en la superficie, ni en la profundidad. Dos expediciones m¨¢s fueron encargadas, pero se lleg¨® a la misma conclusi¨®n: la Bermeja no existe. Seg¨²n el INEGI y el director del instituto de Geof¨ªsica de la UNAM, Jaime Urrutia, la idea de este islote se debe a un error cartogr¨¢fico que se copi¨® en los mapas posteriores sin que nadie lo verificara.
A pesar de que estas investigaciones parecen concluyentes, el Gobierno mexicano no parece tenerlo claro. Relaciones Exteriores considera el asunto demasiado delicado para dar una respuesta inmediata. Nadie sabe si ese islote bermejo, una tierra hasta ahora solo imaginada, con un barranco rojizo y un mar infinito al sur, flot¨® alguna vez en el Golfo de M¨¦xico.
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