Los deportados que intentan regresar a Estados Unidos, atrapados entre las leyes
El Departamento de Justicia multiplica acusaciones contra sin papeles por entrar ilegalmente
El estatus migratorio de Jeanette Vizguerra, madre de tres ni?os estadounidenses, est¨¢ en un limbo. Vivi¨® casi dos d¨¦cadas en Estados Unidos como indocumentada, hasta que la polic¨ªa de tr¨¢fico le dio el alto en 2009, iniciando un proceso de deportaci¨®n que sigue sin resolver. Esta mexicana, como miles de ¡®sin papeles¡¯ est¨¢ atrapada en un bucle de leyes de inmigraci¨®n que le permiten pedir asilo en EE UU mientras le acusan judicialmente por intentar regresar al pa¨ªs una vez han sido deportados.
¡°Hay personas que est¨¢n siendo procesadas a diario como si fueran criminales por el simple hecho de que regresaron a EE UU para estar con sus familias¡±, asegura Lynn Tramonte, subdirectora del Fondo de Educaci¨®n de America¡¯s Voice. La organizaci¨®n public¨® un informe esta semana en que revela que m¨¢s de la mitad de los procesamientos judiciales a nivel federal est¨¢n relacionados con delitos de inmigraci¨®n, muy por encima de los asociados al tr¨¢fico de drogas.
El pasado mes de marzo, por ejemplo, el 53,5% de los delitos criminales procesados a nivel federal correspond¨ªan a casos de inmigraci¨®n, mientras que los de drogas ascend¨ªan a un 14,8%, seg¨²n los datos de America¡¯s Voice. Adem¨¢s, las deportaciones justificadas ¨²nicamente por el delito de entrada ilegal se han triplicado en los ¨²ltimos cinco a?os.
Tramonte explica que el delito por residir ilegalmente en EE UU est¨¢ considerado una infracci¨®n civil que puede derivar en la deportaci¨®n, una decisi¨®n que depende del Departamento de Seguridad Nacional. Sin embargo, al procesar este caso, los fiscales pueden derivarlo al Departamento de Justicia, que a su vez puede procesar el caso como un delito criminal -como en instancias donde se ha cruzado la frontera repetidamente de manera ilegal.
¡°El Departamento de Justicia no deber¨ªa implicarse en un asunto que criminaliza a las mismas personas a las que el presidente Obama ha dicho que quiere ayudar con la reforma migratoria¡±, afirma David Leopold, abogado de inmigraci¨®n en Cleveland, Ohio. Leopold defiende que los recursos de Justicia deber¨ªan invertirse en detener a quienes representan un peligro de seguridad nacional, no a ¡°quienes se ven empujados por la desesperaci¨®n de reunirse con sus familias¡± despu¨¦s de haber sido deportados.
Ahora no se detiene a quien supone una amenaza, sino a quienes simplemente carecen de documentos para entrar¡±
Vizguerra es una de estas personas. Como ella, 11 millones de indocumentados esperan en EE UU una reforma del sistema de inmigraci¨®n que les permita regular su situaci¨®n. Esta misma semana, el presidente Obama anunci¨® que deber¨¢n esperar a¨²n m¨¢s hasta que se complete la revisi¨®n de las normas de deportaciones. El presidente orden¨® al Departamento de Seguridad Nacional que busque una normativa ¡°m¨¢s humana¡±, pero no ser¨¢ presentada hasta despu¨¦s del verano, cuando se agote el margen de actuaci¨®n con el que cuenta la C¨¢mara de Representantes.
Esta inmigrante mexicana hab¨ªa logrado apelar ante los tribunales una orden de deportaci¨®n pendiente cuando recibi¨® noticias de que su madre hab¨ªa enfermado en M¨¦xico. ¡°Fue una decisi¨®n dif¨ªcil de tomar porque uno no puede abandonar el pa¨ªs con un caso abierto¡±, explica. Hac¨ªa 15 a?os que no ve¨ªa a su madre y quiso darle el ¨²ltimo adi¨®s por lo que decidi¨® ir a M¨¦xico. ¡°A veces te gana el coraz¨®n¡±.
Despu¨¦s de ocho meses, durante los que su marido se qued¨® a cargo de los tres hijos en EE UU, decidi¨® deshacer el camino. ¡°No sabes qu¨¦ es lo que va a pasar al regresar, si te van a secuestrar, pero el amor por la familia hace que uno arriesgue todo¡±. Vizguerra no fue secuestrada, pero s¨ª detenida nada m¨¢s cruzar la frontera. Bloqueada en un centro de detenci¨®n de inmigrantes durante varias semanas, donde tambi¨¦n asegura que pas¨® un tiempo en aislamiento, Vizguerra recurri¨® a la comunidad hispana y a varias organizaciones para reclamar su puesta en libertad. Lo consigui¨®, pero su permiso temporal caduca en julio, cuando podr¨¢ ser deportada.
Como ella, muchos indocumentados han solicitado que se cancele su deportaci¨®n alegando ra¨ªces familiares en EE UU y la falta de antecedentes penales. Esta estrategia apela a la declaraci¨®n de intenciones de Obama, quien defiende que su administraci¨®n s¨®lo deportar¨¢ a ¡®sin papeles¡¯ que tengan antecedentes penales.
La Administraci¨®n ha argumentado estos a?os que a pesar de haber superado el n¨²mero de deportaciones de gobiernos anteriores, entre los expulsados hay una mayor¨ªa de criminales y personas con antecedentes penales. Pero la tendencia del Departamento de Justicia a incriminar a quienes intentan regresar ilegalmente al pa¨ªs, asegura America¡¯s Voice, contradice al presidente.
¡°Ahora no se detiene a quien supone una amenaza, que es para lo que se aprobaron las leyes de regulaci¨®n de la frontera, sino a quienes simplemente carecen de documentos para entrar¡±, asegura el abogado. ¡°El Gobierno se ha puesto en contra de quienes trabajan aqu¨ª fregando platos o recogiendo nuestras cosechas. Y tiene la obligaci¨®n moral de protegerles¡±.
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