El r¨¦gimen chino fuerza la amnesia sobre Tiananmen
El Gobierno de Pek¨ªn guarda silencio en torno a las protestas y su sangrienta represi¨®n
Hace hoy 25 a?os, en la noche del 3 al 4 de junio, los tanques del Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n (EPL) entraron en las calles de Pek¨ªn con una orden tajante: desalojar la plaza Tiananmen de los miles de manifestantes que la ocupaban. Antes de 6 de la ma?ana. Como fuera. Los veh¨ªculos acorazados y los camiones cargados de soldados armados con fusiles de asalto avanzaron por las avenidas de la capital para imponer el estado de excepci¨®n decretado el 20 de mayo y acabar con las protestas pac¨ªficas que desde mediados de abril llevaban a cabo decenas de miles de estudiantes, obreros e intelectuales, y se hab¨ªan extendido a muchas otras ciudades chinas.
Los soldados se abrieron paso hacia la plaza a disparos, y varios cientos de personas ¨Cm¨¢s de mil, seg¨²n algunas fuentes- murieron bajo las balas del Ej¨¦rcito y aplastados por los acorazados en las calles que conducen a Tiananmen. Algunos manifestantes respondieron con adoquines y lo que pillaron a mano y mataron a algunos soldados y quemaron veh¨ªculos militares. Para las 5.40 del 4 de junio, Tiananmen hab¨ªa sido desalojada, y el sue?o de reformas y democracia de toda una generaci¨®n de chinos se evapor¨®.
Los manifestantes, con el respaldo de gran parte de la poblaci¨®n, ped¨ªan mayor transparencia al Gobierno y reformas pol¨ªticas, y se quejaban de la gran corrupci¨®n reinante y la situaci¨®n econ¨®mica.
Un cuarto de siglo despu¨¦s, el Movimiento Prodemocr¨¢tico de 1989, como es denominado, y su violenta represi¨®n contin¨²an siendo tab¨² para el Gobierno, que este a?o ha redoblado los esfuerzos para borrarlo de la memoria colectiva y ha reprimido con dureza cualquier intento de los familiares de las v¨ªctimas y activistas de conmemorar a los fallecidos.
¡°El Gobierno no quiere que los chinos m¨¢s j¨®venes sepan y hagan preguntas sobre la primavera democr¨¢tica de Pek¨ªn, la represi¨®n y la matanza. Quiere que todo el mundo olvide la b¨²squeda de democracia y libertad de los j¨®venes estudiantes en 1989, con objeto de perpetuar para siempre el gobierno de partido ¨²nico del Partido Comunista Chino (PCCh)¡±, explica Jean-Pierre Cabestan, director del departamento de Estudios sobre el Gobierno y Estudios Internacionales en la Universidad Baptista de Hong Kong.
La inmensa mayor¨ªa de los j¨®venes ignora completamente la existencia de las protestas de 1989, y muchos de los chinos que han o¨ªdo sobre ellas desconocen las luchas internas en el partido que propiciaron el fatal desenlace. El dram¨¢tico episodio es obviado en los libros de texto, el t¨¦rmino ¡°4 de junio¡± ¨Co ¡°6, 4¡±, como es llamado en China- est¨¢ vetado en Internet, y sus referencias en las redes sociales son borradas r¨¢pidamente por los censores, aunque algunos internautas intentan saltarse los filtros con t¨¦rminos como 35 de mayo.
Cada a?o, cuando se acerca el aniversario, las autoridades detienen o someten a vigilancia a activistas y familiares de las v¨ªctimas, que piden un a?o tras otro, sin ¨¦xito, a Pek¨ªn que revele cu¨¢nta gente muri¨® -el Gobierno no ha dado un balance oficial de muertos-, haga p¨²blicos sus nombres y revierta el veredicto oficial de que los manifestantes eran ¡°contrarrevolucionarios¡±.
Las medidas para evitar cualquier reivindicaci¨®n p¨²blica son especialmente intensas este a?o, dada la simbolog¨ªa del n¨²mero 25
Las medidas para evitar cualquier reivindicaci¨®n p¨²blica y profundizar la amnesia sobre lo sucedido son especialmente intensas este a?o, dada la simbolog¨ªa del n¨²mero 25 y las crecientes demandas de reformas de una parte, aunque m¨ªnima, de la poblaci¨®n. Al menos 70 personas han sido detenidas, puestas bajo arresto domiciliario, han desaparecido o han sido?interrogadas por la polic¨ªa en las ¨²ltimas semanas, seg¨²n la organizaci¨®n de derechos humanos Amnist¨ªa Internacional (AI).
Entre quienes han sido detenidos, est¨¢n el respetado abogado de derechos humanos Pu Zhiqiang y la prominente periodista Gao Yu, de 70 a?os. Pu y otras cuatro personas fueron detenidas a principios de mayo, tras participar en una reuni¨®n privada de 15 personas en una casa para conmemorar el aniversario. Ding Zilin, fundadora y portavoz de Las madres de Tiananmen, un grupo de familiares de los estudiantes fallecidos en la represi¨®n de las protestas, est¨¢ en arresto domiciliario. Las madres de Tiananmen tienen registrados los detalles de 202 personas que murieron en Pek¨ªn y otras ciudades.
¡°Las autoridades est¨¢n nerviosas y carecen de confianza en s¨ª mismas, conscientes del hecho de que m¨¢s miembros de la ¨¦lite e intelectuales cuestionan la falta evidente de cualquier tipo de reforma pol¨ªtica¡±, dice Cabestan.
Lo sucedido aquella primavera de 1989 contin¨²a teniendo una alta carga pol¨ªtica y emocional en China, como prueba el nerviosismo del Gobierno, que incluso ha advertido por medio de la polic¨ªa a periodistas extranjeros que no entrevisten a ¡°personas sensibles¡± ni visiten ¡°sitios sensibles¡±, que no ha detallado, o se exponen a ¡°consecuencias muy graves¡±, en una velada amenaza sobre la posible cancelaci¨®n del permiso de residencia. Algunos de quienes lo han hecho han sido interrogados durante horas mientras eran filmados con c¨¢maras de v¨ªdeo.
El esfuerzo censor ha alcanzado tambi¨¦n a expertos y acad¨¦micos. ¡°Creo que no contestar¨¦ en esta ocasi¨®n¡±, se excusa Hu Xingdou, profesor en la Escuela de Humanidades y Ciencias Sociales del Instituto de Tecnolog¨ªa de Pek¨ªn, tras ser preguntado sobre las manifestaciones de Tiananmen. ¡°No es conveniente hablar. Mi tel¨¦fono est¨¢ intervenido¡±, afirma Zhang Ming, profesor en el departamento de Estudios Internacionales en la Universidad del Pueblo, en Pek¨ªn.
Minutos despu¨¦s de contactarle por tel¨¦fono, Hu Xindou se explica en su cuenta del servicio de mensajes en Internet Wechat: ¡°Los periodistas extranjeros a veces preguntan sobre acontecimientos sensibles. He tenido que rechazar responder. China no es un pa¨ªs normal, un pa¨ªs moderno. A¨²n hay temas sensibles. Por ejemplo, la Revoluci¨®n Cultural, el Movimiento Antiderechista, la hambruna. No se te permite comentar en Internet ni siquiera cuando has llevado a cabo una investigaci¨®n acad¨¦mica. Cuando China sea un pa¨ªs normal, la misi¨®n de mi generaci¨®n habr¨¢ sido cumplida¡±.
El Gobierno chino defiende regularmente que el gran progreso econ¨®mico que ha experimentado el pa¨ªs en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas prueba que la decisi¨®n de enviar al Ej¨¦rcito a suprimir las movilizaciones fue correcta y ha sido una garant¨ªa de estabilidad, y que hace tiempo que el partido y el Gobierno llegaron a una conclusi¨®n sobre ¡°los sucesos en China a finales de los 80 y los disturbios pol¨ªticos¡±.
Los nacidos despu¨¦s de 1980 no saben pr¨¢cticamente nada sobre el movimiento democr¨¢tico de 1989
La sociedad china es mucho m¨¢s pr¨®spera que hace 25 a?os, y la gente tiene m¨¢s libertades personales. El Partido Comunista ha entregado desarrollo, pero a cambio ha exigido a la poblaci¨®n que se olvide de la pol¨ªtica. La mayor¨ªa de quienes han nacido despu¨¦s de 1980 no saben pr¨¢cticamente nada sobre el movimiento democr¨¢tico de 1989, ni muestran ning¨²n inter¨¦s. Entre estos, quienes saben algo ven 1989 como un evento distante, al que se sienten ajenos. En general, han sido educados en un sistema impregnado de propaganda nacionalista para ser apol¨ªticos y centrarse en progresar econ¨®micamente. El control pol¨ªtico, la censura de los medios de comunicaci¨®n, el r¨¢pido crecimiento econ¨®mico -el producto interior bruto (PIB) se ha multiplicado por 30 desde 1990- y la mejora del nivel de vida de la poblaci¨®n han minimizado las demandas de democracia.
Desde que Xi Jinping lleg¨® a la presidencia de China en marzo de 2013, el Gobierno ha endurecido su posici¨®n con los disidentes. Ha detenido a muchos activistas, ha perseguido a los cr¨ªticos en Internet y ha reforzado el control sobre los periodistas. Mientras Xi h lanzado una dura campa?a contra la corrupci¨®n y la contaminaci¨®n y ha acometido importantes reformas econ¨®micas para impulsar un desarrollo m¨¢s sostenible, no ha mostrado ninguna intenci¨®n de querer llevar a cabo reformas pol¨ªticas ni aflojar el control del partido.
A pesar de ello, existe una comunidad de activistas e iniciativas, que, seg¨²n Cabestan, son legado de las movilizaciones de Tiananmen, como Weiquan (grupo de abogados y expertos legales que defienden los derechos civiles), el Movimiento de los Nuevos Ciudadanos y ¡°la explosi¨®n de organizaciones no gubernamentales y organizaciones de caridad y religiosas, a menudo relacionadas con la defensa de los derechos humanos¡±.
¡°El movimiento prodemocr¨¢tico no ha muerto nunca en China¡±, afirma el profesor de Hong Kong. ¡°Pero ha cambiado y ha madurado mucho en los ¨²ltimos 25 a?os. Los activistas saben ahora mejor que enfrentarse de forma directa al Partido Comunista es contraproducente. Tienden a concentrarse en estrategias indirectas, propuestas suaves, como la Carta 08, y el activismo social, incluido en el campo de las disputas laborales. Al mismo tiempo, Taiw¨¢n se ha convertido en una experiencia democratizadora m¨¢s atractiva y m¨¢s conocida en China continental¡±.
De momento, el Gobierno no parece tener ning¨²n inter¨¦s en revisar la historia sobre Tiananmen. Un cambio del veredicto oficial precisar¨ªa un consenso pol¨ªtico, y los m¨¢s conservadores en el PCCh podr¨ªan pensar que este paso mina la legitimidad del partido y mancha el legado del entonces l¨ªder del pa¨ªs Deng Xiaoping. Someter¨ªa, adem¨¢s, a algunos exdirigentes, como el entonces primer ministro Li Peng, al riesgo de que la gente le pida responsabilidades criminales, con el consiguiente peligro para el PCCh.
Seg¨²n Willam Nee, de Amnist¨ªa Internacional en Hong Kong, ¡°muchas de las demandas de los manifestantes en 1989 ¨Cel fin de la corrupci¨®n, m¨¢s transparencia, m¨¢s participaci¨®n p¨²blica, m¨¢s derechos humanos, m¨¢s democracia- a¨²n no han sido satisfechas¡±. ¡°Esta es una de las razones por las cuales (el movimiento de Tiananmen) sigue siendo un acontecimiento tan potente todav¨ªa y el Gobierno llega a tales extremos para intentar suprimir su memoria¡±. Nee cree, sin embargo, que en la era de Internet y con una clase media china que cada vez viaja m¨¢s, ¡°solo es cuesti¨®n de tiempo que el Gobierno chino tenga que hacer frente al legado (de Tiananmen)¡±. ¡°Pero est¨¢ claro que, en este momento, no quiere hacerlo¡±.
Reclamaban reformas pol¨ªticas y medidas anticorrupci¨®n
Las protestas prodemocr¨¢ticas de 1989 comenzaron como un movimiento popular liderado por los estudiantes de Pek¨ªn, al que su unieron trabajadores e intelectuales, con el apoyo de muchos ciudadanos. Luego se extendieron por todo el pa¨ªs. Los manifestantes ocuparon la plaza Tiananmen, en Pek¨ªn, donde en algunos momentos llegaron a juntarse entre 300.000 y un mill¨®n de personas, seg¨²n las fuentes.
El desencadenante fue la muerte el 15 de abril del excsecretario general del Partido Comunista Chino (PCCh) Hu Yaobang, un reformista liberal forzado a dimitir en 1987 por sus oponentes pol¨ªticos, que rechazaban las reformas econ¨®micas y mayor transparencia del Gobierno. El movimiento fue alimentado por la frustraci¨®n generada por a?os de dificultades en la econom¨ªa y altas tasas de inflaci¨®n.
Los estudiantes comenzaron a congregarse en Tiananmen, y a mediados de mayo iniciaron una huelga de hambre. Durante las siete semanas de movilizaciones, se produjeron varias marchas en Pek¨ªn en las que participaron m¨¢s de un mill¨®n de personas. Los manifestantes, que se consideraban patriotas, ped¨ªan reformas pol¨ªticas, libertad de prensa, medidas anticorrupci¨®n, y se quejaban de la situaci¨®n econ¨®mica.
El movimiento entr¨® en los focos de la prensa internacional, debido a la presencia de periodistas extranjeros que acudieron a Pek¨ªn a cubrir la visita, el 15 de mayo, del l¨ªder sovi¨¦tico Mikhail Gorbachev.
Las protestas pusieron de manifiesto las facciones existentes en el PCCh, cuyos l¨ªderes estaban divididos sobre c¨®mo responder. El moderado Zhao Ziyang, entonces secretario general del partido, se opuso a llamar a las manifestaciones "rebeli¨®n contrarrevolucionaria" y enviar los tanques para ponerles fin. Zhao fue acusado por el ala dura del partido, liderada por el entonces primer ministro, Li Peng, de apoyar las revueltas y dividir al partido, y con la aquiescencia del l¨ªder supremo, Deng Xiaoping, fue destituido y sometido a arresto domiciliario, donde pas¨® la mayor parte de los 16 a?os transcurridos hasta su muerte en 2005.
El 3 de junio, con Zhao fuera de juego, fue dada la orden de desalojar la plaza. La operaci¨®n deb¨ªa comenzar a las 9 de la noche y acabar antes de las 6 de la ma?ana del d¨ªa siguiente. Tras la matanza, el Gobierno detuvo a miles de personas, acusadas de contrarrevolucionarias y otros cr¨ªmenes, incluidos alteraci¨®n del orden p¨²blico e incendio provocado. Algunas fueron juzgadas con celeridad y ejecutadas. Otras fueron encarceladas durante a?os. M¨¢s de 400 l¨ªderes de las manifestaciones y disidentes lograron escapar de China con ayuda de organizaciones en Hong Kong y los gobiernos brit¨¢nico y franc¨¦s.
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