Una huelga de metro en S?o Paulo complica la inauguraci¨®n del Mundial

La entrada al estadio de Itaquer?o, al este de S?o Paulo, puede convertirse en un martirio para los miles de seguidores que acudan el jueves a la inauguraci¨®n del mundial con el Brasil-Croacia. Las protestas han continuado y esta ma?ana la polic¨ªa ha dispersado con gases lacrim¨®genos a los manifestantes que cortaban una de las calles principales del centro financiero, Rua Vergueiro, seg¨²n ha informado la agencia AFP. Hay una nueva asamblea convocada para el lunes por la tarde (sobre las 18.00 hora peninsular en Espa?a) entre los trabajadores del Metro de S?o Paulo y la empresa p¨²blica para decidir si continuar con la huelga que afecta al transporte subterraneo desde el jueves. Los trabajadores piden un aumento salarial del 12,2%, pero la empresa ofrece un 8,7%. Toda la ciudad est¨¢ ahora pendiente de esta negociaci¨®n.

Tras una asamblea celebrada el domingo, el sindicato de los trabajadores del metro de S?o Paulo decidi¨® continuar con la huelga, que afecta a cerca de cuatro millones de personas y que pone en riesgo la movilidad de la ciudad a tres d¨ªas de que el bal¨®n comience a rodar. El jueves, primer d¨ªa del paro, la ciudad, ya de por s¨ª proclive a embotellamientos monumentales, registr¨® un atasco casi hist¨®rico de 239 kil¨®metros en el ¨¢rea central de S?o Paulo. La ciudad casi se paraliz¨® por completo.

Los trabajadores decidieron continuar la huelga a pesar del fallo un¨¢nime del Tribunal Regional del Trabajo, que en una sesi¨®n extraordinaria acordaron que el paro es ilegal. Adem¨¢s, aumentaron la cuant¨ªa de la multa por incumplir los servicios m¨ªnimos de 30.000 a 150.000 euros. Solo las l¨ªneas privatizadas funcionan, pero la que lleva al estadio, la roja, es p¨²blica y se ve afectada. Tambi¨¦n corre el riesgo de quedar parado el tren expreso que enlaza el centro con el estadio.

El asunto puede incluso agrandarse y derivar en una huelga general. ¡°El 90% de los trabajadores apoya nuestras reivindicaciones¡±, aseguraba uno de los l¨ªderes sindicales durante la asamblea del domingo. Al t¨¦rmino de la reuni¨®n, en medio de una marea de gritos y protestas, uno de los trabajadores se hizo con la palabra y exclam¨®: ¡°En cuanto salg¨¢is de aqu¨ª vais a empezar a o¨ªr que tenemos que acabar con la huelga, que hay mucho en juego con el mundial. No desanimaros. M¨¢s all¨¢ de la Copa, de Neymar y de la FIFA, lo que est¨¢ en juego aqu¨ª es nuestra vida y la de los trabajadores¡±. Los empleados del metro aseguran tambi¨¦n que ya hay movimientos sociales y sindicatos que les han expresado su adhesi¨®n al paro.

Que la estaci¨®n de metro vital para acceder al estadio se encuentre cerrada el jueves no preocupa mucho a Marco Polo del Nero, el presidente de la Federaci¨®n Brasile?a de F¨²tbol: ¡°Esto es un problemilla peque?o. Si no hay metro, pues que la gente vaya en autob¨²s o en coche. Siempre hay alternativas¡±.

"Si no hay metro, pues que la gente vaya en autob¨²s o en coche."

Esta huelga se inscribe en un clima, si no de desafecci¨®n hacia el mundial por parte del brasile?o, s¨ª de cierta tibieza. A pesar de su amor al f¨²tbol, la poblaci¨®n no demuestra el mismo entusiasmo ¡ªpor lo menos hasta ahora¡ª que otros a?os, y eso que Brasil es la sede del campeonato. Hay menos calles adornadas, menos banderas colgadas de las ventanas y, en general menos ambiente de euforia y de fiesta.