El misterio de El Azul se agranda
Las autoridades mexicanas investigan la posible muerte de un l¨ªder del cartel de Sinaloa que siempre se mantuvo en un discreto segundo plano
En un negocio de cadena de oro al cuello, Lamborghini en el garaje y leopardos como mascota, hay un capo apodado El Azul que nunca quiso llamar la atenci¨®n. La muerte de Juan Jos¨¦ Esparragoza Moreno, si es que ha muerto, podr¨ªa haber sido tan discreta como su vida criminal. El Gobierno de M¨¦xico est¨¢ tratando de confirmar si el menos conocido de los grandes narcotraficantes del cartel de Sinaloa, pieza clave de la organizaci¨®n, falleci¨® el viernes pasado de un infarto en alg¨²n punto del pa¨ªs y fue incinerado el s¨¢bado en una ceremonia secreta a la que solo asistieron sus familiares, ha asegurado a EL PA?S un alto funcionario.
Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n ha aparecido en la lista de Forbes como uno de los tipos m¨¢s ricos del mundo. Ismael El Mayo Zambada ha sido entrevistado por el legendario periodista mexicano Julio Scherer. El Azul, el tercer pilar sobre el que se asentaba la poderosa mafia de Sinaloa, se ha mantenido todo este tiempo en un segundo plano. En su ficha de la DEA sus actividades se describen con un austero ¡°ocupaci¨®n desconocida¡±.
Su sobrenombre tiene que ver con la percepci¨®n de quienes le rodeaban. El tono de su piel era tan oscuro que sus amigos dec¨ªan que parec¨ªa azul. Perseguido por su pa¨ªs desde 1998 y por Estados Unidos desde 2003, logr¨® sobrevivir a varias generaciones de narcotraficantes que acabaron asesinados o en la c¨¢rcel.
Su posible final no tendr¨ªa nada de espectacular, a diferencia del ocaso de otros colegas. El peri¨®dico local R¨ªo Doce sostiene que Esparragoza tuvo un accidente hace 15 d¨ªas que le dej¨® una severa lesi¨®n en la cadera. El viernes intent¨® levantarse de su cama y fue en ese momento cuando sufri¨® un ataque al coraz¨®n. La publicaci¨®n asegura que recibi¨® la confirmaci¨®n de su fallecimiento por parte de sus familiares. El Azul ten¨ªa 65 a?os.
Las autoridades mexicanas no han confirmado su muerte y se han limitado a decir que se trata de ¡°un rumor¡±, pero han abierto una investigaci¨®n en la que est¨¢ colaborando la DEA. ¡°No es nada f¨¢cil verificar si las cenizas son de El Azul. Podr¨ªa tratarse de un truco de sus familiares para que dej¨¢ramos de perseguirle¡±, a?ade el funcionario mexicano.
El Azul aparece en los libros de historia del cartel desde tiempos remotos. Cuando el narcotr¨¢fico era casi una actividad rural controlada por matones de pueblo. Se cri¨® en Badiraguato, Sinaloa, cuna de otros grandes narcos como el Chapo o Caro Quintero. De adolescente abri¨® una tienda de abastos, y m¨¢s tarde se mostr¨® como un h¨¢bil negociador en la compraventa de ganado. A los 22 a?os se uni¨® a Amado Carrillo Fuentes, conocido como el El Se?or de los Cielos por su flotilla de avionetas que transportaba a EE UU cantidades industriales de droga. Esparragoza demostr¨® sus cualidades de comerciante temprano en los tratos que Sinaloa cerr¨® con los carteles colombianos, m¨¢s necesitados que nunca de la frontera mexicana para llevar coca¨ªna a Estados Unidos. Se gan¨® la fama de hombre de consenso.
Su proverbial discreci¨®n dificulta reconstruir algunas ¨¦pocas de su vida. Elaine Shannon, en su libro Desperados, lo sit¨²a a finales de los setenta como uno de los l¨ªderes del cartel de Guadalajara, una organizaci¨®n que se estructur¨® en esa ciudad mexicana donde se invent¨® el mariachi pero cuyos miembros m¨¢s relevantes eran sinaloenses. Don Winslow se inspir¨® en ellos para escribir El poder del perro. El cartel se descompuso por el asesinato del agente de la DEA Kiki Camarena y Esparragoza fue detenido a mediados de los a?os ochenta por delitos contra la salud. Fue condenado a siete a?os de c¨¢rcel.
De sus a?os en prisi¨®n trascendi¨® un perfil psicol¨®gico elaborado por los responsables del centro. Lo reproduce el diario digital mexicano Sin Embargo. Los expertos le observaron una desviaci¨®n psicop¨¢tica aunque dentro de unos l¨ªmites razonables. Lo dibujaron como un hombre independiente e inconforme aunque nada impulsivo y sin sentimientos ¡°inapropiados¡±. Activo, en¨¦rgico y con dificultades para aceptar las normas, sus respuestas en un test retratan la ambig¨¹edad de El Azul:
61. No he vivido la vida con rectitud: Cierto.
102. Mis luchas m¨¢s dif¨ªciles son conmigo mismo: Cierto.
201. Desear¨ªa no ser tan t¨ªmido: Cierto.
249. Nunca he tenido tropiezos con la ley: Cierto .
La vida disoluta de Esparragoza en prisi¨®n ha quedado registrada en art¨ªculos y publicaciones de la ¨¦poca. Estuvo confinado en el m¨®dulo de una prisi¨®n del Distrito Federal, el Reclusorio Sur, que era conocido como Beverly Hills.
Los reos caminaban por los pasillos con los primeros tel¨¦fonos m¨®viles, esos que eran tan grandes que necesitaban una maleta para ser transportados. Hab¨ªa televisi¨®n y microondas. Los capos celebraban all¨ª la comuni¨®n de sus hijos. Esparragoza facilit¨® a las autoridades un domicilio personal situado en la calle Fuego, en el sur del DF. Un barrio tranquilo y lujoso. En esa misma calle vivi¨® durante 30 a?os y muri¨® en marzo el escritor colombiano Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez. En 1993, al salir de prisi¨®n se incorpor¨® de nuevo al hampa, si es que alguna vez se hab¨ªa ido.
Si se ha ido, Esparragoza lo habr¨¢ hecho sin el ruido de otros paisanos suyos de Sinaloa como Arturo Beltr¨¢n Leyva, masacrado por la Marina a tiros de fusil de asalto en 2009, o como el Chapo, rastreado con drones mientras hu¨ªa por los desag¨¹es de la ciudad de Culiac¨¢n. Hoy dicen que en alg¨²n lugar de la sierra de Sinaloa se guardan las cenizas de un hombre sigiloso al que llamaban El Azul.
Inc¨®gnitas sobre el futuro del cartel
El adi¨®s de El Azul abrir¨ªa todav¨ªa m¨¢s interrogantes sobre el futuro del cartel de Sinaloa, el m¨¢s poderoso del pa¨ªs. La detenci¨®n en febrero del Chapo, el hombre m¨¢s buscado del mundo tras la ca¨ªda de Bin Laden, abri¨® un supuesto proceso de sucesi¨®n en la estructura que todav¨ªa no parece haberse cerrado.
El Gobierno de la regi¨®n reconoce que la captura ha disparado los homicidios y los enfrentamientos entre polic¨ªas y delincuentes. Se pas¨® de una muerte al d¨ªa a m¨¢s de 3. En mayo se registraron m¨¢s de 100 homicidios. La inestabilidad del cartel ha convertido algunas zonas de la regi¨®n en un cementerio.
Las autoridades hallaron la madrugada del lunes 12 cad¨¢veres en una camioneta. En los siguientes d¨ªas fueron encontrados otros seis cuerpos, con lo que se llega a 18 en menos de una semana. La polic¨ªa tambi¨¦n se enfrent¨® a balazos con unos hombres armados en dos veh¨ªculos en la carretera Los Mochis-El Fuerte. Las autoridades no han dado a conocer si hubo alguna muerte en ese intercambio de disparos. Con el Chapo entre rejas y el El Azul aparentemente convertido en polvo, el ¨²nico hist¨®rico que queda en el negocio es El Mayo Zambada. Lleva medio siglo en el mundo de la droga sin haber pisado la c¨¢rcel
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