La lucha sectaria devuelve Irak al caos
Los kurdos aprovechan la ofensiva yihadista para tomar la ciudad petrolera de Kirkuk
Tropas kurdas han tomado este jueves el control de la ciudad petrolera de Kirkuk ante la huida de soldados y polic¨ªas iraqu¨ªes, temerosos del avance insurgente. Ese paso reaviva el riesgo de fragmentaci¨®n de Irak, a la vez que pone de relieve la fr¨¢gil estructura de seguridad sobre la que se asienta el Gobierno de Nuri al Maliki. Mientras, los milicianos del Estado Isl¨¢mico en Irak y el Levante (EEIL), el grupo yihadista que lidera la lucha armada contra el Gobierno central, segu¨ªan presionando en varios frentes y alardeaban de que su objetivo era llegar hasta Kerbala y Nayaf. Aunque el Parlamento no logr¨® el qu¨®rum necesario para aprobar el estado de emergencia, el Gobierno pas¨® a la ofensiva bombardeando posiciones rebeldes
¡°Toda la ciudad de Kirkuk se encuentra bajo control de los Peshmerga. No queda Ej¨¦rcito iraqu¨ª en Kirkuk¡±, ha declarado Jabbar Yawar, un portavoz de esas fuerzas de la regi¨®n aut¨®noma del Kurdist¨¢n, citado por la agencia Reuters.
Los responsables kurdos han justificado esta medida sin precedentes ante el temor de que los milicianos del EIIL avanzaran sobre esa ciudad, situada a 240 kil¨®metros de Bagdad. Seg¨²n su relato, los soldados regulares abandonaron sus bases, al igual que hicieran de antemano en Mosul, Tikrit y otras localidades en la que los rebeldes no parecen haber encontrado una resistencia significativa. Se trata sin embargo de una decisi¨®n de doble filo.
Controlar Kirkuk, supone controlar sus reservas de petr¨®leo, las segundas m¨¢s importantes del pa¨ªs, un sue?o por el que el Gobierno regional kurdo se ha peleado con Bagdad desde que Estados Unidos derrocara a Saddam Husein en 2003 y empezara a dise?ar el nuevo Irak. Adem¨¢s, los kurdos reclaman esa ciudad como su capital hist¨®rica y nunca han aceptado que quedara fuera de su autonom¨ªa. De hecho, lograron arrancar la promesa de un refer¨¦ndum y, hasta ahora, hab¨ªan compartido la seguridad con fuerzas ¨¢rabes y turcomanas, las otras dos grandes comunidades de la villa.
El ajuste de cuentas contigo [en referencia al primer ministro chi¨ª Nuri al Maliki] no va a ser en Samarra o Bagdad, sino en las impuras Kerbala y Nayaf Portavoz del EIIL
La r¨¢pida maniobra para negar la ciudad a los yihadistas plantea una situaci¨®n de hecho que ser¨¢ complicado de revertir. De consolidarse, romper¨ªa el fr¨¢gil equilibrio que ha mantenido unido Irak en esta ¨²ltima d¨¦cada. Los kurdos, que ya ven¨ªan autogobern¨¢ndose desde varios a?os antes, han logrado una estabilidad y un desarrollo que el resto de los iraqu¨ªes envidian. El acceso al petr¨®leo de Kirkuk podr¨ªa eliminar su incentivo para seguir formando parte del pa¨ªs de los dos r¨ªos.
¡°Es la ¨²nica soluci¨®n. Que cada comunidad vaya por su camino. Si no podemos vivir todos juntos, lo mejor es que nos dividamos¡±, conf¨ªa a EL PA?S un diplom¨¢tico iraqu¨ª de origen kurdo.
El interlocutor tampoco se explica la actuaci¨®n del Ej¨¦rcito.
¡°Es muy raro. Da la impresi¨®n de que los militares estuvieran compinchados [con los yihadistas]. Si no, no se entiende¡±, asegura, aunque admite que el hecho de no sentirse apoyados por la poblaci¨®n local tiene que haber pesado tambi¨¦n.
El propio Al Maliki se ha referido a la ca¨ªda de Mosul como una ¡°conspiraci¨®n¡± y prometido castigar a quienes abandonaron sus puestos. Las im¨¢genes de columnas enteras de veh¨ªculos militares repleg¨¢ndose hacia Bagdad desde el norte del pa¨ªs, sin disparar un tiro, ponen en entredicho un Ej¨¦rcito en cuyo entrenamiento EEUU invirti¨® cerca de 25.000 millones de d¨®lares (unos 18.500 millones de euros). Pero por encima de su preparaci¨®n y medios, existe un problema de moral que entra de lleno en la fractura confesional subyacente a la crisis actual.
Razones no s¨®lo demogr¨¢ficas sino de lealtad han distorsionado la composici¨®n del Ej¨¦rcito a favor de los ¨¢rabes chi¨ªes (60% de la poblaci¨®n), comunidad a la que pertenece Al Maliki y que controla los resortes del poder. Cuando a partir de 2011, tras la salida del Ejercito de EEUU (que a pesar de todos los pesares ejerc¨ªa de ¨¢rbitro) y al hilo de la guerra civil en Siria, los extremistas sun¨ªes vuelven a agitar Al Anbar (el coraz¨®n de la insurgencia contra la ocupaci¨®n norteamericana), el primer ministro no responde pol¨ªtica sino militarmente. En consecuencia, los habitantes sun¨ªes de esa regi¨®n ven a los soldados como una fuerza al servicio del Gobierno chi¨ª.
De ah¨ª el simbolismo de que los propagandistas del EIIL hayan anunciado que su objetivo no es s¨®lo marchar sobre Bagdad, sino alcanzar las ciudades santas chi¨ªes de Nayaf y Kerbala. Para esos extremistas, los chi¨ªes son herejes a quienes no reconocen como iguales.
Es altamente dudoso que la mayor¨ªa de los sun¨ªes de Irak simpaticen con el radicalismo y la brutalidad que exhiben los yihadistas. No obstante, los testimonios recogidos por los medios locales entre quienes huyen de las zonas en las que avanzan los rebeldes, hablan no s¨®lo del temor a ¨¦stos, sino sobre todo del miedo a la posible respuesta gubernamental. Recelan del uso de la aviaci¨®n como ocurriera en Faluya y Ramadi, que los insurgentes controlan desde principios de a?o. Anoche hab¨ªan empezado los bombardeos contra Mosul y Tikrit.
En una clara denuncia a las pol¨ªticas de Al Maliki, los diputados ¨¢rabes sun¨ªes y kurdos han boicoteado hoy la reuni¨®n extraordinaria del Parlamento, lo que ha impedido el qu¨®rum necesario para votar la declaraci¨®n de estado de emergencia que quiere el primer ministro. Mientras, los milicianos del EIIL segu¨ªan hostigando Baiji, sede de la mayor refiner¨ªa del pa¨ªs a 225 kil¨®metros de Bagdad, y han llegado a ocupar varias localidades m¨¢s peque?as a apenas una hora de la capital. Las autoridades temen que corten la autopista que une ¨¦sta con el Norte.
Ir¨¢n se compromete a asistir a su aliado para ¡°combatir la violencia y el terrorismo¡±
El avance yihadista de la ¨²ltima semana constituye, a decir de los observadores, la mayor amenaza a Irak desde la retirada estadounidense en 2011. Alarmado por la situaci¨®n de caos en la que se est¨¢ sumiendo su vecino y aliado, el presidente iran¨ª, Hasan Rohan¨ª, dijo ayer que va a ¡°combatir la violencia y el terrorismo¡± en Irak. Pero Rohan¨ª, que sabe que cualquier acci¨®n de su pa¨ªs es vista con recelo por EE?UU y sus aliados, no especific¨® qu¨¦ clase de ayuda tiene en mente.
La situaci¨®n es tanto o m¨¢s delicada cuanto que Ir¨¢n se encuentra embarcado en una crucial negociaci¨®n con Occidente sobre su programa nuclear. Cualquier paso en falso podr¨ªa dar al traste con las expectativas de reintegrarse en la comunidad internacional y mejorar la econom¨ªa de los iran¨ªes.
Preguntado por Al Yazira, Mohammad Marandi, un profesor de la Universidad de Teher¨¢n con buenas conexiones con el r¨¦gimen, descart¨® que las palabras del presidente impliquen desplegar tropas en Irak. ¡°Se trata de apoyo pol¨ªtico y asistencia¡±, asegur¨® sin llegar a especificar c¨®mo va a concretarse. La v¨ªspera, el ministro de Exteriores iran¨ª, Javad Zarif, subray¨® la necesidad de respaldo internacional en una llamada a su hom¨®logo iraqu¨ª, Hoshyar Zebari.
Salvo una improbable cooperaci¨®n entre Ir¨¢n y EE?UU, es dif¨ªcil ver c¨®mo puede concretarse eso. Para los responsables iran¨ªes, que atribuyen el terrorismo que plaga la regi¨®n a la intervenci¨®n estadounidense, el problema est¨¢ en la ayuda de Arabia Saud¨ª y otras petromonarqu¨ªas ¨¢rabes a los grupos yihadistas que han extendido una doctrina sectaria de intransigencia y odio.
Wayne White, un antiguo funcionario del Departamento de Estado norteamericano, sugiere una v¨ªa alternativa. Que las milicias kurdas, los peshmergas, ayuden a Al Maliki frente a los extremistas del EIIL. "Tienen buenas relaciones con Ir¨¢n", se?ala en un blog. No aborda, sin embargo, el precio pol¨ªtico que eso tendr¨ªa para el primer ministro iraqu¨ª. En cualquier caso, menor que una intervenci¨®n directa o menor que perder Bagdad.
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