El viejo Mercedes se va al desguace
El Gobierno marroqu¨ª quiere jubilar el cl¨¢sico taxi y sustituirlo por coches fabricados en el pa¨ªs
¡°El Mercedes 240 es m¨¢s duro, m¨¢s s¨®lido, m¨¢s fiable¡±, enfatiza el veterano M¡¯Tourmem Hamed sentado en el asiento de piloto de su taxi, en el que ha pasado gran parte de los ¨²ltimos 34 a?os. Est¨¢ encantado con su modelo de 1980 y tambi¨¦n con su nacimiento y pasado en Tetu¨¢n, de donde muestra con orgullo un pasaporte de cuando esa zona del norte de Marruecos era parte del Protectorado antes de 1956, pero no habla espa?ol. La versi¨®n de Hamed en la parada del mercado africano de Casablanca coincide con la de Moussine Chwi, con la de Mouhssine Youssef y con la de Ibrahim. Ninguno quiere cambiar su auto, que es considerado un cl¨¢sico en el paisaje marroqu¨ª, en muchas carreteras, de Francia a Algeciras, y en muchas zonas de ?frica.
El Gobierno de Marruecos lleva estudiando unas semanas un proyecto para renovar la vetusta y enorme flota de taxis que hormiguean por todas las ciudades y esquinas del pa¨ªs. La idea es aprobar la iniciativa antes de fin de a?o, pero las intenciones se han conocido ahora y han rebelado a los taxistas. Sobre todo a los que conducen el m¨ªtico Mercedes 240 D, del que se calcula de manera poco precisa que pueden existir unas 50.000 unidades, m¨¢s licencias que en toda Francia.
M¡¯Tourmem Hamed deja a sus pasajeros dentro del taxi y sale un momento para explicarse. Afirma que hace unos 350 kil¨®metros diarios, todos los d¨ªas del mes, y que as¨ª lleva desde hace m¨¢s de tres d¨¦cadas sin problemas. El chasis del auto es el mismo, con agujeros, pero reconoce que el motor lo ha tenido que renovar algunas veces. No entiende muy bien por qu¨¦ el Gobierno de Marruecos se quiere meter ahora en este fregado.
El modelo es mucho m¨¢s que un veh¨ªculo, es un
El encargado de los taxis en esta estaci¨®n del mercado m¨¢s c¨¦ntrico y bullicioso de Casablanca s¨ª lo tiene claro. Omar Elaaroud es joven, musculoso y desconfiado al principio. Luego se suelta: ¡°Hay dos razones evidentes para que ninguno de los taxistas de Marruecos estemos a favor de este cambio. La primera es que no es suficiente el dinero que dan para la subvenci¨®n, apenas 50.000 d¨ªrhams (alrededor de 4.250 euros) frente a los m¨¢s de 200.000 que cuesta el nuevo coche; y la segunda es que nos gusta m¨¢s el Mercedes 240 porque es fuerte y los recambios son m¨¢s baratos y se encuentran en cualquier lado¡±. Lo expresa de otra manera Fitad Shaid, un taxista en la misma zona de Casablanca: ¡°El Mercedes 240 es imbatible, no te deja tirado nunca¡±.
Hay otro problema que preocupa a los taxistas marroqu¨ªes. No tienen informaci¨®n sobre la propuesta del Gobierno. Algunos comentan que el Ministerio del Interior ya ha puesto en marcha estos d¨ªas una experiencia piloto con 14 de los nuevos Dacia Lodgy, precisamente aqu¨ª, entre el aeropuerto y el centro de Casablanca, y que est¨¢n por conocer los resultados del experimento. Otros aseguran ufanos que no existe ning¨²n plan o incluso que no habr¨¢ ning¨²n tipo de subvenci¨®n. Las autoridades dan en teor¨ªa libertad entre varias marcas para la sustituci¨®n, pero nadie oculta que la versi¨®n del monovolumen para siete ocupantes de Renault es la favorita porque se monta en T¨¢nger y podr¨ªa generar puestos de trabajo.
La idea est¨¢ sobre la mesa y avanza. El Mercedes 240 podr¨ªa tener los d¨ªas contados. El Gobierno alega que es viejo, peligroso y que causa da?os medioambientales. No ofrece estad¨ªsticas. En Marruecos no es n¨ªtida la manera en la que se conceden las licencias a los taxistas, por lo que es dif¨ªcil decir a cu¨¢ntas personas del sector podr¨ªa afectar la medida. El Mercedes 240 D es mucho m¨¢s que un coche y tambi¨¦n que un taxi. Es un s¨ªmbolo tur¨ªstico que est¨¢ por todos lados. El auto se empez¨® a montar en Estados Unidos en 1974 y su ¨²ltimo modelo de f¨¢brica data de 1985. Su consistencia, fuerza y fiabilidad son las que enamoraron a los taxistas.
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