M¨¦xico aumentar¨¢ los controles para frenar la ola de ni?os migrantes a EEUU
El comisionado de Seguridad alerta de que los narcotraficantes utilizan a los menores migrantes para engrosar sus filas
M¨¦xico no se quedar¨¢ impasible ante la tragedia de los ni?os inmigrantes. El comisionado nacional para la Seguridad, Monte Alejandro Rubido, ha anunciado este viernes que reforzar¨¢ las medidas para reducir el flujo de menores que intentan cruzar la frontera de Estados Unidos. La masiva migraci¨®n, procedente b¨¢sicamente de Honduras, Guatemala y El Salvador, ha desatado la alarma en Washington. En los ¨²ltimos nueves meses m¨¢s de 50.000 menores centroamericanos han intentado entrar ilegalmente en territorio estadounidense desde suelo mexicano. Rubido admiti¨® que el "sellamiento" de la frontera no es posible, pero que el Gobierno mexicano va a aumentar sus controles en l¨ªneas f¨¦rreas y pasos. Paralelamente tratar¨¢ de reducir los riesgos de la traves¨ªa migratoria para los ni?os, un recorrido donde los secuestros, extorsiones y violaciones son frecuentes.
El comisionado de Seguridad, bajo cuyo control recae la polic¨ªa federal, record¨® que se ha generado un efecto llamada, sustentado en la falsa creencia de que los inmigrantes que logren papeles en Estados Unidos podr¨¢n lograr la regularizaci¨®n de sus hijos. "Lo grupos delincuenciales est¨¢n aprovechando este incremento del tr¨¢fico humano para lucrarse y tambi¨¦n para reclutar a menores para sus organizaciones", indic¨®.
La crisis migratoria ha alcanzado tal magnitud que su impacto ha resonado en la propia Casa Blanca. La diplomacia estadounidense ha activado todo tipo de reuniones con los pa¨ªses de origen en busca de una soluci¨®n. Esta misma semana, el presidente Barack Obama ha salido a la palestra pidiendo a los padres de los menores que ¡°no manden a sus hijos a la frontera. ¡°Si llegan, los enviaremos de vuelta y, lo que es m¨¢s importante, podr¨ªan no llegar¡±, ha alertado el l¨ªder de la primera potencia del mundo. Pero sus palabras dif¨ªcilmente tendr¨¢n eco en las empobrecidas naciones del sur si no vienen acompa?adas de mayores medidas. Basta visitar la frontera de M¨¦xico con Estados Unidos para ver aut¨¦nticos enjambres de menores centroamericanos que se preparan para saltar de la mano de los coyotes en busca no de papeles o visados, sino simplemente de un futuro mejor. La autoridades mexicanas, conscientes de esta dificultad, han mantenido en toda la crisis un perfil bajo. Piensan que, si agitan el problema, Obama, cuya reforma migratoria sufre un fuerte desgaste por el rechazo republicano, resultar¨¢ perjudicado.La ola migratoria, adem¨¢s, pone en evidencia la debilidad de los controles del Estado mexicano. El sur del R¨ªo Bravo es, en muchos puntos, un avispero, donde el poder de los carteles, que controlan la droga y el tr¨¢fico de personas, impone su ley.
En la l¨ªnea de fuego destaca el estado de Tamaulipas, donde el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto ha desplegado sus tropas para doblegar al narco, enzarzado en una terrible lucha entre el cartel del Golfo y los Zetas. La zona, un corredor natural de los migrantes y de los cargamentos de droga hacia Estados Unidos, se ha convertido en uno de los m¨¢s salvajes de M¨¦xico. Con 17 pasos fronterizos, cinco aeropuertos internacionales y tres puertos es una codiciada plataforma de operaciones de las bandas criminales, cuyo peso, bajo la amenaza del plomo, ha alcanzado tal dimensi¨®n que en muchos puntos sobrepasa al de las autoridades locales. Ciudades como Reynosa o Tampico viven atemorizadas y con constantes persecuciones y tiroteos.
Para Rubido, aunque la "percepci¨®n" de seguridad ha mejorado, la soluci¨®n para Tamaulipas s¨®lo se alcanzar¨¢ a medio plazo. "Se han detenido seis de los 12 l¨ªderes de los carteles; se ha sellado el trasiego de drogas y armas con la frontera y se est¨¢ reconstruyendo la autoridad local", explic¨® el comisionado.
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