M¨²sica en el s¨ªmbolo de Sarajevo
La biblioteca de la ciudad acoge un concierto un siglo despu¨¦s del magnicidio del archiduque de Austria. El edificio fue destruido en la guerra de los Balcanes


Hace un siglo, a s¨®lo unos pasos de sus muros artesonados, el archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa Sof¨ªa fallec¨ªan tiroteados. Acababan de visitar el edificio que, en aquel entonces, era el Ayuntamiento de Sarajevo. El magnicidio desencadenar¨ªa la I Guerra Mundial. Las pareces de la Vijecnica (Consejo Municipal) temblar¨ªan despu¨¦s muchas veces. En agosto de 1992, la artiller¨ªa serbia que asediaba la ciudad lanz¨® contra el inmueble un ramillete de bombas de f¨®sforo. La joya arquitect¨®nica, construida durante el Imperio Austroh¨²ngaro en estilos oriental y mud¨¦jar, era entonces la Biblioteca Nacional de Bosnia Herzegovina; un ejemplo de la radiograf¨ªa multi¨¦tnica del pa¨ªs. El ataque se dirig¨ªa contra todo un s¨ªmbolo. Aquella noche de verano, el fuego devor¨® casi dos millones de libros ¨Centre ellos unos 700 manuscritos incunables--. Las llamas dejaron s¨®lo el esqueleto de piedra de la Vijecnica.
El s¨¢bado, al atardecer, algo m¨¢s de dos decenios despu¨¦s del ataque y justo un siglo despu¨¦s del atentado de Sarajevo, las paredes de la antigua biblioteca volvieron a temblar. Esta vez por las ondas de la m¨²sica. Bosnia conmemoraba con un concierto en la Vijecnica el 100 aniversario de la Gran Guerra, el conflicto que destruy¨® cuatro imperios y tras el que nada volver¨ªa a ser igual. La Filarm¨®nica de Viena ¨Csimb¨®lico tambi¨¦n, no puede olvidarse que Francisco Fernando era austriaco¡ª, dirigida por Franz Welser-M?st, interpret¨® obras de Beethoven, Joseph Haydn, Franz Schubert, Alban Berg, o Johannes Brahms. Compositores de pa¨ªses de ambos bandos de la contienda.
Las paredes volvieron a temblar, esta vez con la melod¨ªa de la Filarmonica de Viena
El concierto, explic¨® el alcalde de la ciudad, Ivo Komisic, pretend¨ªa desterrar las im¨¢genes de llamas y bombas que muchos a¨²n guardan en sus retinas; que asocian al nombre de Sarajevo, pese a que la guerra de los Balcanes acab¨® en 1995. ¡°Podemos enviar a Europa un mensaje de paz despu¨¦s de la destrucci¨®n de hace dos d¨¦cadas¡±, coment¨® tras la representaci¨®n Bakir Izetbegovic, representante bosnio (musulm¨¢n) en la triple presidencia del pa¨ªs --es rotatoria--, compuesta tambi¨¦n por un dirigente croata (cat¨®lico) y otro serbobosnio (ortodoxo).
La Vijecnica ha tardado en reconstruirse. Algo que, para el historiador y director del Sarajevo War Theatre Nihad Kresevljakovic, tambi¨¦n es significativo. Kresevljakovic form¨® parte durante un tiempo de un grupo que se opon¨ªa a la restauraci¨®n del edificio. ¡°Quer¨ªamos que se quedara as¨ª, como recordatorio de la destrucci¨®n¡±, dice. Ahora, se alegra de volver a ver luz tras los coloridos vitrales. Las obras, financiadas con fondos de la UE (unos 8 millones) y de pa¨ªses como Espa?a ¨Ccon un mill¨®n de euros, el mayor donante bilateral¡ª Austria o Qatar, terminaron en mayo. Hubo entonces otro concierto. Tambi¨¦n se habl¨® de paz. Pero las puertas de la antigua biblioteca volvieron a cerrar. Hasta hoy que, 22 a?os despu¨¦s, vuelve a la vida.
Vera, funcionaria de 50 a?os, se acuerda como si fuera ayer de la noche del incendio. Uno de muchos, casi diarios, durante el asedio de 1.425 d¨ªas a Sarajevo. 42 meses en los que fallecieron m¨¢s de 11.500 personas. El s¨¢bado miraba atenta la gran pantalla que retransmit¨ªa la representaci¨®n. Le hubiera gustado asistir al concierto, pero era solo con invitaci¨®n. ¡°Solo para gente importante. Todos trajeados, f¨ªjate¡±, comentaba. Invitados de una decena de pa¨ªses, miembros de organizaciones sociales, artistas, acad¨¦micos como Bernard-Henri Levy, y tambi¨¦n pol¨ªticos como los primeros ministros de Croacia, Macedonia y Montenegro o el presidente de Austria; invitado de honor, que anim¨® a Bosnia a ¡°trabajar unida¡± y ¡°concentrarse en avanzar¡± para recorrer el camino hacia la Uni¨®n Europea. Otro mensaje aleg¨®rico de una velada a la que no acudieron los representantes de la comunidad serbobosnia.
La Vijecnica es hoy parte Ayuntamiento parte biblioteca. Aunque la mayor¨ªa de los libros restaurados o recuperados no han vuelto al inmueble. Kresevljakovic, hijo del que fuera alcalde de la ciudad durante el asedio, desear¨ªa que se hubiera convertido en algo ¡°con bajo perfil pol¨ªtico¡±. Tambi¨¦n la funcionaria Vera preferir¨ªa que el inmueble junto al r¨ªo Miljacka, tuviese otras funciones. ¡°Un instituto para la paz o algo educativo¡±, dice. Hubiera sido otro s¨ªmbolo. Uno de los ide¨®logos del ataque, apunta el historiador Kresevljakovic, fue Nikola Koljevic, profesor de Literatura en la Universidad de Sarajevo y experto en Shakespeare, que se convertir¨ªa durante la guerra en una de las sombras del l¨ªder serbobosnio Radovan Karadzic ¨C-acusado de genocidio y encarcelado en La Haya desde 2008--. Koljevic, que se suicid¨® en 1997, sab¨ªa qu¨¦ representaba la Vijecnica.
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