A la gresca por los ajustes

¡°La izquierda puede desaparecer. Nunca hab¨ªa estado tan d¨¦bil en la historia de la V Rep¨²blica¡±, alert¨® el primer ministro de Francia, el socialista Manuel Valls, en una alocuci¨®n ante la c¨²pula de su partido el 14 de junio. Tras los dos ¨²ltimos retrocesos electorales ¡ªperdi¨® decenas de Ayuntamientos en las municipales y no lleg¨® al 14% en las europeas¡ª, el Partido Socialista no solo se siente d¨¦bil, sino que adem¨¢s sufre las consecuencias de una divisi¨®n interna surgida a ra¨ªz del amplio plan de reformas lanzado por el presidente Fran?ois Hollande y defendido por Valls.

La contestaci¨®n interna se materializa estos d¨ªas en la Asamblea Nacional, donde 41 diputados socialistas (de 290) presentan enmiendas a los dos proyectos de ley que incluyen las reformas. Con su actitud, muestran el rechazo frontal al Pacto de Responsabilidad que sintetiza el ajuste de 50.000 millones de euros de aqu¨ª a 2017, y que supondr¨¢ para las empresas unas ventajas de m¨¢s de 30.000 millones en impuestos y cotizaciones sociales frente a la congelaci¨®n de pensiones o escasas rebajas de impuestos para los asalariados. Los rebeldes niegan ser ¡°el ala izquierda¡± del PS y, por el contrario, se definen como ¡°el verdadero PS¡±, dando la raz¨®n a quienes afirman que el partido ha emprendido un camino socioliberal.

En su estrategia, los rebeldes buscan aproximarse a la izquierda m¨¢s radical y a los ecologistas, mientras la pol¨ªtica de Valls recoge supuestamente m¨¢s adhesiones en el electorado del centro. Para Valls no es un problema ideol¨®gico el que est¨¢ en juego, sino una concepci¨®n distinta del mundo que hay que abordar para que Francia deje de perder cuotas de mercado, algo que ocurre desde hace una d¨¦cada, con el consiguiente drama de desempleo.

Si la cohesi¨®n interna se resquebraja, el liderazgo del partido tambi¨¦n experimenta alg¨²n zarandeo en la sombra. La popularidad de Hollande est¨¢ por los suelos. En junio, el apoyo ciudadano solo llegaba al 18%, el m¨¢s bajo para un presidente en la historia de Francia. Datos como esos animan a Valls (58% de aceptaci¨®n) a no desechar la opci¨®n de ser ¨¦l el candidato socialista a las presidenciales de 2017, como admiten algunos de sus colaboradores. Por eso, ni siquiera descarta dejar la jefatura del Gobierno antes de tiempo. ¡°No ser¨¦ primer ministro de un Gobierno que no avanza¡±, avisa a quienes intentan frenar sus reformas.