Siberia tropical, cinco estrellas
Las diputaciones en el Parlamento Centroamericano sirven para otorgar inmunidad a expresidentes
Solo alguien pas¨¢ndose de c¨ªnico podr¨ªa negar que Am¨¦rica Central es la regi¨®n de las oportunidades. Desde hace ya dos d¨¦cadas, fue instaurada una beca espectacular que permite a varios afortunados de cada uno de los pa¨ªses de la regi¨®n (excluyendo a Costa Rica) disfrutar durante un per¨ªodo de cinco a?os de un salario que sobrepasa los $4,000 mensuales, incluyendo vi¨¢ticos y viajes pagados a diferentes destinos del istmo de las Am¨¦ricas.?
Lo m¨¢s ventajoso es que la beca no est¨¢ amarrada a las fatigas engorrosas provenientes de una jornada laboral. La tendencia hist¨®rica indica que los becarios disfrutan de todos los beneficios con independencia de su esfuerzo o resultados obtenidos, algunos dedic¨¢ndole a la instituci¨®n que los beneficia un m¨ªnimo de apenas 90 d¨ªas al a?o. Para hacerla a¨²n m¨¢s apetitosa y seguramente compensar las prodigiosas haza?as de sus merecedores becarios, esta inigualable oportunidad incluye una bals¨¢mica amnesia para fechor¨ªas y metidas de pata de la vida pasada, denominada ¡°fuero¡± por los pesados que insisten con meter el derecho y las leyes en todas partes.?
Esta inigualable oportunidad laboral es mejor conocida como "diputaci¨®n en el Parlamento Centroamericano (PARLACEN)" y es otorgada con estoica generosidad por el contribuyente centroamericano en aportes de m¨¢s de un mill¨®n y medio de d¨®lares anuales por pa¨ªs a la instituci¨®n que, en teor¨ªa, se cre¨® para volver realidad el sue?o integrador del pr¨®cer del istmo, Francisco Moraz¨¢n.?
Si bien nadie pensar¨ªa en la Siberia del Doctor Zhivago como un lugar paradis¨ªaco para el retiro por su desolaci¨®n, falta de productividad y aridez vac¨ªa de cualquier tipo de contacto humano, los pol¨ªticos de Am¨¦rica Central ya llevan dos d¨¦cadas construyendo y amurallando su propia Siberia, cinco estrellas y en el tr¨®pico, atra¨ªdos por la facilidad que brinda el lugar para desaparecer, permitir que el pasado se olvide y gozar de la ausencia de personas que molesten la tranquilidad con su mezquina obstinaci¨®n con la rendici¨®n de cuentas. Estas cualidades, aunadas a los beneficios antes mencionados son precisamente lo que hace tan atractiva a esta Siberia tropical en la que se ha convertido el Parlamento Centroamericano.
En el PARLACEN conceptos como la rendici¨®n de cuentas son for¨¢neos, puesto que los mecanismos de elecci¨®n para acceder a una diputaci¨®n no vinculan al funcionario con el elector. Este es el caso de El Salvador, en el que el electorado vota a ciegas por los paladines de la integraci¨®n que representar¨¢n por cinco a?os los colores patrios en el PARLACEN, puesto que se eligen en la misma papeleta en la que se elige a los diputados a la Asamblea Legislativa, volviendo indistinguibles los dos procesos. En Guatemala, a pesar de que se han separado los procesos, la participaci¨®n del electorado en las elecciones para el PARLACEN no supera el 10 por ciento y un hist¨®rico desfase entre los periodos electorales guatemaltecos y los cambios de mando en el PARLACEN hacen que entre la elecci¨®n y la toma de posesi¨®n pasen a?os. Tampoco es una pr¨¢ctica extra?a que los partidos concedan candidaturas como premio a benefactores de sus campa?as, anulando de la ecuaci¨®n cuestiones como m¨¦rito o capacidades.?
Si bien cualquiera que viera lo anterior acusar¨ªa a Garc¨ªa M¨¢rquez de haber plagiado Macondo, la situaci¨®n ha pasado de lo risible a lo grave. Esto porque el Tratado Constitutivo del PARLACEN concede a expresidentes y exvicepresidentes de los pa¨ªses miembros la diputaci¨®n autom¨¢tica al finalizar sus per¨ªodos, lo que incluye durante cinco a?os m¨¢s el fuero que les otorga inmunidad ante posibles cuestionamientos sobre el manejo de recursos o enriquecimiento il¨ªcito durante sus administraciones.?
Lo anterior, aunado a la indiferencia y desconocimiento de la situaci¨®n por parte de la ciudadan¨ªa, tiene todas las condiciones como para volverse un enorme incentivo a la corrupci¨®n. Quienes tienen en su poder la posibilidad de reformar el organismo para encausar su existencia al servicio de la integraci¨®n no tienen incentivos en desmantelar la paradis¨ªaca Siberia de retiro. De manera acertada, Costa Rica se ha mantenido firme en su anuencia a volverse parte del PARLACEN a menos que se reestructuren sus funciones, se anule la diputaci¨®n autom¨¢tica y se disminuyan los costos de operaci¨®n.?
Muy a pesar de las protestas de la Corte Centroamericana de Justicia de que ning¨²n pa¨ªs puede abandonar el PARLACEN por no existir mecanismos para ello, Panam¨¢ hab¨ªa afirmado que se retiraban de la instituci¨®n. Sin embargo, el expresidente Martinelli se jurament¨® como diputado en fugaz ceremonia, a menos de 24 horas de haber entregado la presidencia. De manera similar se jurament¨® el expresidente salvadore?o Mauricio Funes, pasando por encima de la medida cautelar de la Sala de lo Constitucional de El Salvador que le ordenaba abstenerse de jurar hasta que no se resolviera una demanda que cuestionaba la constitucionalidad del mecanismo de diputaci¨®n autom¨¢tica. La Sala termin¨® declarando inconstitucional la diputaci¨®n autom¨¢tica, sentencia a la que, por el momento, el presidente Funes ha ignorado.
Desde 1815, ya Sim¨®n Bol¨ªvar conceptualizaba el ideal integracionista. No conform¨¢ndose con enfatizar las ventajas geogr¨¢ficas de Am¨¦rica Central como puente comercial, calific¨® al istmo como "el emporio del universo". Justificar en el sublime ideal integracionista la existencia de un organismo despilfarrador e in¨²til que podr¨ªa estar funcionando como la Siberia del retiro pol¨ªtico es un insulto al sue?o que Francisco Moraz¨¢n volviera su proyecto de vida.
Cristina L¨®pez Guevara es abogada salvadore?a con maestr¨ªa en pol¨ªticas p¨²blicas de Georgetown University. Twitter: @crislopezg
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