El dilema entre combatir el c¨¢ncer o la pobreza
La enfermedad mat¨® a m¨¢s de 8,2 millones de personas en todo el mundo s¨®lo en 2012
La lavandera Maria do Carmo Santos vive en Recife, en el nordeste de Brasil. A sus 55 a?os tiene dos deseos: participar en un programa de televisi¨®n que ayuda a personas como ella a renovar su casa; y encontrar un gran amor. Son los dos sue?os que alimenta desde que se cur¨® de un c¨¢ncer en la mama izquierda.
Hace exactamente 10 a?os le extrajeron un tumor de 5 cm y se someti¨® a 34 sesiones de radioterapia. Hizo todo el tratamiento en los hospitales p¨²blicos. Afortunadamente, pudo contar con la ayuda de sus vecinos para cuidarse y tener de qu¨¦ vivir. "No s¨¦ qu¨¦ hubiera sido de m¨ª sin la gente del barrio", recuerda.
La historia de Carminha ¨C como es conocida por todos - revela varios aspectos de la lucha contra el c¨¢ncer, especialmente en pa¨ªses en desarrollo como Brasil. Seg¨²n el Banco Mundial, si no se toma una acci¨®n global para hacer frente a la enfermedad, en 2030 la incidencia del c¨¢ncer aumentar¨¢ un 70% en los pa¨ªses de ingresos medios (donde se incluye Brasil) y un 82% en los pa¨ªses m¨¢s pobres.
La tendencia al alza es evidente en las cifras m¨¢s recientes de la Agencia Internacional para la Investigaci¨®n sobre el C¨¢ncer (IARC), de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). La enfermedad mat¨® a 8,2 millones en 2012. Un informe publicado a finales del a?o pasado, mostr¨® un aumento del 8% en comparaci¨®n con un estudio realizado en 2008.
La IARC tambi¨¦n observ¨® un aumento del 20% en la incidencia y del 14% en la mortalidad por c¨¢ncer de mama en los cuatro a?os transcurridos entre las dos encuestas. S¨®lo en 2012, en todo el mundo, 522.000 mujeres perdieron esta batalla, incluyendo 16.412 brasile?as.
Tal expansi¨®n en los pa¨ªses en desarrollo se debe a dos factores. ¡°En parte, a un cambio en el estilo de vida, y en parte porque los avances cl¨ªnicos en la lucha contra la enfermedad no est¨¢n llegando a las mujeres que viven en estos pa¨ªses", dijo David Forman, director Departamento de Informaci¨®n sobre el C¨¢ncer de la IARC, en el momento de la difusi¨®n de la investigaci¨®n.
Momento de transici¨®n
Este an¨¢lisis es v¨¢lido incluso en Brasil, que actualmente vive un momento que los expertos llaman la transici¨®n epidemiol¨®gica.
Antes predominaban las enfermedades infecciosas, como el c¨¢ncer del cuello uterino, causado por el virus del papiloma. Hoy en d¨ªa, apenas ocupa el primer lugar s¨®lo en el Norte, una de las regiones m¨¢s pobres del pa¨ªs. En las restantes - en su mayor¨ªa del sur y el sudeste, las zonas m¨¢s ricas - predomina el c¨¢ncer de mama, que no solamente es atribuible a la gen¨¦tica, sino tambi¨¦n a factores como la obesidad y el tabaquismo. Es decir, al estilo de vida.
Otra diferencia entre los ricos y los pobres brasile?os est¨¢ en el acceso a la prevenci¨®n, el diagn¨®stico y el tratamiento en el momento oportuno. Entre las brasile?as con solo un a?o de escolaridad, por ejemplo, s¨®lo el 38% se hab¨ªa hecho una mamograf¨ªa al menos una vez en la vida. Fue as¨ª como Carminha se descubri¨® el c¨¢ncer cuando ya se encontraba en una etapa avanzada.
El porcentaje de mujeres que se han hecho mamograf¨ªas al menos una vez se eleva al 70% entre las que hab¨ªan estudiado durante 15 a?os o m¨¢s. Los datos proceden del Instituto Brasile?o de Geograf¨ªa y Estad¨ªstica (IBGE).
Otro ejemplo: "S¨®lo el 60% de la poblaci¨®n tiene acceso completo a la radioterapia", dice el director del Instituto Nacional del C¨¢ncer (INCA), Luiz Antonio Santini. "El pa¨ªs est¨¢ trabajando para ampliar este servicio al p¨²blico e incorporar el tratamiento y medicamentos modernos contra el c¨¢ncer de mama, pero todav¨ªa necesita m¨¢s inversiones", a?ade. El presupuesto p¨²blico para la asistencia se cuadruplic¨® desde 2003, llegando a US$2100 millones en 2012.
Las deudas del c¨¢ncer
Tambi¨¦n atenta contra los pacientes con c¨¢ncer el hecho de que la enfermedad perpet¨²a el ciclo de la pobreza. "Los m¨¢s pobres tienden a tener m¨¢s dif¨ªcil el acceso a la atenci¨®n adecuada en el momento oportuno; y en el caso del c¨¢ncer, el tiempo es fundamental para aumentar la supervivencia", explica David Oliveira de Souza, especialista en salud del Banco Mundial.
"Dependiendo del momento de la enfermedad, los pacientes pueden estar impedidos de trabajar, y, posiblemente, algunos familiares tambi¨¦n dejar¨¢n sus puestos de trabajo para ayudar a cuidarlos. En muchos casos los ingresos disminuyen, empeorando las condiciones de vida de estas familias", a?ade.
Carminha, la lavandera de Recife, lo vivi¨® en carne propia. Estuvo completamente inm¨®vil durante el tratamiento y despu¨¦s de la remisi¨®n, se recuper¨® poco a poco. "Hoy en d¨ªa, sigo lavando ropa, porque es un trabajo que yo s¨¦ y puedo hacer", dice. Para complementar sus ingresos, vende jab¨®n para la ropa y otros productos de limpieza.
Fue esta relaci¨®n con el ciclo de la pobreza que el tema de c¨¢ncer atrajo la atenci¨®n del Banco Mundial, que recientemente comenz¨® a financiar proyectos en Brasil y algunas investigaciones en el ¨¢rea.
El objetivo es entender mejor las dificultades que enfrentan los pacientes m¨¢s pobres y ampliar la red de prevenci¨®n, diagn¨®stico y tratamiento.
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