Una zona de r¨¢pidas tormentas
El monz¨®n del Sahel se caracteriza por el cruce de vientos del golfo de Guinea con los del desierto
Los pilotos m¨¢s veteranos que trabajan por la zona del Sahel lo conocen perfectamente. Ellos lo denominan t¨¦cnicamente FIT (Frente Inter Tropical), pero los cient¨ªficos definen la principal peculiaridad de este monz¨®n africano como la depresi¨®n t¨¦rmica (una bajada de presi¨®n por el calentamiento del aire que asciende r¨¢pidamente). Si la hip¨®tesis de la inclemencia meteorol¨®gica gana adeptos como la causa m¨¢s probable del accidente del AH5017, los expertos apuntan un culpable: el monz¨®n del Sahel y el peligroso cruce de vientos h¨²medos y fr¨ªos del golfo de Guinea con los secos, espesos y calientes que se elevan de repente en pleno desierto.
El fen¨®meno del monz¨®n del Sahel ha sido estudiado cient¨ªficamente en varias ocasiones. Uno de los trabajos m¨¢s serios se public¨® en Nature Geoscience, elaborado por expertos de Francia, Australia y Reino Unido, dirigidos por el Centro de Ecolog¨ªa e Hidrolog¨ªa de Gran Breta?a, con el objetivo de elaborar un modelo de predicci¨®n de tormentas y poder regular as¨ª, de alguna manera, los breves periodos de cultivos de esa zona frente a las prolongadas sequ¨ªas. El an¨¢lisis cont¨® con ayudas del Sexto Programa Marco de la Uni¨®n Europea y se efectu¨® sobre un trabajo de campo muy amplio.
El material m¨¢s relevante con el que se cont¨® fueron las im¨¢genes de sat¨¦lite de alta resoluci¨®n desde 2006 a 2010, en la ¨¦poca de lluvias, que se toman en esa regi¨®n cada 15 minutos. Se escudri?aron 3.765 tormentas sobre una extensi¨®n de 2,5 millones de kil¨®metros cuadrados. El director del trabajo, Chris Taylor, lleg¨® a la conclusi¨®n de que por culpa de ese gran contraste de humedad que se registra en el suelo por la mezcla de esos dos tipos de aires se crean muchas m¨¢s tormentas y de forma mucho m¨¢s r¨¢pida.
Un equipo de la Universidad McGill de Montreal ya hab¨ªa apuntado sobre esa misma l¨ªnea de indagaciones con una serie de simulaciones efectuadas en julio de 2006 sobre la incidencia del polvo del desierto sobre la depresi¨®n t¨¦rmica. El resultado condujo a constatar que en el periodo de las grandes lluvias del monz¨®n, al principio y final de la sesi¨®n del verano, en las zonas m¨¢s des¨¦rticas del Sahel la arena o el polvo absorben gran parte de la radiaci¨®n solar, calientan el aire y aumentan su intensidad. Esa atm¨®sfera densa se tropieza, cada a?o de manera y en momentos diferentes y muy imprevisibles, con el viento m¨¢s fresco que proviene del golfo de Guinea, donde las temperaturas pueden bajar hasta ocho grados. Esa depresi¨®n t¨¦rmica se puede crear en muy poco tiempo, r¨¢pidamente.
Todos esos estudios se encargaron pensando en predecir mejor cu¨¢ndo pueden llegar los monzones africanos para paliar los efectos de las sequ¨ªas y para facilitar el ¨¦xito de los cultivos.
Tras conocerse el accidente de Mal¨ª, alg¨²n experimentado piloto record¨® momentos vividos al tropezarse en ese cruce del desierto con esas turbulencias que genera los choques de las masas de aire tropical continental, caliente y seco, contra el aire tropical mar¨ªtimo, fresco y h¨²medo. La convergencia intertropical de los alisios. Todo un bautismo de pilotaje. Otros constataron que un aparato como el MD83 siniestrado, fabricado en 1996, debe ser capaz de cruzar una r¨¢faga de esa fuerza aunque la nave sea desde luego m¨¢s fr¨¢gil que un Boeing 727. De hecho ese tipo de aparatos cubre normalmente esas rutas y, en este caso, ha pasado todas las inspecciones en Espa?a para hacer en teor¨ªa ese viaje. La UNESCO suele contratar a esa misma firma espa?ola Swift Air para hacer, por ejemplo, repatriaciones desde algunas naciones africanas.
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