Mercosur, cada uno a lo suyo

La reciente cumbre de Mercosur, celebrada el lunes en Caracas, estuvo marcada por la condena un¨¢nime a los fondos buitres, que han hecho a Argentina rozar el impago. Y por los diferentes criterios, evidentes en los discursos de los presidentes, sobre el modelo econ¨®mico que impulsan los pa¨ªses miembros ¡ªArgentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela¡ª. El car¨¢cter geopol¨ªtico destac¨® m¨¢s que las alusiones al tema de los negocios.

Solo los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff, y de Paraguay, Horacio Cartes, dieron prioridad en sus intervenciones a dicho asunto vital para la integraci¨®n del bloque, que pronto sumar¨¢ a Bolivia como miembro pleno. Rousseff, por ejemplo, prefiri¨® leer un escrito en el que hac¨ªa votos por ampliar la zona de libre comercio en el continente. Brasil necesita darle un empuje a su econom¨ªa y trat¨® de convencer a los miembros de Mercosur de asociarse con la Alianza del Pac¨ªfico, formada por Chile, Colombia, M¨¦xico y Per¨².

En su turno, Cartes tambi¨¦n resalt¨® que Mercosur deber¨ªa fomentar econom¨ªas competitivas y dar la oportunidad para que sus ciudadanos puedan residir, trabajar y estudiar en cualquiera de los pa¨ªses del bloque.

Cuando regreso a Uruguay la gente me pregunta qu¨¦ decidimos¡­ Yo qu¨¦ s¨¦ que decidieron¡­ Sacamos una declaraci¨®n
Jos¨¦ Mujica, presidente de Uruguay

Argentina no estaba en capacidad para sintonizar con esos planteamientos. Acuciada por la inminente suspensi¨®n de pagos, su presidenta, Cristina Fern¨¢ndez, quien recibi¨® la presidencia rotativa de la alianza, buscaba el apoyo del grupo.

Gast¨® buena parte de su tiempo en explicar la situaci¨®n del impago e incluso se permiti¨® algunas bromas. En un momento de la intervenci¨®n se refiri¨® a una conversaci¨®n que tuvo con un amigo. Ambos concluyeron que en el futuro bautizar¨ªan con el nombre de Rufo a un perro. Rufo son las siglas de una cl¨¢usula de los acuerdos de reestructuraci¨®n de la deuda argentina. La broma del perro tuvo alguna resonancia entre la audiencia. El a?o pasado el hermano de Hugo Ch¨¢vez, Ad¨¢n, le regal¨® un perro al que ella bautiz¨® Sim¨®n, en homenaje al libertador Sim¨®n Bol¨ªvar, cuya gesta y obra admir¨® el expresidente de Venezuela.

Todos acudieron a Caracas para velar por sus intereses. Uno de los invitados al c¨®nclave, el presidente de El Salvador, Salvador S¨¢nchez Cer¨¦n, pidi¨® que Caracas mantuviera en un futuro la venta de petr¨®leo en condiciones preferenciales a los pa¨ªses de Centroam¨¦rica y el Caribe. Esa petici¨®n coincide con la visi¨®n que tiene Venezuela de la alianza. El gobernador anfitri¨®n, Nicol¨¢s Maduro, resalt¨® el car¨¢cter estrat¨¦gico de Mercosur y pidi¨® trabajar por el impulso de una asociaci¨®n con la Alianza para los Pueblos de Nuestra Am¨¦rica (Alba), impulsada por el fallecido Hugo Ch¨¢vez como respuesta al tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Am¨¦rica Latina (Alca). ¡°Es una formaci¨®n econ¨®mica que plantea ir mucho m¨¢s all¨¢ de lo que se ha llamado el libre comercio. Mucho m¨¢s all¨¢. Trascenderla. Ir al comercio justo e integrador. Ir al desarrollo de inversiones conjuntas, al desarrollo de las fuerzas productivas¡±, resalt¨® Maduro.

El ¨²nico que parece estar m¨¢s all¨¢ del bien y el mal es el presidente de Uruguay, Jos¨¦ Mujica. No se anda con sutilezas tanto en privado como en p¨²blico. Al recibir su derecho de palabra de manos del anfitri¨®n, el gobernante uruguayo hizo un chiste: ¡°Gracias, compa?ero Maduro, que sigue verde de esperanza¡±. Luego, dirigi¨¦ndose a la presidenta de Argentina con un gui?o ir¨®nico, agreg¨®: ¡°Ahora nos reunimos m¨¢s con Cristina, que no tiene problemas¡±.

Era un abrebocas para criticar, en medio de un recuento sucinto de la historia de Am¨¦rica Latina, la improductividad de estas reuniones. ¡°Cuando regreso a Uruguay la gente me pregunta qu¨¦ decidimos¡­ Yo qu¨¦ s¨¦ que decidieron¡­ Sacamos una declaraci¨®n¡±, subray¨® Mujica. Como alternativa a las citas presenciales el presidente uruguayo sugiri¨® reuniones m¨¢s fruct¨ªferas y plante¨® como alternativa hablar por tel¨¦fono sobre los temas m¨¢s comunes. Y advirti¨® que, en caso contrario, se podr¨ªa frustrar ¡°un intento maravilloso¡± de consolidar esa alianza, a la que se refiri¨® como ¡°el pobre Mercosur¡±.

Brasil, Argentina y Uruguay coincidieron en el beneficio que representa para las econom¨ªas la presencia de inversiones chinas. Mujica lo trajo a colaci¨®n luego de una broma gruesa sobre la presencia de Estados Unidos en el continente, la cual provoc¨® una risa breve de la presidenta Fern¨¢ndez. En ese recuento sobre la historia del continente, Mujica dijo que ese pa¨ªs arroll¨® al continente ¡°con sus modos burdos, groseros, llenos de foxtrot y, si se quiere, m¨¢s chabacanos¡±.

China puso a disposici¨®n un fondo de 35.000 millones de d¨®lares para financiar proyectos de infraestructura y desarrollo, as¨ª como acuerdos de intercambio comercial. ¡°No recuerdo si alguna vez alguien vino a Am¨¦rica Latina a proponernos estas cosas. Es una invitaci¨®n de caracter¨ªsticas globales como nunca hemos tenido, y no debemos perder esta oportunidad¡±, dijo Mujica. Pero advirti¨®: ¡°Sabemos que en este mundo los peces chicos se tienen que cuidar de los peces grandes¡±.