El ¡®Libro Rojo¡¯ de la ca¨ªda en desgracia
La investigaci¨®n a Zhou Yongkang, exjefe de seguridad, revela las pautas de Pek¨ªn para relegar a los altos cargos inc¨®modos
Una de las herramientas de control m¨¢s importantes con que cuenta el Partido Comunista Chino (PCCh) es su secretismo. Aunque es sabido que se rige por unos estrictos protocolos y reglas, los detalles de sus procedimientos nunca ven la luz p¨²blica. Sin embargo, mediante conjeturas y reconstrucciones hechas a partir de informaciones filtradas por miembros del partido o personas cercanas a la c¨²pula del poder, o de analizar con detenimiento sus procesos p¨²blicos, se pueden identificar algunas pautas.
El anuncio de la investigaci¨®n oficial al exministro de Seguridad Zhou Yongkang confirma que tras la ca¨ªda de este alto cargo hay una coreograf¨ªa silenciosa, secreta y minuciosa que parece repetir, con peque?as diferencias, las de otros casos de l¨ªderes depuestos, como el exjefe del PCCh en Chongqing Bo Xilai o el jefe del partido en Shangh¨¢i, Chen Liangyu.
El punto de partida son las investigaciones o detenciones de personas cercanas al l¨ªder en cuesti¨®n. Estas muchas veces incluyen a subordinados, socios e incluso familiares. Zhou vio caer uno a uno a sus peones en las industrias en que hab¨ªa cimentado su poder: petroleras y de seguridad interna.
Desde 2009, decenas de ejecutivos de la China National Petroleum Corporation (CNPC), de la que Zhou fue director general, se convirtieron en blanco de investigaciones de los comit¨¦s disciplinarios del partido. Muchas de ellas concluyeron con condenas por corrupci¨®n y desfalco.
El punto de partida siempre es rastrear el entorno y arrestar a socios y familiares
Las investigaciones salpicaron a oficiales de alto rango y su c¨ªrculo m¨¢s pr¨®ximo. La fortuna de Zhou fue confiscada y varios familiares, incluido su hijo, detenidos por estar involucrados en ¡°negocios ilegales¡±.
La historia de Zhou, su ascenso a la cumbre del poder y su posterior ca¨ªda, est¨¢ estrechamente vinculada a la de su protegido Bo Xilai, condenado a cadena perpetua por soborno, corrupci¨®n y abuso de poder. El proceso de Bo en 2012 destap¨® la olla de la corrupci¨®n en la provincia de Sichuan, donde ambos hab¨ªan consolidado su poder, y desencaden¨® el arresto de decenas de oficiales y agentes de la polic¨ªa que formaban la gran base de apoyo del entonces ministro y novena silla del Comit¨¦ Permanente del Politbur¨® chino.
Una vez rastreada la base, se abre otra fase en el proceso: la confirmaci¨®n de las sospechas mediante una investigaci¨®n interna y secreta dentro del partido. Esta etapa es llevada de forma privada y habitualmente acarrea cambios en las responsabilidades del l¨ªder e, incluso, la privaci¨®n de sus cargos.
Zhou dej¨® de ser el delegado de la provincia de Hebei en el congreso, y luego resurgi¨® como representante de la turbulenta y lejana zona de Xinjiang, escenario de reclamaciones de los uigures. Durante ese periodo se cree que fue obligado a hacer un traspaso de poderes a su viceministro de Seguridad P¨²blica, Meng Jianzhu, abandonando sus responsabilidades como ministro.
Meses despu¨¦s, Zhou abandon¨® la primera l¨ªnea con el cambio generacional de l¨ªderes. Si bien muchos contin¨²an en la arena p¨²blica, Zhou desapareci¨® desde octubre, fecha en la que se cree que el presidente chino, Xi Jinping, orden¨® que se le investigase.
¡°Los casos siguen unas reglas muy precisas¡±, afirma Sebastian Veg, director del Centro Franc¨¦s de Investigaci¨®n de China Contempor¨¢nea, sito en Hong Kong. ¡°Los sospechosos desaparecen por un tiempo antes de que se anuncie una investigaci¨®n interna del partido. Cuando la investigaci¨®n termina, el sospechoso es despojado de su calidad de miembro del partido y entregado al sistema judicial, donde vuelve a iniciarse una investigaci¨®n que luego conduce a un juicio¡±.
Tras apartar de la vida p¨²blica al sospechoso, el PCCh le entrega al juez
As¨ª ocurri¨® con Bo Xilai, apartado de su cargo en marzo de 2012. Un mes despu¨¦s, perdi¨® su puesto en el Politbur¨® y a finales de junio fue expulsado del partido, perdiendo toda inmunidad. Casi un a?o despu¨¦s, en julio de 2013, fue acusado de corrupci¨®n, sobornos y abuso de poder, y en menos de dos meses, declarado culpable y condenado a cadena perpetua.
En el caso de Zhou Yongkang se guard¨® un amplio silencio hasta el anuncio p¨²blico de su investigaci¨®n, el martes pasado. Su caso, sin embargo, ha ido engordando desde que desapareci¨® en octubre y se llev¨® por delante a algunos aliados, entre ellos Xu Caihou, n¨²mero dos en la jerarqu¨ªa militar con el Gobierno de Hu Jintao, y Li Dongsheng, viceministro de Seguridad P¨²blica, ambos detenidos y puestos recientemente a disposici¨®n judicial.
Una vez que el caso se hace p¨²blico, se abre la veda de la publicidad nacional. La prensa china tiene permiso para hablar de alguien que antes estaba protegido por el poder. La pasada semana, los medios de comunicaci¨®n chinos publicaron perfiles completos del antiguo zar de seguridad y lo hicieron de manera exhaustiva, con informaciones y documentos que parec¨ªan estar preparados con antelaci¨®n, esperando s¨®lo la luz verde.
La ca¨ªda en desgracia de Zhou incluso se ha hecho un hueco estos d¨ªas en forma de pasatiempo digital. Con el t¨ªtulo ?Te atreves a tocarle la cola al tigre?, el portal Tencent y el servicio de mensajer¨ªa instant¨¢nea Wechat reproduc¨ªan, al tocar la pantalla, una serie de cartas que ilustran las conexiones de Zhou en todos los niveles, desde la industria petrolera hasta su familia.
¡°En estos casos de alto perfil, la culpabilidad se decide en un nivel pol¨ªtico antes de que la investigaci¨®n comience, pues el partido no puede permitirse tener a una persona absuelta¡±, afirma Veg. El Partido Comunista Chino no podr¨ªa poner en el estrado a uno de sus tigres si este no estuviera ya enjaulado. El matiz queda precisado al leer entre l¨ªneas el anuncio oficial del Comit¨¦ Central del PCCh, donde declara que da inicio a una investigaci¨®n para revisar las violaciones de Zhou, en lugar de investigar si cometi¨® o no violaciones.
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