La batalla por la izquierda en M¨¦xico
El partido de L¨®pez Obrador lleg¨® para crecer a costa del PRD, lo cual no deja de ser parad¨®jico
En cada organizaci¨®n trotskista integrada por tres miembros existen cuatro facciones pol¨ªticas, sol¨ªan decir los cl¨¢sicos. Una frase para recordar ahora que las dos principales fuerzas de la izquierda en M¨¦xico han abierto hostilidades, una en contra de la otra. Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (AMLO) es s¨®lo un l¨ªder populista, no es de izquierda, dijo Jes¨²s Ortega, cabeza del grupo llamado Los Chuchos, que controla al PRD, el partido dominante de la izquierda en M¨¦xico. Por su parte, AMLO ha afirmado en repetidas ocasiones que los dirigentes actuales del partido son ac¨®litos del Gobierno de Pe?a Nieto, c¨®mplices del PRI.
M¨¢s all¨¢ de los dichos, lo cierto es que ahora que el lopezobradorista Movimiento de Renovaci¨®n Nacional (Morena) es oficialmente un partido pol¨ªtico las dos fuerzas tendr¨¢n que emprender una lucha fratricida por su sobrevivencia compitiendo por el mismo electorado. Morena literalmente: para conservar su registro debe obtener 3% de la votaci¨®n en el verano de 2015, en las elecciones llamadas intermedias. Se da por descontado que la organizaci¨®n de AMLO conseguir¨¢ su registro, pero es una inc¨®gnita el da?o final que pueda provocar en el PRD, aunque se anticipa que no ser¨¢ menor.
?Qu¨¦ es m¨¢s fuerte, el hombre o el partido? El tabasque?o ha sido el motor del ascenso electoral de la izquierda en los ¨²ltimos 15 a?os y el l¨ªder pol¨ªtico con mayor peso en M¨¦xico en d¨¦cadas. Siempre quedar¨¢ en duda si efectivamente gan¨® la presidencia en los comicios de 2006, y en 2012 logr¨® ubicarse como segundo en la contienda, apenas a seis puntos de Pe?a Nieto. Su capacidad de convocatoria para movilizar a cientos de miles en el Z¨®calo en el pasado lo convierten en un fen¨®meno sin parang¨®n en la escena p¨²blica. L¨®pez Obrador no lo ha dicho as¨ª, pero en la pr¨¢ctica opera como una par¨¢frasis de Luis XIV: ¡°La izquierda soy yo¡±.
Cuando L¨®pez Obrador sinti¨® que el PRD tomaba posiciones ajenas a su parecer decidi¨® llevarse su pelota a jugar a otro lado. Pol¨ªticamente es v¨¢lido, incluso congruente. Pero siempre queda la impresi¨®n de que el tabasque?o ten¨ªa la fuerza y el liderazgo para luchar por el control del partido, si lo hubiera querido. Sus detractores dir¨¢n que el l¨ªder deseaba un movimiento propio, absolutamente plegado a su voluntad. Sus partidarios abogar¨¢n por la necesidad de depurar a la izquierda de las corrientes burocr¨¢ticas y entreguistas. Sea una raz¨®n u otra, a nadie escapa que el efecto de la divisi¨®n de la izquierda ser¨¢ devastador, aun cuando sea dif¨ªcil de calcular.
L¨®pez Obrador no es la izquierda, ciertamente, aunque intenta depurarla; en el camino puede ser el palad¨ªn de su derrota
Seg¨²n encuestas del diario Reforma si hoy fueran las elecciones, el PRD obtendr¨ªa el 16% de la intenci¨®n de voto contra el 7% de Morena (y otro 7% sumado de PT y Movimiento Ciudadano, las otras dos organizaciones de izquierda). Eso colocar¨ªa al partido por debajo del PRI y el PAN, pese a que toda la izquierda sumada constituir¨ªa la segunda fuerza con amplio margen. El efecto en el Distrito Federal es todav¨ªa m¨¢s notorio: Morena obtendr¨ªa 14% contra 29% del PRD, es decir, pr¨¢cticamente la mitad.
Ciertamente, el PRD es muchas cosas adem¨¢s de L¨®pez Obrador. En las elecciones de 2012, Miguel Mancera se convirti¨® en jefe de gobierno de la Ciudad de M¨¦xico con m¨¢s del 60% de los votos, la abrumadora mayor¨ªa sufragados a favor del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica. Posee adem¨¢s fuertes clivajes con organizaci¨®n popular en la capital. Por su parte la presencia real de Morena todav¨ªa est¨¢ por mostrarse. De entrada el proceso para lograr su registro result¨® desesperanzador: de las cinco millones de firmas prometidas al inicio (reducidas a dos millones poco despu¨¦s) termin¨® entregando poco m¨¢s de las 232.000 exigidas.
Por otro lado, nadie ignora que las convocatorias multitudinarias de L¨®pez Obrador son cosa del pasado. ¡°La madre de todas las batallas¡± que constitu¨ªa la oposici¨®n a la ¡°privatizaci¨®n del petr¨®leo¡± a las que el Gobierno tanto tem¨ªa, quedaron reducida a actos simb¨®licos contra todo pron¨®stico.
Y, sin embargo, Morena lleg¨® para crecer a costa del PRD, lo cual no deja de ser parad¨®jico. Naci¨® en un intento de deslindarse del ¡°entreguismo¡± de PRD al Gobierno priista, pero su existencia otorga enormes beneficios al PRI. Usualmente, las elecciones intermedias son inc¨®modas para el partido que gobierna en Los Pinos, pues suele perder posiciones en las c¨¢maras. Probablemente no vaya a ser el caso en el 2015 gracias a la fragmentaci¨®n de la izquierda. M¨¢s importante a¨²n, si Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador persiste en su deseo de convertirse en candidato presidencial para los comicios de 2018, la izquierda llegar¨¢ con dos candidatos. Una f¨®rmula casi segura para que el PRI pueda repetir otro sexenio en el poder. Tendr¨ªa incluso amplias probabilidades de recuperar el gobierno de la Ciudad de M¨¦xico si PRD y Morena la enfrentan divididos.
Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador no es la izquierda, ciertamente, aunque intenta depurarla; en el camino puede ser el palad¨ªn de su derrota.
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