Hillary Clinton acent¨²a su perfil presidenciable con cr¨ªticas a Obama

Hillary Clinton empieza a distanciarse de Barack Obama. Quiere definir un perfil propio ante una posible candidatura a las elecciones presidenciales de 2016. La pol¨ªtica exterior y la crisis en Irak, que ya fueron motivo de disputa entre ambos durante las primarias dem¨®cratas de 2008, vuelve a dividirles.

En una entrevista con la revista The Atlantic, Clinton cuestiona la prudencia de Obama ante la guerra civil en Siria y vincula esta pol¨ªtica con el ascenso del Estado Isl¨¢mico (EI) en Siria y en el vecino Irak. La ex secretaria de Estado y ex primera dama cree que la negativa del presidente a armar a los rebeldes sirios ha contribuido el ascenso de la facci¨®n m¨¢s extremista y antioccidental de la oposici¨®n al r¨¦gimen de Bachar el Asad. Son las cr¨ªticas m¨¢s expl¨ªcitas a su antiguo jefe desde que abandon¨® el cargo de secretaria de Estado en 2013.

¡°El fracaso a la hora de crear una fuerza de combate cre¨ªble con las personas que originaron las protestas contra Asad ¡ªall¨ª hab¨ªa islamistas, hab¨ªa seculares, hab¨ªa de todo entre ambos [extremos]¡ª (...) ha dejado un gran vac¨ªo que ahora han llenado los yihadistas¡±, dijo Clinton.

Destacados neoconservadores ven con buenos ojos la pol¨ªtica exterior de Clinton, m¨¢s desacomplejada que la del presidente

Obama discrepa. ¡°Esta idea¡±, dice en una entrevista con el columnista Thomas Friedman, ¡°de que podr¨ªamos haber suministrado armas ligeras o incluso m¨¢s sofisticadas a una oposici¨®n fundamentalmente compuesta por antiguos m¨¦dicos, campesinos, farmac¨¦uticos y gente as¨ª, y que entonces habr¨ªan podido luchar no solo contra un Estado muy bien armado sino respaldado por Rusia, Ir¨¢n y Hezbol¨¢, siempre fue algo improbable¡±.

El avance de los yihadistas de EI en Irak han forzado el regreso de EE UU a Mesopotamia. El jueves Obama autoriz¨® bombardeos para proteger al personal norteamericano en el Kurdist¨¢n iraqu¨ª y para impedir la matanza de la minor¨ªa yazir¨ª a manos de los insurgentes sun¨ªes.

Es dif¨ªcil explicar el ascenso pol¨ªtico de Obama sin su oposici¨®n a la invasi¨®n de Irak en 2003. Clinton, que entonces era senadora por el estado de Nueva York, vot¨® a favor de autorizar al entonces presidente George W. Bush la acci¨®n militar.

Obama y Clinton se disputaron la nominaci¨®n del Partido Dem¨®crata a las elecciones presidenciales de 2008. Fueron unas primarias re?idas en las que Obama y Clinton intercambiaron acusaciones virulentas. El s¨ª a la invasi¨®n y ocupaci¨®n de Irak lastr¨® la candidatura de Clinton entre unas bases dem¨®cratas antibelicistas y un pa¨ªs que deseaba pasar p¨¢gina de los a?os de Bush. El no a la guerra impuls¨® la carrera de Obama. Una vez presidente, nombr¨® a su rival secretaria de Estado.

En varios momentos de la entrevista con The Atlantic, Clinton se deshace en elogios al presidente. Le describe como alguien ¡°incre¨ªblemente inteligente¡±. Pero en casi todas las respuestas ¡ªsobre Siria, sobre Israel, sobre Ir¨¢n¡ª se aleja de Obama. Dice que ¡°no hagas estupideces¡± ¡ªla frase que, en una conversaci¨®n con periodistas, el presidente us¨® para describir su visi¨®n de la pol¨ªtica exterior¡ª es un concepto insuficiente para articular una visi¨®n global en este ¨¢mbito. Le apena que EE UU no sepa contar al mundo con convicci¨®n la historia de sus contribuciones a la libertad y la paz. Y lamenta que Washington se mueva a bandazos entre una pol¨ªtica exterior intervencionista y otra m¨¢s aislacionista, sin hallar un t¨¦rmino medio ¡°En parte¡±, dice, ¡°creo que el desaf¨ªo es que nuestro Gobierno con demasiada frecuencia tiende a oscilar los extremos¡±.

Los candidatos del mismo partido que el presidente saliente afrontan a veces la fatiga de los ciudadanos con su predecesor y su partido. Puede ocurrirle a Clinton si finalmente es candidata. De ah¨ª que intente distinguirse de Obama ¡ªcriticado por sus titubeos en la pol¨ªtica exterior, atado en manos por un Congreso hostil en Washington, y con niveles de popularidad mediocres¡ª y evite la imagen de una Obama bis.

Las ideas que ahora expone no son nuevas: siempre ha promovido una pol¨ªtica exterior m¨¢s agresiva y desacomplejada que la del actual presidente. Destacados neoconservadores ¡ªel grupo de intelectuales y pol¨ªticos que promovi¨® la invasi¨®n de Irak¡ª aplauden a la exsecretaria de Estado.

¡°Me siento c¨®modo con su pol¨ªtica exterior¡±, declar¨® hace unas semanas Robert Kagan, del laboratorio de ideas Brookings Institution. ¡°Ella ha dicho, en el libro y en las entrevistas, que [¡­] quer¨ªa hacer m¨¢s por los rebeldes sirios y que el presidente dijo que no¡±, dijo en junio a EL PA?S otro neoconservador, Elliott Abrams, que trabaj¨® en la Administraci¨®n Bush. ¡°As¨ª que en esto, por lo menos, se ha distanciado¡±

En su libro sobre su experiencia en la Administraci¨®n Obama, Decisiones dif¨ªciles, Clinton recuerda que, durante los debates internos en la Administraci¨®n Obama, abog¨® sin ¨¦xito por armar a los rebeldes. En febrero Robert Ford, ¨²ltimo embajador de EE UU en Siria, dimiti¨® por su desacuerdo con la pol¨ªtica de Obama.¡°A medida que la situaci¨®n en Siria se deterioraba, me parec¨ªa cada vez m¨¢s dif¨ªcil justificar nuestra pol¨ªtica¡±, escribi¨® el diplom¨¢tico en un art¨ªculo en The New York Times. ¡°Tengo a Robert en la m¨¢s alta estima¡±, dice Clinton en la citada entrevista.