La tr¨¢gica muerte de Campos podr¨ªa arrastrar a votar a los desilusionados

Uno de los primeros frutos del sacrificio de la vida del candidato socialista, Eduardo Campos, podr¨ªa ser el revitalizar las elecciones presidenciales y arrastrar a votar a millones de indecisos y desilusionados con la pol¨ªtica.

El d¨ªa antes de la tragedia a¨¦rea, la prensa destacaba la ¡°apat¨ªa¡± existente en Brasil frente a las elecciones. Un des¨¢nimo que hac¨ªa prever una de las mayores abstenciones de la historia pol¨ªtica del pa¨ªs. Las encuestas daban un 40% entre votos nulos, blancos y abstenciones.

Hoy, al rev¨¦s, los analistas pol¨ªticos ya profetizan que podr¨ªan ser una de las elecciones con mayor presencia de los brasile?os en las urnas.

los analistas pol¨ªticos ya profetizan que podr¨ªan ser una de las elecciones con mayor presencia de los brasile?os?

A veces el destino, cuando se reviste de tragedia, como en el caso de la muerte inesperada de Campos, un personaje que ha sido descubierto de repente por los ciudadanos como un pol¨ªtico que so?aba con dar un revolc¨®n a la cansada y desprestigiada pol¨ªtica partidaria, puede hacer cambiar en minutos los destinos de un pa¨ªs.

La ecologista Marina Silva, que podr¨ªa ser su sucesora como candidata del PSB en las presidenciales, record¨® con el rostro visiblemente marcado por el dolor, que en el momento en que le dio el ¨²ltimo abrazo a Campos, antes de que subiera al avi¨®n que lo conducir¨ªa a la muerte- y en el que deber¨ªa haberse subido tambi¨¦n ella- lo vio ¡°lleno de sue?os¡± y pensando en un Brasil ¡°unido y m¨¢s justo¡±.

Esta ma?ana son un¨¢nimes los comentarios acerca del vuelco que la muerte del candidato socialista podr¨¢ dar a las elecciones presidenciales. M¨¢s a¨²n, que podr¨ªa servir para cambiar los destinos de Brasil.

Es a¨²n una inc¨®gnita c¨®mo la convulsi¨®n emocional que vivi¨® ayer Brasil podr¨¢ ahora influir en la pol¨ªtica concreta de los pr¨®ximos a?os del gigante americano que est¨¢ viviendo un momento de incertidumbre y al mismo tiempo de realismo, nacido de las protestas ciudadanas del junio del a?o pasado. Desde entonces, en efecto, los brasile?os han empezado a pedirle a la pol¨ªtica realizaciones concretas para un Brasil mejor, menos corrupto, m¨¢s moderno y menos injusto. Se podr¨ªa decir que de aquellas protestas hab¨ªa salido un Brasil menos Quijote y m¨¢s Sancho, m¨¢s pragm¨¢tico.

Ahora, la tragedia de Campos y la visibilidad dada a sus proyectos frustrados de revitalizar y dignificar la vida pol¨ªtica con reformas concretas y puntuales como las que ya hab¨ªa empezado a perge?ar junto con Marina Silva, ha vuelto a colocar a la pol¨ªtica sobre el candelero.

Se ha llegado a escribir que ¡°los dioses han bajado, en alas de la tragedia, para votar en las urnas¡± y para recordar a los brasile?os el sue?o de Campos de ¡°unir y no dividir¡± a Brasil, de hacer del pa¨ªs un sue?o de prosperidad para todos sin desgarros pol¨ªticos.

Todo ello no dejar¨¢, sin duda, de tener un fuerte eco en la campa?a electoral que est¨¢ ya marcada por el dolor y la esperanza a la vez que podr¨ªa empezar a recuperar para la pol¨ªtica los mejores valores de la democracia en vez de los mezquinos intereses que tantas veces la ensucian y desencantan.

Una muerte puede tener a veces m¨¢s fuerza que una vida, algo que empieza a advertirse en esta tragedia que Brasil la est¨¢ viviendo m¨¢s que si fuera s¨®lo pol¨ªtica.