¡°La polic¨ªa no es amigable¡±

En Ferguson, la ciudad del Medio Oeste donde esta semana ha vuelto a estallar la tensi¨®n racial en EE UU, la polic¨ªa es una amenaza o una aliada seg¨²n el barrio y el color de piel de cada uno. La muerte por disparos de un polic¨ªa de Michael Brown, de 18 a?os, ha indignado a los residentes negros de esta peque?a localidad a las afueras de San Luis (Misuri), que llevan una semana exigiendo en las calles ¡°justicia¡±, hartos del trato que reciben de la polic¨ªa, mayoritariamente blanca, y a la que acusan de racismo.

En Canfield Road, la calle ajardinada con casas de chapa y edificios bajos de ladrillo en la que el s¨¢bado pasado fue tiroteado Brown, es f¨¢cil escuchar historias de excesos policiales. Dwayne Matthews, un negro de 23 a?os, resopla cuando se le pregunta cu¨¢ntas veces ha sido parado por la polic¨ªa. ¡°Creo que casi cada d¨ªa me dicen algo¡±, afirma este padre de tres hijos. Le han parado para pedirle que levante las manos, para cachearle por si lleva droga o decirle ¡°cosas irrespetuosas¡±.

La polic¨ªa ¡°no es amigable¡±, tercia Anthony Griffin, afroamericano de 18 a?os, a quien nunca han parado. De los 53 agentes de Ferguson s¨®lo tres son negros pese a que esta comunidad supone dos tercios de los vecinos. ¡°Si hubiese m¨¢s polic¨ªas negros no nos parar¨ªan ni arrestar¨ªan tanto porque son personas que han estado en nuestros zapatos¡±.

En localidades de similar tama?o en EE UU, el promedio de polic¨ªas blancos es del 87,5%, seg¨²n el Departamento de Justicia. La polic¨ªa de Ferguson se ha comprometido a tratar de reclutar a m¨¢s personal negro y a acercarse a los habitantes de bajos recursos. El Ayuntamiento -de sus seis concejales uno es negro- ha rehuido de hacer grandes promesas.Los ingresos medios en Ferguson son de 37.000 d¨®lares anuales, un tercio menos que el promedio de Misuri. Cerca de una cuarta parte de la poblaci¨®n vive por debajo del nivel de pobreza federal.

En los barrios negros de Ferguson la polic¨ªa es una amenaza; en los blancos, una aliada

El gobernador de Misuri parece haber tomado nota del malestar de la comunidad negra con la polic¨ªa al traspasar el jueves la supervisi¨®n de las protestas en Ferguson a un mando afroamericano, de la polic¨ªa estatal de autopistas, que se cri¨® en esa zona y se ha mostrado cercano a los congregados. ¡°Tienes que escuchar los problemas de la gente, no tratarla como criminales¡±, sostiene un agente de ese cuerpo, que declina dar su nombre.

¡°La historia pasada y presente de Ferguson es que la polic¨ªa no sabe c¨®mo abordar las necesidades de la comunidad negra¡±, se?ala Jeffrey McCune, experto en asuntos afroamericanos en la Universidad de Washington en San Luis, que recuerda que pueblos cercanos sufren desaf¨ªos similares. Las protestas raciales en Ferguson, aseguran los expertos, son las m¨¢s importantes en casi un siglo en el ¨¢rea de San Luis.

Seg¨²n un informe del fiscal general de Misuri, el 86% del total de conductores parados en Ferguson en 2013 fueron negros, por encima del peso del 67% de esa comunidad en la poblaci¨®n. Son cifras que se repiten en otros suburbios de San Luis y de EE UU.

Tambi¨¦n lo hacen los casos de ciudadanos negros, como Brown, que mueren por disparos de un polic¨ªa blanco. Entre 2006 y 2012, se registraron casi dos casos a la semana en todo el pa¨ªs, de acuerdo a un promedio de cifras elaborado por el FBI.

De los 53 agentes de Ferguson s¨®lo tres son negros pese a que esta comunidad supone dos tercios de los vecinos de la localidad

Los dos vecinos de Canfield Road coinciden en criticar el estigma que genera la acumulaci¨®n de expedientes policiales, lo que adentra a muchos j¨®venes negros en una peligrosa espiral. ¡°Si la polic¨ªa ve que tienes delitos previos te paran y detienen m¨¢s¡±, deplora el de 18 a?os. ¡°Nadie te contrata¡±, lamenta el otro. Y ambos insisten en que, aunque la responsabilidad personal es importante, el factor clave para evitar meterse en problemas es el entorno personal. ¡°No juzgo a la gente que tiene que vender drogas para que su familia sobreviva¡±, agrega el segundo.

A cinco minutos en coche de all¨ª, el paisaje y las opiniones son otras. En Elizabeth Avenue, cercana al centro hist¨®rico, las casas son m¨¢s altas y se?oriales. Aqu¨ª viven los blancos de la ciudad, un tercio de la poblaci¨®n. En 1970 representaban el 99%, pero el fin de la segregaci¨®n racial en las escuelas provoc¨® un ¨¦xodo.

Un blanco de 38 a?os, que pide el anonimato, destaca con vigor en el jard¨ªn de su casa que ¨¦l, su esposa y sus dos hijas peque?as no temen a la polic¨ªa. Pero entiende que en el barrio en el que se originaron las protestas opinen lo contrario: ¡°Demasiadas veces es cierto que en esa zona la polic¨ªa no aparece para ayudar sino s¨®lo a detener¡±, analiza. ¡°Si fuera mi hija¡±, dice en referencia al fallecido, ¡°estar¨ªa all¨ª protestando¡±.

El hombre asegura que ¡°nunca se imagin¨®¡± las protestas, que atribuye a ¡°heridas profundas¡± de toda la comunidad negra de EE UU y se muestra seguro de que Ferguson recuperar¨¢ la calma. La inc¨®gnita es si todo volver¨¢ a ser como antes. En Canfield Road esperan que no.